Bella

La visita al abuelo salió mejor de lo que esperaba Ignacio, Isabella era realmente una mujer encantadora y en un par de horas había logrado cautivar a Marcelo Hernández un hombre que no se deja impresionar fácilmente.

— Estuviste muy bien, nunca pensé que pudiéramos engañar al abuelo. — dijo Ignacio emocionado.

— No me gusta mentir, solo lo estoy haciendo para ayudarte. — respondió Isabella.

— Lo sé y te lo voy a agradecer toda la vida. — agrego Ignacio.

— Qué le diremos a mi mamá?. — pregunto Isabella.

— Crees que si le decimos la verdad, ella nos ayudará?. — respondió Ignacio.

— No lo creo, mi mamá siempre ha sido algo especial y pienso que no aceptaría. — respondió Isabella.

— A tu mamá no la podemos engañar, es una mujer muy astuta y nos descubriría rápidamente. — aseguro Ignacio.

Mientras iban de regreso a la oficina, acordaron explicarle la situación a Miranda, igual Isabella había decidido ayudar a Ignacio y así espantar a cualquier hombre que quiera venir a enamorarla.

Una vez en la oficina, empezaron a trabajar de nuevo, Margaret era una mujer muy eficiente y siempre estaba dispuesta a ayudar a Isabella.

Después de terminar su jornada laboral, Ignacio e Isabella salieron de la empresa, había llegado la hora de enfrentar a Miranda, de todos ella era la más difícil de tratar, aunque no pareciera.

— Estás lista para hablar con tu mamá?. — pregunto Ignacio mientras estacionada el auto afuera de la casa.

— Con mi mamá nunca estaré lista, pero bueno vamos y salgamos de esto de una vez. — respondió Isabella.

Ambos entraron y le pidieron a una de las muchachas del servicio que llamarán a Miranda al estudio. Cinco minutos después Miranda entro al estudio con cara de preocupación.

— Muchachos díganme qué está pasando, en algunos medios de farándula dicen que ustedes están comprometidos?. — pregunto Miranda apenas entro al lugar.

— De eso queríamos hablarte mamá, Ignacio y yo decidimos darnos una oportunidad, sé que es muy pronto para mí, pero ... — Isabella no termino de hablar cuando su mamá la interrumpió.

— Lo sabía, sabía que ustedes dos terminarían juntos y es que se ven tan lindos, hacen una bonita pareja. — respondió Miranda entusiasmada.

Realmente Miranda no podía interponerse en esa relación, ya que temprano la mujer recibió una visita, pues la intención inicial de Miranda era agarrar a su hija y apartarla de Ignacio.

POV

— Nunca imaginé volver a verte, Miranda Del Castillo. — dijo Carmelo muy serio.

— Ni yo tampoco, eres a la última persona que quería ver en la vida. — respondió Miranda restándole importancia a la presencia de Carmelo.

— Solo vine a advertirte que si no quieres que tu hija te odie para toda la vida, mejor no interfieras en la relación de ella con mi hijo, al menos ellos si tendrán su final feliz. — advirtió Carmelo con una mirada sombría.

— No se te ocurra decirle nada a mi hija, ella no es culpable de nuestros errores. — respondió Miranda.

Miranda ya había leído lo de la supuesta relación de su hija con Ignacio, pero pensó que todo debía ser un malentendido, pero la visita de Carmelo le estaba demostrado que no había ningún malentendido y que Isabella e Ignacio estaban saliendo, cosa que a ella no le gusto mucho, pues en cualquier momento podía salir a la luz su negro pasado.

Fin del recuerdo.

— No estás enojada, mamá?. — pregunto Isabella con temor, ya que su mamá era inestable.

— Para nada hija, me alegra que estén juntos, solo espero que Ignacio no te rompa el corazón, porque si lo hace yo misma le saco el suyo. — dijo Miranda con voz amenazante.

— No se preocupe señora, no es mi intención lastimar a su hija. — respondió Ignacio muy serio.

Después de aquella extraña plática Isabella e Ignacio se quedaron solos hablando en el estudio, les pareció muy extraña la actitud de Miranda, pero no le darían importancia, ya que ahora tenían muchas cosas de que hablar, estuvieron solos en el estudio aproximadamente una hora, hasta que les notificaron que la cena estaba servida, al llegar al comedor ya Miranda se encontraba en este, la mujer tenía la mirada perdida como si estuviera recordando algo.

— Te pasa algo mamá?. — pregunto Isabella preocupada.

— No, qué puede pasarme, solo estoy algo pensativa y a todas estás, piensan dormir en la misma habitación?

— Claro que no mamá, Ignacio y yo apenas estamos empezando una relación, así que nos tomaremos nuestro tiempo. — respondió Isabella sonrojada.

— Bueno como actualmente las cosas se manejan de manera diferente, pensé que... Bueno no importa, los felicito muchachos y espero lleguen a ser felices juntos.

Después de la cena Miranda se retiró a su habitación, ella estaba algo dispersa, su mayor temor era que su hija supiera la verdad de ella y de su origen, no quería perderla, pues era lo único que tenía en la vida.

— Tu mamá está muy extraña!. — comento Ignacio confundido.

— También lo noté, pensé que se opondría a nuestra "relación". — respondió Isabella preocupada.

Después de una hora conversando de todo un poco, ambos se fueron a descansar, Isabella no podía creer todo lo que había ocurrido durante el día, está mañana ella era simplemente Isabella y ahora era la prometida de uno de los hombres más codiciados del mundo, pero solo era una ilusión, ya que ella aún tenía el corazón dolido por lo que le había hecho Álvaro.

Después de bañarse Isabella se fue a la cama, esa noche no estuvo muy tranquila, ya que pasó toda la noche soñando con sus tragedias, despertó y al ver su reloj se dio cuenta que eran apenas las doce la la noche, así que se levantó y fue a la cocina, le hacía falta un vaso de agua fría, Isabella parecía un gato ladrón, ella trato de no hacer ruido alguno para no despertar a las muchachas del servicio que dormían cerca de la cocina, mientras ella buscaba su agua tropezó con una gran muralla, cayendo hacia tras, Isabella cerró los ojos esperando el golpe, pero en ve de eso, ella sintió unos fuertes brazos alrededor de su cintura, al abrir los ojos se encontraro con los ojos más oscuros que jamás había visto, eran los ojos de Ignacio.