El mundo conocido está dividido en tres reinos, el mundo humano, el cielo habitado por los dragones celestiales y los zorros inmortales, mientras que entre ambos reinos se encuentra el reino de las bestias demoníacas. El gran dragón celestial tiene tres hijos, dos príncipes y una princesa consentida.
Fue prometida a un matrimonio al que se niega rotundamente. Ella, Yareli, única princesa y gran comandante de los ejércitos celestiales que lideró varias batallas consiguiendo muchos logros. Siendo respetada por todos sus méritos y grandes logros, ahora se veía en la obligación de casarse con alguien que mi siquiera conoce.
¿Qué pasará con ella cuando logré escaparse?
NovelToon tiene autorización de summer para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Cap #12
Masako estaba atónita por lo que estaba pasando. Ella recordaba que su hermana mayor era una cobarde, jamás se hubiera atrevido a responderle y menos a tocarla. Después de escuchar las frías palabras de Cixi, se sintió inquieta, un escalofrío acarició todo su cuerpo y se quedó mirando los ojos de su hermana sin reaccionar.
Las doncellas que habían venido con ella se sentían de la misma manera, pero volvieron en sí y empujaron a Cixi para que suelte a Masako.
- veo que tienen ganas de más-, comentó con una sonrisa Cixi mientras se acercaba a la cama para bajar al zorrito. Una vez que lo dejó ahí, le acarició la cabeza y le dio una sonrisa.
- ve humana, puedes sacarles los ojos para empezar-, hablaba mentalmente el cachorrito mirando a Cixi.
Ella, por otro lado, regresó para mirar a esas tres arpías que tenía en su habitación, miró fijamente a las doncellas quienes temblaron un poco por aquella mirada dando unos pasos atrás.
- les daré una sola oportunidad, ¡lárguense de aquí ahora!-, Cixi ordenó con un rostro serio.
Las doncellas se acercaron a Masako tratando de llevarla de ahí, pero ella era terca, no quería aceptar que su cobarde hermana mayor la estuviera desafiando directamente.
- ¿acaso crees que puedes darme órdenes? Tú, una maldita bastarda despreciada por la familia. No eres más que una maleducada y sucia huérfana. Tu madre no supo educarte bien. ¡Oh, no. Perdón hermanita!, olvidé que la zorra de tu madre murió hace 6 años-, dijo Masako con toda intención de herir a Cixi.
Ella por su parte con un rostro sin emociones se acercó a ella, y le dio una bofetada que dejó a Masako en el suelo. Luego se acercó a ella y la agarró de los pelos haciendo que la mire,
- escucha bien maldita bruja, a mi madre la respetas. No la confundas con esa zorra apestosa que tienes por madre. Recuerda bien mis palabras, "no menciones a mi madre con tu sucia boca nunca más"-. Cixi después de decir eso, la arrastró fuera de su residencia y la tiró al suelo, las doncellas no sabían que hacer y solo se acercaron a su señorita cuando esta estaba tirada en el suelo con el rostro enrojecido y un hilo de sangre.
Cixi pegaba fuerte, a diferencia de la antigua Cixi, ella era una guerrera, sabía dar golpes dolorosos.
- que esto les sirva de lección para no volver a mi residencia-, y mirando fijamente a Masako volvió a hablar con una sonrisa ladina;
- o juro que terminarás peor que yo en aquel bosque, querida hermanita-. Cixi se rio y sacudiendo sus manos como si se las estuviera limpiando después de tocar algo sucio, se dio la vuelta para entrar a su residencia y terminar con lo que estaba haciendo, debía terminar de bañarse.
El rostro de Masako estaba enrojecido, tenía su mano sujetando el lugar donde recibió el golpe y mientras aún estaba en el suelo, solo pudo ver la espalda de Cixi alejándose.
Las doncellas rápidamente trataron de ayudar a la segunda señorita, ambas intentaron levantarla, pero Masako las empujó y se levantó sola;
- inútiles, dejaron que esa estúpida se atreviera a golpearme. Luego de esto recibirán su castigo-. Masako quería descargar su ira, y las doncellas fueron los objetivos fáciles a su alcance. Regresaron a su residencia, dónde inmediatamente después de haber llegado, ordenó a sus doncellas que le traten el rostro golpeado, y cuando ya todo estuvo listo, ella llamó a unos guardias y les ordenó que le dieran 20 azotes a cada doncella.
Las doncellas rogaron, pidieron que se les tuviera piedad, pero nada sirvió, recibieron los azotes y fueron llevadas a sus habitaciones muy lastimadas.
Por otro lado, Cixi después de terminar su baño empezó a tratar la pata lastimada del cachorrito, ya estaba mucho mejor, pero cuando esas doncellas lo tiraron en el suelo, se había golpeado nuevamente.
- esas arpías, debí haberlas matado-, hablaba sola Cixi mientras terminaba de vendar la patita del zorro quien se encontraba algo molesto, ya que consideró que el castigo que Cixi le dio a esas mujeres fue muy suave.
- ni un ojo les sacó. Es realmente una tonta. Pero no importa, yo voy a ajustar cuentas con ellas esta noche-, empezaba a maquinar el zorrito astuto mientras ignoraba a Cixi porque estaba molesto.
El día transcurrió sin otras visitas en la casa de Cixi y Suibian. Tenían comida gracias a la magia de ella, pero una vida en esas condiciones no sería para nada buena, tenía que pensar en algo para sobrevivir, ya que no puede usar mucha magia, porque después se cansa bastante.
- mi espíritu está muy débil. Esto es realmente molesto, ¿tendré que buscar trabajo para sobrevivir como cualquier otro humano? Esto es realmente una molestia-, Cixi suspiraba sentada en el techo de su casa.
Más tarde bajó, y se acostó. Cómo ya era muy tarde, se encargaría de pensar en algo mañana. Por su parte el cachorrito estaba esperando que Cixi se quede dormida para salir. Cuando estuvo seguro de que ella estaba durmiendo, salió sigilosamente y olfateó en el aire, tenía el olor de aquellas dos doncellas que se habían atrevido a ponerle sus manos encima.
- vaya, ahí están. Y no muy lejos-, pensó y se dirigió a dónde se encontraban las dos doncellas postradas. Cuando llegó, se encontró con un buen lugar y, a las dos mujeres acostadas, estaban boca abajo por el dolor de los azotes.
- este lugar se ve casi mejor que el hogar de mi humana-, pensó Suibian mientras se acercaba sigilosamente a las dos doncellas dormidas.
Suibian cuando estuvo lo suficientemente cerca, empezó a absorber la energía de ambas, hasta dejarlas en estado de coma.
- que esto les sirva de lección. Veremos si sobreviven-, pensó Suibian volviendo a salir de ese lugar, pero en eso siente que le crece algo, y es su cola. Le estaba saliendo su segunda cola. Él se puso feliz, pero había algo que le molestaba;
- tengo que ocultar mi segunda cola. Debo seguir siendo un zorro amigable-, pensó.