Un día eres el soltero más cotizado, mujeriego y millonario y otro día te obligan a comprar una esposa.
Edward, pensó que lo tenía todo a sus veinticinco años pero le faltaba algo, una esposa, así que tendrá que comprar una o su fortuna se le irá de las manos.
NovelToon tiene autorización de Smiling_2.0_ para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
13.
Hola, aquí la autora:
¿Cómo están? Quiero deciros algo, una vez más, este libro está en edición. Cómo muchos ya lo habéis visto, hay cosas que no cuadran y se debe a que lo estoy editando desde cero. Los capítulos editados son aquellos que solo tienen el número, por ejemplo: 1.
Así, sin títulos.
Esto, se debe a que el Edward que había escrito era tan criticado por ser un hombre inmaduro, egocéntrico y muy pero muy arrogante, cómo decía, también esto se debe a que era muy críticado y créanme eso dolía porque no solo lo criticaban mucho a él, a mí también, ver los malos comentarios...causaban un bajón en mí que decidía dejar de escribir por días mientras me encontraba editando más de mis novelas, como saben (si es que lo saben) tengo más historias, así que... simplemente eliminé algunos comentarios ofensivos hacia mí. Unos que de verdad no me los merecía porque como muchos saben, esto es una historia, no es real, no creo merecer insultos solo por ello. Entonces, cambié el rumbo de la historia, no todo pero si MUCHAS COSAS. Espero os guste esta nueva versión, a los que le darán la oportunidad por primera vez, así que os diré que el libro sigue en edición, gracias por su comprensión. Bendiciones para todos💗✨
[EDWARD]
No siquiera tenía su contacto.
Pero si recordaba donde vivía.
No había visto la hora, oh mierda, era casi medianoche.
Pensé, debe estar dormida. Y también pensé que se molestaría por ir a verla tan tarde, pero también pensé que no iba a poder estar en paz con esto. Así que me había válido una mierda lo que dijera o pasara, solo quería verla y disculparme por lo de esta mañana.
¡PERO NO LE DEBES UNA DISCULPA!
¡NO HICISTE NADA!
Sí lo sé, es una excusa.
¿Contenta, conciencia gilipollas, que no me ayudas en mucho?
Sí, ¿Tanto te costaba asimilarlo?
Jódete.
Vale, me estoy volviendo loco. Peleo con mi propia conciencia.
Estaciono con el miedo recorriendo cada parte de mi sistema.
Me preparo mentalmente para lo que voy a decirle.
Si me dijeran que una noche cualquiera iba a estar tocándole la puerta a una chica para pedirle una disculpa que no existe, os juro que no os hubiera creído. Sí, eso estoy haciendo justo ahora. Tocando la puerta una y otra vez de manera insistente. Claro, no sin antes haberme tambaleado hasta aquí.
Y cuando pienso que fue una mala idea ella parece...
Su figura aparece delante de mí.
Con claridad puedo ver sus labios entre abrirse un poco, lo sé, no se lo esperaba.
Woody: ¿Edward...?.- dice algo atónita.
Edward...
¿Qué se sentirá que gima mi nombre mientras la penetro una y otra vez?
Oh, no ¿Qué mierdas estás diciendo, Edward?
Creo que me estoy volviendo loco. Justo ahora estoy muy caliente, debe ser el efecto del alcohol.
Edward: Hola.- dije también algo atónito de verla.
Jamás imaginé que abriría.
La reparo un momento. Trae unos pantalones estampados, es un pijama, su cabello suelto, whoa, ella nunca trae el cabello suelto. De hecho una sola vez la he visto con el cabello suelto.
No parece haber estado dormida.
Woody: ¿Edward?.- vuelve a decir una vez más cuando me he quedado como todo un idiota mirándola sin siquiera parpadear.
¿Acaso estaba despierta?
Mi corazón empezó a ir más rápido. Sí, se acaba de acelerar, vaya mierda¿Qué cojones es esto? ¿Acaso es un sentimiento?
Cada que ha dicho mi nombre no puedo evitar sentir algo que simplemente no tiene respuesta.
Edward: Hola.- murmuré una vez más tragando saliva.
¿Pero qué tengo? ¿Doce años?
Ni puta idea.
Woody: ¿Qué haces...?.- sacudió un poco su cabeza.___ ¿Qué hace aquí?.- dijo retractando lo de hace un segundo.
Edward: Yo...
No sé qué decir, o qué me pasa.
Vale, he vuelto a tener doce años.
Vaya mierda.
Parezco un crío de doce años.
Ella hundió un poco el cejo y pareció interesada en mi respuesta.
Edward: Siento mucho si te desperté.- dije intentando sonar lo más sobrio posible.
Ella me reparó un momento.
Woody: ¿Usted...va borracho?.- encajó ligeramente una ceja.
Usted...
¡No te hagas el imbécil, cuándo fuiste tú el del "No más tuteos entre nosotros!
Ajá, ya entendí.
Asentí levemente.
Lo estaba.
El alcohol me había vuelto valiente y me había traído hasta su puerta.
Edward: Creo que te debo una disculpa. Siento mucho lo de esta mañana.- me disculpé.
Vale, lo había dicho.
El alcohol si que consigue hacer cosas que sobrio no.
Ella se quedó en silencio un momento sin quitarme la mirada de encima.
Woody: ¿Por qué "cree" qué es así?
Edward: No lo sé, quizás no...estoy para pensar justo ahora.- digo intentando sonar lo más sobrio y coherente posible.
Woody: Lo que me sugiere pedirle que se vaya.
Edward: No haré eso.
No estoy listo para dejar las cosas así, estoy siendo valiente gracias al alcohol, por lo tanto no creo marcharme justo ahora.
Woody: Creo que no debería estar aquí.- farfulló.
Edward: ¿Por qué?
Quizás quiero y me muero por preguntarte "¿Por qué no te gusto?" "¿Qué me has hecho?" "¿Por qué me estoy obsesionando contigo porque me mires de otra manera que no sea desinterés?"
Pues pregúntaselo si tanto te asfixian las preguntas.
Claro que no.
Woody: Ya se lo dije, está ebrio.
Edward: El que esté ebrio no quiere decir que me esté comportando cómo todo un imbécil justo ahora.- le suelto. Pauso un segundo.___ Solo quiero hablar.
Woody: ¿Y tiene que ser ahora? Es casi medianoche.
Edward: Lo sé, no me importa.
Woody: Tampoco es agradable para mí verle a esta hora y menos me parece bien que venga a buscarme a mi casa a casi media noche.
Edward: Pero lo estoy.
Woody: Porque está ebrio.
Toma, una verdad.
Eso no lo sabes.
Claro que sí, de estar sobrio no estarías aquí.
Edward: No me importa.
Woody: Edward...
Edward...
Cada que dice mi nombre consigue que tenga un efecto en mi entrepierna, es la primera vez que me sucede algo así.
Quizás te estás obsesionando con ella.
De ser así, sería mi mejor obsesión.
Escúchate...
Lo estoy haciendo.
Tragué grueso.
No sabía por dónde empezar.
Edward: Escucha Woody, intentaré sonar lo más sobrio y coherente posible.- dije tambaleándome un poco.___ Sé, que nosotros no empezamos las cosas bien, tu...tienes algo que no logro entender que es. Y aquello me está jodiendo cómo no tienes idea.- confesé rápidamente cómo si las palabras me fueran a ahogar en cualquier momento.
Woody: Eso ya no importa, lo del traje ha sido solucionado.
Edward: Es que no me estás entendiendo, ya no hablo sobre lo del traje. Hablo...de nosotros.
Woody: No hay un nosotros, Edward.
Que sí, porque yo siento que...
No lo digas en voz alta o me va a dar algo.
Edward: Lo siento yo...- negué.___ No sé qué hago aquí.- dije retrocediendo para largarme.
Vale, he vuelto a tener doce años cuando no sabía cómo expresarme. De hecho nunca he sido lo suficientemente bueno para eso. Pero yo siento, el problema es que no sé como explicarlo, como expresarlo y eso me jode de manera abrumadora.
Woody: ¿Hará esto cada que tenga la oportunidad?.- preguntó avanzando. Saliendo al porche donde yo estaba a dos pasos.___ ¿Vendrá a buscarme cada qué esté ebrio? Ya conoce mi casa.
Edward: No lo sé.
Woody: Pues no haga eso.- sentenció seriamente.
Edward: ¿Por qué no?
Woody: ¿Es en serio?.- esbozó una sonrisa absurda.___ Edward esto...
Edward...
Un solo "Edward" más y no creo contenerme por más tiempo.
Edward: No digas mi nombre.- negué cómo advertencia. Una que solo yo sabía.
Ella no entendió.
Woody: Creí que ese era su nombre.
Sí, lo es, pero tu no sabes lo que causa en mí cada que sale de tu boca.
No puedo evitar nublar mi juicio con ello. Con esto:
A ella encima de mí mientras jadea mi nombre una y otra vez, sus uñas clavándose en mi espalda, sus dientes mordiendo y succionando mi labio inferior mientras no deja de moverse encima de mí, cabalgándome. Mis manos alrededor de su cintura mientras sus pechos suben y bajan por el movimiento de ella deslizándose de arriba abajo una y otra vez, yo marcando su piel, dejando un rastro de qué es mía, uno que ningún otro puede borrar mientras la someto de tantas maneras que ella disfruta. La posesividad mientras devoro sus labios, mis manos descendiendo de su espaldaa sus caderas para apretar su trasero de manera posesiva y territorial.