El Acuerdo

La moto recorrió la ciudad a gran velocidad, pronto llegó a la pista, gia miro desde afuera el lugar

— Vaya que recuerdos

— Venías seguido aquí legeia

— A veces leo me traía, ya sabes pesaba mucho antes, este lugar no juzga por cómo eres más bien si tienes talento, si eres gordo pero con talento le entras.

Leo miro alrededor.

— La bebé ya debería de a ver llegado, dónde está

— Hey leo, aquíen buscas.

El miro a su grupo de amigos, no les gustaba enredarse en muchas peleas, por eso practicaban con las motos muy seguido olvidando de andar por ahí buscando con quién pelear, todos tenían colores diferentes en el cabello.

— Estoy esperando a mi bebé, se supone que ya debería estar aquí.

Sus ojos llevaban preocupación no quería que le pasará nada en el camino.

Sus amigos se miraron unos a otros y se rieron.

— Tu, diciendo esa frase Jajaja conseguiste novia.

El patio a su amigo

— No idiotas.

Sus amigos se burlaron.

— Si claro te creemos, pensé que no superarías tu última ruptura.

todo el traje de motocross de leo era negro.

Leo los miro enojado.

— Tonterías mi bebé si es una chica pero no la veo de esa manera, ella es una chica pasada de peso a la cual quiero mucho.

Todos quedaron desconcertados.

— A ver explícate mejor.

El se sentó a su lado y se recostó en la pared.

— Su nombre es legeia es una amiga de mi infancia, vivimos en el mismo vecindario hasta que cumplió 15, siempre fue gorda pero era muy amable a pesar de que la molestaban, su madre la envío dónde una amiga medio año cuando era pequeña por qué estaban pasando por una situación difícil, Cuando regreso no dejaba de hablar de un tal hermano Leonard así que le dije que si seguía no le hablaría más, soy celoso con ella, es una lástima que se fue cuando tenía quince, en fin cuando vean a una chica gorda de cabello negro en mi moto me avisan.

Todos entendieron.

— No te preocupes leo, la trataremos como a nuestra bebe también.

El sonrió, por eso le gustaban esta clase de amistad sincera.

Uno de sus amigos reconoció la moto de Leo

— Creo que llego, no creo que estuviera muy lejos.

Gia detuvo la moto frente a ellos.

Todos miraron a las dos mujeres, no había gorda en ella de hecho las dos eran muy hermosas.

Gia se quito el casco miro al chico de cabello azul y corrió hacia el y lo abrazo.

— ¡leo! Tiempo sin verte.

El abrazo su cintura, pero estaba muy sorprendido, dónde quedó La amiga de la que hablaba.

— Hey leo me estas escuchando.

El la aparto, miro bien su rostro y camino alrededor no pudo evitar preguntar.

— Donde dejaste a mi bebe.

Ella lo miro enojada

— Tonterías, debiste haberme dicho, wow que cambio me encanta, por qué me sales con esta.

Su voz sarcástica lo calmo, esa era su amiga.

— Olvídalo cambio lo de afuera lo de adentro sigue igual, chicos vengan les presentaré a mi bebé.

Todos se levantaron.

— Oye leo dijiste otra cosa, no era ella gorda ya me había hecho a la idea.

El golpeo su hombro.

— Camilo es mi amiga y punto, han pasado cuatro años desde entonces es normal que no sea la misma por fuera pero sigue siendo la misma desde adentró, también estoy sorprendido

Todos asintieron y se presentaron, ella presento Anais.

— Oye bebé una carrera.

Dijo leo quería ver qué tanto había aprendido.

— Bueno, si tanto insistes

Ella recogió su cabello en un moño.

Leo tomo la moto de su amigo y empezó la carrera.

Anais miro los saltos que daban, su corazón estaba acelerado y no era la que competían.

— Que pasa si se caen, esas rampas son seguras.

— No te preocupes Anais ambos ya deben estar acostumbrados, quieres practicar te llevo.

Ella lo miro.

— No pienso arriesgar mi vida ahí.

Los demás empezaron a reír, ella era muy ocurrente.

— Oye cómo vienes aquí solo para ver, cuando se hace un deporte extremo no solo vez lo pruebas, la adrenalina es algo genial, así como esto.

Anais sonríe pero no pensaba hacerlo.

Cuando terminaron leo la miro sorprendido.

— Vaya gia eres genial, que tal entrar en mi equipo.

— Ella se bajó de la moto.

— No puedo tengo una empresa de la cual encargarme, la verdad ya no tengo tanta libertad como antes además, estoy comprometida.

Leo se sorprendió y agarró su mano.

— Comprometida, te vas a casar.

Todos la miraron sorprendidos.

— Oye bebé de leo cuántos años tienes que te vas a casar.

— 19

— Vaya los ricos tienen gustos muy raros, yo apenas estaría decidiendo que estudiar en la universidad.

Los demás asintieron, gia miro a Anais y sonríe.

— Todos ustedes son pobres.

Pregunto Anais Todos dejaron de hablar y la miraron.

— Lo siento si los ofendí

Ellos negaron

— No te preocupes, no todos somos ricos pero que va, llevamos sangre roja en la sangre, no importa si uno tiene dinero o no somos humanos, además aquí no se mide si eres rico o de escasos recursos aquí se mide por habilidad lo que, tú señorita te da miedo a intentar.

Anais sonríe, por alguna razón le parecían más liberales la alta clase es extripta si no es uno de ellos con bastante dinero nadie te toma enserio o te habla.

— Vaya entonces puedo ser amigo de ustedes o les importa el dinero.

Todos la miraron ella venía vestida con ropa de marca y parecía una chica rica a diferencia de legeia que aunque su ropa era de marca encajaba más entre ellos.

— Tu si eres rica verdad.

— Si, pero ustedes dijeron.

— Está bien, no nos importa, no se pero en cada grupo de amigos debe de a ver chicas, la bebé de leo es una chica que nos asimila bien tu puedes ser la que todos protegemos bienvenido al grupo Anais.

— PERO QUE GRUPO DE PACOTILLA TODOS PINTADOS, LES HAN DICHO QUE PARECEN UN ARCOIRIS

Todos suspiraron

— Alerta hostin, Anais mira este tipo es el uno porciento que se cree que todo lo puede por qué tiene poquito de habilidad y dinero.

Hostin era un tipo alto de cabello negro y ojos cafés, el mismo círculo rico de leo, ambos se enfrentaron.

— Vaya hostin tiempo sin verte no te había castigado papi.

Dijo leo, Hostin se burlo.

— No se pregúntale a tu hermano, papa volvió a ganarle un trabajo.

Leo frunció el seño, por estos dos tipos mi hermano ha estado de mal humor últimamente.

Anais miro a gia.

— No le ayudarás.

— ¿Por que? que se defienda solo, el es bueno en eso

Ella tomo un jugo de la máquina y continuo viendo.

Leo sonrió.

— Así, pues mi hermano gano el terreno que tu padre venia viendo desde hace años.

El rostro de hostin se oscureció.

— Pues a tu hermano le toco tomar la propuesta de la pequeña empresa por que no pudo ganarle a mi padre.

Ambas miraron las palabras tontas que se lanzaban, pero de hecho era una pelea de orgullos.

hostin pensó por un momento y continúo

— Como se llamaba esa empresa… era, era, Magnet technology

El jugo de gia salió disparado, todos se giraron hacia ella, ella continuo tosiendo.