Tentación Prohibida

Era una total locura lo que voy hacer pero tenía que buscarla hablar con ella, aclarar cualquier malentendido explicarle lo que había visto.

Fui a buscarla pero ya se había marchado, quise alcanzarla lo más rápido posible, llame al elevador una, dos veces y mi paciencia acabo baje velos por las escaleras apenas pude llegar ala recepción cuando atrás vez de los cristales la vi parada a un lado de la carretera, antes de lograr llegar a ella me vio y quiso huir de mi, intento cruzar corriendo al otro lado de la calle, el alma se me fue del cuerpo cuando el fuerte golpe se escuchó y su pequeño y frágil cuerpo se estalló en la acera devido al golpe de auto que la atropello.

Cuando llegue asta ellos el maldito que conducía ya estaba junto a ella se rascaba la cabeza mientras hablaba por teléfono, tal vez a una ambulancia.

En nada un grupo de personas ya estaba ahi, lo primero que hice fue acercarme a ella y checar su pulso para luego ver al tipo frente a mi y querer partirle la cara.

– Familiares de Isabella Vans– Se escuchó en el fondo del pasillo y Yelda se puso de pie inmediatamente respondiendo.

Apenas terminó de hablar con el médico se acercó a papá y a mí, para dar información.

Afortunadamente estaba bien tenía una lesión leve en la frente, pero tenía un brazo roto , supuestamente el brazo se había roto por qué ya había tenido una lesión tiempo atrás, Yelda dijo que tal vez había sido por qué según ella le dijo que se callo de la bicicleta hacia un par de meses.

Por el momento solo una persona podía entrar a verla y yo quería verla asegurarme que estaba realmente bien, aún que estaba dormida eso era mejor para mí haci podía ver cómo duerme y tal vez probar de nuevo sus labios, igual no pude y tampoco insistí por qué era absurdo que yo presisamente yo quisiera entrar a verla.

Despues de que hablamos con el tipo del accidente me fui a mi departamento, en ese momento explote terminé aceptando frente a Yelda y mi padre que empezaba a tenerle cariño de hermanos y por eso mi reacción.

Al pasar de 3 días no vi a papá en el trabajo y según me enteré por su secretaria que no habían ido a trabajar ni mi padre ni Yelda por qué Isabella sería dada de alta hoy.

Yo no regrese al hospital y mucho menos pregunté por ella por qué no era normal que lo hiciera además no era correcto, primero por qué lo que esperaban todos es que la viera como una hermana como mi hermana pequeña, era enfermo lo que pasaba por mi cabeza cuando pensaba en ella, no podía seguir así tenía que poner distancia con ella antes de que no pueda controlar mis sentimientos.

Una semana después mientras estaba en una reunión importante recibí una llamada igual de importante era el portero del edificio donde yo vivía, mi departamento estaba ardiendo en llamas, como era posible al parecer un corto circuito, todo de dentro de el estaba arruinado.

Mi humor no era el mejor pagaba lo suficiente para que el mantenimiento de mi departamento estuviera en perfectas condiciones y resulta que de la nada ni departamento se había incendiado, despues de hacer mil corajes y explotar se llegaron las 6 de la tarde no tenía casa ni ropa y había perdido todo un día de trabajo.

Empezaba a a solucionar las cosas, mi secretaria se estaba encargando de comprar mi ropa y zapatos mientras yo buscaba algun hotel para quedarme mientras arreglaban mi departamento. Luego de un rato de tanta insistencia de pararte de mi padre y Yelda terminé aceptando ir con ellos a su casa a vivir por un corto tiempo, tal vez la reparación de mi departamento llevaría semanas o meses, solo esperaba no tener que cruzarme mucho con Isabella.

Cuando llegue ya mi asistente había traído las cosas que le mandé a comprar y las empleadas se habían encargado de acomodar todo en el cuarto de mi hermana Irína, no había más habitaciónes más que la de mí padre la de Isabella la de Irína y una más de invitados pero está estaba llena de tiliches, entonces por lo pronto que paso todo tendría que usar la de Irína. Esperaba cuando llegue verla a Isabella cosa que no paso, aún estaba lastimada y tenía que estar en reposo en su habitación después de que cenamos fui a la habitación me duché y cambie iba a salir por unos tragos pero no pude evitar detenerme un momento frente a la puerta de la habitación de Isabella, quería entender pero estaba con alguien se escuchaba la voz de dos hombres, estaban dos hombres en su habitación, hablaban reían ella realmente no nesecitaba escuchar nada de mi parte por lo que escuchaba estaba más que bien, entonces continúe con mi andar y mi fui.

Un par de horas más tarde estaba de regreso en casa, despues de un par de tragos me fui con una chica a un hotel ella se durmió y entonces aproveche para salir de ahí, apenas llegué a la casa y entré vi las luces de la cocina encendidas se escuchaba el sonido de los trastes discretamente me asome un poco para ver quién era y que hacía, pude ver a Isabella se estaba preparando un sándwich!!! que hacia preparando un sándwich alas 12 de la noche más bien a quien le daba hambre a esta hora, pude ver lo que batallaba al preparar un sándwich con una mano fracturada fue entonces que deje de espiarla desde las sombras y entre ala cosina.

– necesitas ayuda – está pego un brinco al escucharme, luego de eso se quejo pues también tenía un pie lastimado.

– Me asustaste, que haces aquí a esta hora – a si espera es la casa de tu padre y puedes estar donde quieras ala hora que quieras.

– Perdón por asustarte, bueno perdón por todo.

– Todo que?? – Continúo preparando mientras respondió.

– Por todo, por mi comportamiento, por lo que te paso.

– No te preocupes nada es tu culpa.– partio el sándwich en dos pedazos y me extendió uno.

– Quieres – Sonrrio mostrando su perfecta y hermosa sonrrisa que era la primera vez que veía, tome el plato y me senté en el banquillo frente a ella, ambos comenzamos a comer.

No pude evitar volver a hablar y sacar lo del accidente.

– Isabella por mi culpa estás así pero también fue tu error por qué corriste al verme y no miraste a ningún lado, pero eso ya pasó solo quiero saber por qué huiste cuando me viste.

– Yo, creí que estabas molesto por qué entre en tu oficina y como me gritaste creí que volverías a hacerlo, yo no quería que fueras malo conmigo como siempre.

– Entonces eh sido malo contigo? – me sentí mal cuando escuché lo que dijo, yo había sido malo todo este tiempo me tenía miedo por eso corrió, no había sido mi intención ser malo solo evitar que se hiciera ideas erróneas sobre mi.

– Me as lastimado sin razón alguna y eso solo lo hace alguien malo.

– Perdón no fue mi intención ser malo, solo ... – no terminé de decirlo pero ella quería escucharlo, pero realmente mi única intención era mantenerla alejada de mi no se lo diria por qué no quería dar explicaciones yo nunca había ni pensaba dar explicaciones.

– Entonces – me quedé pensativo un momento asta encontrar la respuesta correcta, o la que ella quería escuchar.

– Yo solo soy así, jamás eh sido amable con nadie solo no me tengas miedo aveces suelo ser muy duro pero no soy malo.

– Por qué estás aquí?

– No te lo dijeron , mi departamento se incendio y no podré vivir en el durante un tiempo.

– Se incendio, pero tu estabas en el. – Se preocupo o solo era mi imaginación.

– Esta bien yo me encontraba en la oficina.

Había sido una buena charla realmente la estaba disfrutando asta que ambos nos fuimos a nuestras habitaciones.

Otro día cuando me fui ala oficina era muy temprano y tenía todos lo pendientes del día anterior entonces para cuando regrese ala casa era tardísimo todas las luces estaban apagadas y todos dormidos y así fue por el resto de la semana, ni viviendo en la misma casa durmiendo con solo una pared preparándonos había podido ver esa hermosa sonrrisa y esos ojos cafés que me atrapaban, seguía sin entender su extraña forma de ser, su timidez su pelo escondiendo su hermoso rostro, desde la primera noche en esta casa había soñado con su perfecto cuerpo en mis brazos.