La Trampa

Al siguiente día, la señora Millis estaba que se partía de la risa tras el relato de Aossi de su cita con el flamante futbolista Dante Mercado, sobre todo porque le contó cómo el tipo se siente parido por Dios y cómo vio a escondidas cuando llegó corriendo a buscarla, al darse cuenta de que la había abandonado.

Aossi: (Indignada) ¡¡Pero eso fue hasta las 7 de la noche!! ¡¡Quiere decir que el tipo salió de su entrenamiento, se fue de parranda, hizo lo que quiso con sus cuates, se fue a coquetear o lo que sea y sólo al final se acordó que me había abandonado!! ¡¡Definitivamente es el peor tipo que me he encontrado en mi vida…!!

Yo había regresado hacía poco de mis actividades cuando Mary, la sirvienta, me preguntó si lo dejaba pasar, así que rescatamos su ramo de claveles de la basura –que por cierto ya tenía olor a basurita—y le pedí que se lo regresara.

Tras eso, el tipo solamente se fue. La verdad estará muy guapo, pero es un verdadero patán que sólo piensa con las patas (en sentido literal y figurado).

Señora Millis: (Contenta) No te preocupes, ese es sólo un tonto, tienes toda la razón, no vale la pena. Pero entonces, ¿ya no vas a recibir a nadie más?

Aossi: (Suspirando) Eso me encantaría, pero me comprometí a tener una cita con cada uno de los candidatos, no sé cuántos serán, pero espero no pasen de dos.

Señora Millis: (Emocionada) Pues esperemos que sean pocos, como ya te dije…

Aossi: (Fastidiada por el tema de las citas) Sí, sí, sí, sus nietos, pero por favor… antes de presentármelos, deme chance de salir de este atolladero y ya veremos. Sólo espero que sus nietos no sean como el tipo de ayer, porque creo que después de esto quedaré curada de espanto, jajajajaja.

Señora Millis: (Desconcertada) Está bien, está bien… ¿Pero entonces, hoy no fue nadie a buscarte?

Aossi: Pues no, nadie llegó, al menos hasta que salí para acá. No desayuné más temprano o me apresuré con la comida… de verdad, pero si no llegó al momento en que estaba yo disponible… no tiene derecho de reclamar, al final de cuentas, yo tengo cosas qué hacer, así que me fui, no tengo por qué estar mendigando sus visitas.

Mientras decía esto, Xante estaba más que molesto, porque Aossi se fue sin esperarlo. Él se retrasó porque a medio camino su auto se descompuso, trató de llamarla para avisarle, pero salía una grabación diciendo que el número ha sido suspendido, y en lo que llamó al técnico, revisaron el coche, llegó la aseguradora e hizo los trámites, y consiguió un nuevo auto, arribó después del medio día a la mansión de los Covarrubias, sólo para enterarse de que la chica salió sin decir a dónde iba después de desayunar.

Esa misma tarde, Aossi terminaba de ayudar a Fred con el grupo de baile que lidera con chicos de comunidades marginadas, y le contó lo que está pasando en la familia Covarrubias.

Fred: (Burlándose) Jajajajajajaja, así que ¡¡te dejó botada en la cancha de futbol!!

Aossi: (Molesta) Bueno, tanto como botada pues no, porque yo me largué en cuanto me dejó ahí, no lo iba a estar esperando, pero dime, darme claveles amarillos y botarme después, ¿no es más que evidente que no tenía la menor intención de salir conmigo?

Fred: Jajajaja, sí, en eso tienes razón. Oye, ¿y si para tu próxima cita implementamos el plan de acción 724?

Aossi: (Reflexionando) No estaría mal… así por lo menos tendría algo decente qué hacer. Muy bien… (jugando) esclavo de abordo… prepárate para el próximo sábado, porque tendremos una cita…

Fred: (Dubitativo) Por cierto, ¿recuerdas al admirador secreto del que te hablé la otra vez?

Aossi: ¿En serio? Sabes cuánto me pesa hablar de estas cosas… además, creo saber a quién te refieres…

Fred: (Sorprendido) ¿En serio?

Aossi: (Suspirando) Sí, y permíteme decirte una cosa, él ya tuvo su oportunidad, pero decidió no tomarla, así que ahora no debía quejarse.

Fred: (Negociando) ¿En serio? ¿Cuándo? ¿Podrías darle una nueva oportunidad?

Aossi prefirió no responder, porque al final de cuentas, aunque Omar es un buen chico y ella lo aprecia mucho, al igual que al otro hermano de Fred, él la dejó sola cuando más lo necesitó, así que no piensa perdonar eso.

.

.

.