Última Parada

Hemos llegado a ver la antigua estación esta de cars.

El bebé de Jorge aún duerme. No sé si debería de tocarlo para ver si tiene fiebre, porque respirar respira.

Hay gente haciendo fotos e incluso al camión. Por como hablan, no son de este país.

Suspiro y salgo de la cabina para fumar otro cigarro. Bien, cuando me termine el paquete no compro más y así evito malas tentaciones.

¿Y si cierro el camión y voy a dar un paseo? No, ese bebé no sabe mi número de teléfono para llamarme o con la mala suerte que tengo, seguro que algo malo sucedería por esto.

Termino de fumar el cigarro con desgana. Mejor lo llamo de una vez, además, que me importa? ¿Quería ver esto cierto?.

Entro de nuevo al camión, agarro mi cartera y le zarandeo un poco el hombro.

-" Tú, bebé... Arriba!". -- Se mueve pero para taparse más. -" ¡Cars!!! Los tienes allá afuera!!". -- Saca su cara de debajo de la manta y me mira somnoliento. -" Hemos llegado. ¿ Te quedas durmiendo o bajas?". -- Se levanta de un salto.

-" Voy, voy...". -- Se apresura a buscar yo que se. Este chico está ko.

-" Dudo mucho que estés bien, tiene mala cara".

-" No, no, todo... todo bien". -- Salgo del camión en cuanto veo que agarra esa chaqueta tan fea que no sé de donde ha salido. ¿Desde cuándo está de moda las chaquetas doradas?".

Baja despacio por el lado del conductor. Lo dicho, este chico no sabe ni donde vive.

-" Por favor, ponte con esas figuras, te hago unas fotos y regresas al camión. Ya te llevo algo del restaurante".

-" ¿Qué eres, mi madre?". -- Me mira como si fuera el diablo. -" Vete tú a comer y ya entraré". -- Le toco la frente.

-" Pobre de mi. Eres el típico paciente que cuando se encuentra mal, no hace más que estar malhumorado".

-" ¿Preferirías que estuviera como Orlando?". -- Levanto mi brazo para darle un buen puñetazo, pero se supone que el adulto soy yo.

-" Toma, haz lo que te dé la gana. Y ni te atrevas a irte con el camión porque donde te encuentre, te aplasto la cabeza". -- Le dejo plantado con la llave del camión y voy hacia dentro de ese restaurante ambientado en esa película.

La gente está como loca, sobre todo los niños.

Busco un rincón en la barra y por educación al no ser un lugar de los nuestros, me quito la gorra. Manías, o no, no lo sé.

La chica que me atiende es muy amable, demasiado habladora e incluso me explica que es raro que paremos camioneros, pero se alegra porque el camión encaja bien con el ambiente. Lo dudo, pero supongo que debe de ser amable.

Básicamente, me pido el plato especial con huevos revueltos, beicon, carne magra, verduras acompañados con una salsa de queso y agua.

Paso de refrescos, no estoy caminando mucho y eso haré cuando lleguemos a Oklahoma.

Se sienta ese bebé a mi lado. Nunca mejor dicho, porque se comporta como tal.

La chica le atiende y él no sabe bien que pedir, o saber, quizás no puede ni leer.

-" Pues probaré...".

-" Dale algo ligero al bebé, que nos espera un largo viaje". -- La chica nos mira a ambos.

-" Si mejor... algo ligero. Lo mismo que él".

-" Lo mío de ligero nada".

-" Pues te harás una bola en dos días". -- La chica se aguanta el reírse.

-" Póngale lo mismo, a ver si así calla. Y agua también, no sea que se ponga como una bola igual que yo". -- La chica dudosa se aleja. Miro mí teléfono para ver un mensaje de mi hermana.

Qué pereza. Que les ha llamado Margarita bla, bla, bla... En serio, que pesadilla de mujer.

-" Quien es ella?".

-" Mi amante". -- La contesto con el típico mensaje de que estoy en ruta, que no la haga caso y que cuando regrese ya veré que hago.

-" En el fondo te puedo. Lo siento por lo de antes".

-" ¿Qué tú me puedes? ¿En qué?". -- Bebo un trago largo de agua.

-" No puedes dejar de hablarme". -- Resoplo. -" ¿ Quién es ella?".

-" Eres un pesado. ¿A qué debo de contarte mi vida? Céntrate en tus asuntos que bastante tienes ya".

-" Tienes razón. Ya me lo dirás sin que te pregunte de nuevo". -- Los platos llegan, y ver su cara de 'esto es demasiado' no tiene precio.

-" Bueno bebé, adelante". -- Le golpeo la espalda, y al no tener la chaqueta, noto como ha sudado bastante. -" En el camión te cambias o agarrarás frío, te duermes de nuevo y a ver si así aguantas el viaje". -- Empieza a comer. Es gracioso verlo como en verdad le cuesta tragar pero intenta que no sé note. -" Disculpe". -- Llamo a la chica para pedirla si tiene algo para el dolor de garganta. No sé por qué, la mirada de este pesado se clava en mí.

Me da un caramelo de esos para la garganta y se marcha sonriendo. -" Toma. Qué me estás poniendo nervioso". -- Con cara sería se tira un buen rato chupando. -" ¿ Te guardo las banderillas de la carrera de Car-s?". -- No sé porque, pero me da la risa. -" Niños... Pero es graciosa esa película animada. Con Rayo Mcqueen ya habríamos llegado". -- Sigo comiendo. La verdad, que está muy bueno.

Tras terminar pido un café bien largo para hacer rato a que este niño se decida si seguir comiendo o dejar de hacerlo. -" Si no quieres más, lo dejas". -- Suspira.

-" La comida del plato se termina".

-" Por dios... ¿Disculpe? ¿Puede ponerle esto para llevar? Tenemos algo de prisa...". -- En serio, la chica ahora ya no sé por qué se ríe. -" Y la cuenta, por favor". -- Pese a que hay gente, es bastante habilidosa. -" Vámonos ya...". -- Salimos del local y ahora se ríe este pesado. -" ¿ Y el chiste cuál es? Porque dudo que ella se haya reído de una cosa y tú de otra".

-" Hay en otras culturas que llamara bebé a alguien es llamarlo de forma cariñosa... Quizás ella lo ha interpretado así".

-" ¡ Ho!! Eso si que es un chiste, el que te llame de forma cariñosa a ti".

- Pues lo haces". -- Me quedo parado en medio de esas figuras.

-" La fiebre te está afectando". -- Le toco la frente. Quizás tenga alguna décima pero tiene mejor cara. -" Pues no. Es que eres tonto de serie".

-" Solo estás agobiado. Deberías de pasar de llamadas mientras trabajas. Si es algo urgente que te llamen, si no que te hablen al llegar".

-" Bueno, mí suegra molesta a mí hermana, no es eso algo que hay que atender?".

-" ¿Ves como te puedo?". -- Pasa delante de mí como si nada, abre el camión por el lado del conductor. -" ¿ De nuevo fumas?".

-" Vete adentro". -- Le empujo y pasa a su asiento rápido. -" Deja de fijarte tanto en pequeños detalles".

-" Los pequeños detalles son los que importan". -- Suspira y se empieza a quitar las ropas.

-" ¿Pero que hace?".

-" Cambiarme. ¿ No me has dicho eso antes?". -- Sin camiseta, dejando al descubierto ese torso sudado con algo de bello sobre la línea del pantalón y esos cabellos algo alborotados dándole un aire muy sensual...

-" Cuando termines avisa". -- Me bajo del camión. Sí, a pasear, a fumar... A relajarme para que nada crezca debajo de mis pantalones.