¿Seré Una Gordita Con Suerte?

Han pasado varios dias y la señora Estefanía sigue muy enferma, yo voy todos los días a visitarla, aún cuando ella diga que quiere estar sola, mis visitas le dan ánimo.

Hoy es miércoles, acabo de temrinar clases, por fin en vacaciones, como todos los días ya fui a ver a la señora Estefanía y la vi muy bien, da la casualidad que la vi mejor que otros días, ahora voy para la mansión a descansar.

Son las 2 de la mañana cuando escucho que Bruno llama a mi puerta, cuando abro el dice — mi madre acaba de fallecer… sentí que me moría, no aguante estar de pie, caí al piso de rodillas, no supe donde quede. Bruno me ayuda a sentar en la cama y dice — iré hacer los arreglos, después vengo por ti… una vez él se va, empiezan a bajar las lágrimas sin control, sentí que me quedaba sin alientos, lloré tanto, que mis ojos parecen dos uvas de lo hinchados.

Me aliste y espere en la puerta de la mansión a Bruno, que nunca llegó, lo llame y no contestó, tome un taxi a casa de la señora Estefanía, pero no había nadie, el mayordomo solo dijo que el señor Bruno arregló todo para la funeraria y el entierro.

Solo podía pensar en lo injusto que fue no llevarme al último adiós, es malo, ese hombre es malo, lo estoy odiando ahora mismo.

Cuando llego a la mansión, lo veo con su traje negro y su cara sin expresión alguna, luego se acerca y dice — donde estabas?… lo miro furiosa y le digo — mire la hora, donde cree que estaba, fui a casa de la señora Estefanía, usted nunca llegó… me mira con frialdad y dice —no podía llevarte… me lanzo hacia él con furia y empiezo a golpear su pecho, luego le digo — no tenia ningún derecho a dejarme por fuera del último a Dios, ella era mi todo, la única persona que me quiso, la única que me demostró un amor incondicional, no tenía derecho a no dejarme despedir de ella, usted es lo peor, lo odio, lo odio… subo a mi habitación lo más rápido posible, me encierro y empiezo a llorar sin consuelo.

Al día siguiente, me encuentro sentada en la ventana de mi habitación que da hacía un bosque, miro las nubes grises y la lluvia caer, mientras estoy consumida en la nada escucho a Martha la señora ama de llaves que llama a mi puerta y dice — señorita el señor la espera en la sala… me aclaro la voz y repondo — Martica, dile por favor que no bajaré… al poco tiempo él entra sin permiso a la habitación, me limpio las lágrimas, volteo a verlo y le digo — no tiene derecho a entrar así… él me mira absorto y dice — me has dicho tanto eso, que creo que ya no tengo derecho a nada ; igual no hay opción es el abogado de mamá… lo miro con seriedad y le digo — no tengo nada que hacer en esa reunión… el suspira y dice — pues no podrán decir la última palabra de mamá si no estás presente… no tengo opción más que bajar, así que me pongo una sandalias, paso por su lado sin determinarlo y tal cual estoy con un conjunto deportivo bajo a la sala.

Una vez estamos en la sala, el abogado empieza con la lectura. — bueno, comenzaremos con la lectura de la última voluntad de la señora Estefanía Soracchi, antes que nada leeré unas palabras que ella misma escribió para su hijo y Abril. “Bueno hijos, si abrieron esta carta es porque pasó lo inevitable, solo tengo palabras de agradecimiento y amor hacia ustedes, es por eso que mi último deseo es verlos juntos, por lo que ahora tengo el poder para cumplir mi deseo. Resulta que investigue mucho sobre Abril, logre encontrar toda su vida; así mismo,arregle todo para que ella nunca encontrara pistas sobre su vida, no te enojes Abril, necesitaba algo tan fuerte que hiciera que aceptaras mis condiciones. A ti hijo, solo te doy una opción, si quieres que mis empresas, mis acciones de las clínicas y el resto de propiedades pasen a tu nombre, solo pediré una cosa y es que te cases con Abril. Así mismo, Abril recibirá sus documentos e investigación completa, cuando acepte casarse con mi hijo, la permanencia del matrimonio debe ser de mínimo un año. Si ninguno cumple, Abril deberá pagar una cláusula de 1 millón de euros y Bruno perderá toda mi fortuna, así que depende de ustedes, mis amores. Se que me están odiando ahora, pero estoy segura que me terminarán amando como yo a ustedes”. Terminada la lectura de la última voluntad de la señora Estefanía Soracchi, necesito que los dos involucrados firmen… nunca pensé que la señora Estefanía me haría esto, es demasiado humillante, se que quiero a Bruno, pero esto es un cuchillo para mi, no puedo aceptarlo; volteo a mirar a Bruno y esta tan frío y tenso que siento que esto fue lo peor que pudo escuchar, porque al momento dice —es absurdo señor abogado… el abogado reponde — es la última voluntad de su madre doctor… Bruno se toma la cabeza y da un grito de impotencia, luego toma el lapicero que está encima de la mesa y firma, luego me lo pasa y dice — firma… me niego y digo — no lo haré… él me mira enojadísimo y dice — no entiendes que no hay opción, firma, o acaso no quieres saber quién eres?… lo miro con tristeza porque se que lo hace, solo por la herencia de su madre y porque muy a su manera quiere cumplir el último capricho de la señora; lo miro y templando firmo, pongo solo el nombre de Abril y mi huella.