Un giro inesperado en el destino de Elean, creía tener su vida resuelta, con amistades sólidas y un camino claro.
Sin embargo, el destino, caprichoso y enigmático estaba a punto de desvelar que redefiniria su existencia. Lo que parecían lazos inquebrantables de amistad pronto revelarian una fina línea difuminada con el amor, un cruce que Elean nunca anticipo.
La decisión de Elean de emprender un nuevo rumbo y transformar su vida desencadenó una serie de eventos que desenmascararon la fachada de su realidad.
Los celos, los engaños, las mentiras cuidadosamente guardadas y los secretos más profundos comenzaron a emerger de las sombras.
Cada paso hacia su nueva vida lo alejaba del espejismo en el que había vivido, acercándolo a una verdad demoledora que amenazaba con desmoronar todo lo que consideraba real.
El amor y la amistad, conceptos que una vez le parecieron tan claros, se entrelazan en una completa red de emociones y revelaciones.
NovelToon tiene autorización de Tintared para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Falsa reconciliación.
Llegué a la casa lleno de furia, dejando el auto mal estacionado, casi chocando contra el muro. Entré casi aventando la puerta, el ruido reverberando en el silencio. Nelly se encontraba sentada en la sala de estar, bebiendo una margarita con una calma exasperante, como si nada, su victoria personal. Al verme, se sobresaltó, y el personal de la casa se apresuró a salir de la habitación, manteniendo su distancia, sabiendo la tormenta que se avecinaba.
"¿Acaso te volviste loca? ¡¿Qué fue toda esa mierda?!", grité, alzando la voz y manoteando en el aire, mi autocontrol desintegrándose en mil pedazos.
Ella se levantó rápido del sillón, dejando a un lado su copa, con un aire de inocencia forzada.
"¿No me digas que se ofendió?" Su tono era de burla, una sonrisa perezosa en sus labios, disfrutando de mi rabia.
"¿Qué esperabas? ¿Que se pusiera a dar saltos de gusto?" Mi voz se elevó aún más.
"Tranquilo, no es para tanto, yo estaría más que feliz de haber pasado la noche con un hombre como tú. Te hice un favor al decirle solo la verdad." "Ya no la necesitamos, no tienes por qué continuar está farsa" Había una maldad calculada en su sonrisa, un brillo en sus ojos que me heló la sangre, una verdad retorcida.
"¡Ese es mi maldito problema! ¡No tenías ningún derecho de hablar así y mucho menos hacerla sentir mal! ¿En qué estabas pensando?" Mi voz era un trueno que resonaba en la estancia, una defensa desesperada de la inocencia de Carter.
"Lo hice para evitarte problemas, estoy contenta por ti, aunque dudo mucho que haya valido la pena." El veneno de sus palabras era innegable, un dardo directo, minimizando la conexión entre Carter y yo.
"Por favor, vete. Quiero estar solo." Me di la vuelta, la cabeza me punzaba de ira, pero Nelly me tomó de la cintura, su cercanía era asfixiante, una posesión que me ahogaba.
"No hagas berrinches. ¿De cuando acá te enojas conmigo?." Sus palabras sonaban a una disculpa forzada, pero sus ojos delataban una intención ulterior, una victoria sutil, su plan maquiavélico.
"¡Lo hiciste para molestarla!"
"Lo hice para que no se hiciera falsas esperanzas después de dormir contigo. Te dije que no es ninguna santa, no fue difícil meterla en tu cama." La condescendencia en su voz me hizo hervir la sangre, cada palabra un insulto, una calumnia disfrazada de preocupación.
"No sabes de lo que hablas." Apreté los puños.
"¿Y qué tal estuvo? Por lo visto es malísima..." Su tono se volvió más grave, más insinuante, deleitoso en la posibilidad de la humillación de Carter.
"Ese no es asunto tuyo. Lo que haga o no con Carter es algo que no te incumbe." Mi voz era una advertencia, marcando un límite que ella no respetaba.
"Ahora resulta que no me incumbe, jajaja, está bien. Si así va a ser ahora en adelante, nos vemos más tarde." Había una amenaza velada en su despedida, una promesa de venganza, su celosa naturaleza aflorando.
"Lo que hiciste fue con dolo, así que márchate si no quieres que esto termine mal." La paciencia se me agotaba.
"Elean, ya basta, me aburre hablar del tema, además yo soy la que debería estar molesta. Me mentiste, ¡No tenías por qué traerla aquí!"
"¡Estás hablando puras idioteces! ¡Estás demente por venir a mi casa a incomodar a mis visitas! ¡No te olvides que aquí tú no eres nadie!" ¡Tú no decides quien entra o sale de mi casa!" Las palabras salieron de mi boca sin filtro, alimentadas por la rabia, revelando mi furia ante su manipulación.
"Basta, ok. Estaba bromeando... No tienes por qué gritar" Su tono había cambiado, había un matiz de súplica, pero no de arrepentimiento genuino, una fachada.
"¡No! No tienes idea de lo que sucedió y llegas arruinando todo con tu maldito sarcasmo."
"¿Qué hice? No pensé que te afectaría tanto una broma." La incredulidad en su voz me exasperó, su incapacidad para ver el daño que causaba.
"No fue una broma."
"No estoy para tu mal humor, siempre he sido así y nunca te había molestado."
"Hoy lo hizo." La tensión era palpable.
"Basta, estaba molesta quizás fui un poco sarcástica." Su confesión sonó a medias, una concesión a regañadientes, sin una pizca de remordimiento real.
"¿Por qué lo hiciste?" La pregunta flotó en el aire, exigiendo una respuesta.
"¿Hice qué? Elean, no vine para jugar a los bobos, no creí que dos palabritas la hicieran llorar, cualquiera en su lugar estaría más que feliz." Nelly intentó desviar la culpa, minimizando el daño, su cinismo era palpable.
" Te estás metiendo en dónde no deberías." Mi voz era un hilo, la energía se me escapaba.
"No me hables como si no me conocieras, pasé la noche preocupada por ti, te estuve llamando y nunca respondiste, solo quise comprobar que todo iba bien después de lo de anoche, no es justo que me trates así cuando lo único que he hecho fue preocuparme por ti." Nelly descansó su cabeza en mi espalda, sentí su respiración agitada, la falsa inocencia de su postura, el intento de manipulación para recuperar mi afecto.
La furia que sentía en mi interior, alimentada por la rabia de la escena con Carter, se evaporó al sentir su tacto, reemplazada por una agotadora resignación.
"Sabes que jamás te haría daño ¿Cierto? Dijo con un tono suave. "Somos solo tu y yo contra el mundo. ¿Lo recuerdas?"
"En algo tienes razón, siempre has sido así ." Respondí resignado.
" Esto ha sido una absurda discusión." Dijo evitando mirarme.
"¿Estás llorando?" La pregunta salió antes de que pudiera contenerla, notando el temblor en su voz.
"No, idiota." Su voz se quebró. "No estoy llorando, me entró maquillaje en los ojos." Un débil intento de negar su vulnerabilidad, su máscara de frialdad comenzaba a resquebrajarse.
"Eso debe doler."
"Estoy bien, maldito engreído." La familiaridad regresó, un leve consuelo en la tormenta, una pequeña grieta en su fachada de celos.
"No quise hacerte llorar."
"No lo hiciste."
"En ese caso, ire a buscar algo para que puedas limpiarte"
"Que considerado eres" Sonrió con un aire de decepción.
"Aquí tienes" Ofrecí pañuelos. Nelly saco un espejo de su bolso y comenzó a retocar su maquillaje.
"Es la primera vez que te enojas conmigo por una tontería, sigo sin creerlo." Había una determinación fría en su voz, una promesa más que una disculpa, un desafío a su propia naturaleza celosa.
"¿Si? No vuelvas a hacerlo." La advertencia era clara.