Leonardo , Ethan Morgan el peor villado y más temido de la historia.
El se obsesiono con la protagonista trato de ganar su amor pero ella siempre lo rechazaba entonce secuestro y abusó de ella la torturo de muchas forma por que ella no lo amaba así que cuando rescantaron a la protagonista el fue sentenciado a guillotina ademas de ser torturado de una horrible manera fue sentenciado publicamente a morir .
Aquí dentro yo he renacido en el cuerpo del villano .
¿ Como lograre evitar mi muerte ? Tendre que hacer muchos arreglos a este retrasado mundo y desde luego aprender todo para ser un buen duque cambiare mi final .
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Mi vida en estos 3 años
Ethan
Ethan tenía solo tres años, pero entendía el miedo. Era un sentimiento que se había vuelto tan común como el hambre que a veces lo atormentaba cuando el duque no estaba satisfecho con él. Esa noche, el eco de los gritos atravesaba los muros gruesos del ducado, y su pequeño corazón latía con fuerza mientras sus manos temblorosas se aferraban a la tela de su camisa. Sabía que no debía salir de su habitación cuando el duque estaba de mal humor, pero no pudo evitarlo.
Cuando entró a la sala, el aire olía a hierro y a algo más denso que no comprendía del todo. Su madrastra, la duquesa Adriana, yacía en el suelo con el rostro bañado en lágrimas, su bello cabello rojo caía desordenado sobre sus hombros. El duque, su padre, la miraba con un desprecio helado.
—Mira, Ethan —dijo el duque con voz áspera—. Esta mujer es una zorra mentirosa. Nos ha traicionado. ¿Sabes lo que hacemos con las traidoras?
Ethan negó con la cabeza, sus labios temblaban. No entendía por qué su padre estaba tan enojado. Adriana siempre había sido buena con él. Lo abrazaba cuando tenía miedo, le cantaba cuando no podía dormir, y le decía que era especial, que merecía amor.
—Las castigamos —respondió el duque, con una sonrisa cruel.
Ethan quiso protestar, decirle que estaba equivocado, que Adriana no era mala, pero las palabras no salieron de su boca. Su cuerpecito temblaba más fuerte cuando su padre la golpeó otra vez, haciendo que un gemido de dolor escapara de sus labios. Sus grandes ojos brillantes se llenaron de lágrimas, pero no se atrevió a llorar en voz alta.
—Ven aquí —ordenó el duque, y el niño obedeció, aunque todo en su interior le pedía que corriera. Su padre puso en sus pequeñas manos un puñal. Pesaba más de lo que Ethan imaginó, y la hoja brillaba fría bajo la luz de las lámparas.
—Mátala —susurró el duque—. O te mataré a ti.
Ethan no entendía por qué tenía que hacer algo tan horrible. ¿No los amaba Adriana? ¿No los cuidaba? Su pecho se sentía pesado, como si el miedo lo ahogara desde adentro. Las lágrimas rodaban silenciosas por sus mejillas, mientras miraba el rostro herido de la duquesa. Ella le sonrió débilmente, aunque su cuerpo estaba cubierto de sangre.
—No tengas miedo, cariño —dijo con voz suave—. No es tu culpa. Yo te amo.
Esa confesión quebró algo en él. Nadie le había dicho antes que lo amaba. No su padre. No su madre, quien lo había abandonado cuando aún no caminaba. Solo Adriana. ¿Por qué tenía que hacerle daño?
Pero el duque lo empujó hacia adelante, sus dedos se clavaron con fuerza en sus hombros.
—Hazlo, Ethan. O acabaré con los tres.
El niño sollozó, su inocencia se desgarraba en pedazos dentro de él. No quería morir. No quería que su hermanito Noah muriera. Con sus manitas temblorosas, levantó el puñal, pero no pudo hacerlo. Estaba paralizado por el terror y el dolor.
El duque, irritado por su debilidad, lo apartó de un empujón y alzó la hoja él mismo. Ethan gritó cuando la estaca se hundió en el pecho de Adriana. Sintió que el mundo se rompía. Algo cálido y pegajoso manchó su rostro cuando la sangre brotó con fuerza. Su luz… su única luz, se apagaba frente a él.
—No… mamá… —susurró con voz quebrada, aunque sabía que no era su verdadera madre, pero ella lo había amado como si lo fuera.
Adriana extendió una mano ensangrentada y tocó su mejilla con delicadeza. Sus labios temblaron al hablar.
—Eres… un buen niño… por favor, cuida de Noah. Sé fuerte… vive… —Y con esas últimas palabras, su mano cayó inerte.
Algo en el corazón de Ethan se rompió. El brillo inocente en sus ojos comenzó a desvanecerse, reemplazado por algo más oscuro y frío. El duque lo miró con desdén, limpiándose las manos ensangrentadas en un pañuelo.
—Recuerda esto, Ethan —dijo con voz cruel—. Los débiles no sobreviven en este mundo. Si quieres vivir, apaga tu corazón. Las emociones te hacen débil.
El niño no respondió. Sus lágrimas seguían cayendo, pero su interior se volvía un desierto helado. A partir de ese día, Ethan comprendió que el amor solo traía dolor. Y si el mundo quería un monstruo… él se convertiría en el más temido de todos.
La mirada apagada de Ethan
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Leonardo Ethan Morgan Veroti 4 años
Alphonse, Noah Morgan Alcalá.
Solo es el bebe no encontraba un bebé con la característica que quería hasta que por fin lo encontré pero estaba ella.
Adriana Alcalá
Liliana Ariza
Lían Ariza de un tres años
Lían bebe
Lía Ariza de tres años
Lía de un año
Lía bebé
No se supone que sigue siendo un mocosillo de 4-5 años??? KDJAKDJAJDHAKDH