Yulexi renunció a su magia de bruja para poder estar con su pareja destinada, sin imaginar que este hombre la traicionaría y elegiría a una mujer lobo como su pareja, mientras que ella sería llevada a un lugar de donde nunca podría salir.
Yulexi nunca se rindió y cuando finalmente logra salir, se encuentra con un misterioso chico llamado Javier, quien la reconoce de inmediato como su mate. Ella acepta su ayuda sin imaginar que es el hijo de aquel hombre que la traicionó.
¿Qué hará Yulexi cuando descubra quién es el padre de Javier? ¿Podrá ella aceptarlo o el recuerdo de la traición evitará que ella pueda amar a Javier?
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¿Que yo le insistí?
— ¿Ya encontraste a tu maté.? — Preguntó muy feliz Victoriano.
— Si padre, ella es Yulexi. Mi luna. — Vino dónde yo estaba y me abrazó.
— Mucho gusto Yulexi. — Me dió su mano. ¿No me reconoció?, ¿O está fingiendo que no me conoce.? Luzco más delgada y pálida pero no es para tanto. Además se supone que puede olerme. ¿O será que mi aroma no es el mismo sin mis poderes y mi escencia de vampira.
— Es un poco tímida padre.
— Sabes me pareces conocida, ¿nos hemos visto antes?
Maldito, se supone que me amaba y ahora no me reconoce. No sé porqué estoy enojada. Debería estar feliz, sí el noe reconoce significa que nadie lo hará estoy a salvó.
— No, nunca lo he visto señor. — ¿Yo llamando señor al que iba ser dueño de mi corazón.? Ésto es deprimente.
— ¿Eres humana.? — Qué idiota es este hombre. No sé cómo la diosa luna me lo dió de primera pareja antes.
— Si. — Al menos por unos días más.
— Hijo necesito hablar contigo.
— Sobre que.
— Los Ferrer están causando problemas. Lo mejor es que los matemos. Ese vampiro y esa bruja robaron muchas provisiones.
¿Mis padres?. Los quieres matar. ¿No te bastó con todo lo que me hiciste?. Si no me querías me hubieras dicho. Lo hubiera aceptado y me hubiera largado. Pero no, el señor me tuvo que arrevatar mis poderes y enviarme a una Isla oscura y fea.
Me separaste de mi familia, mis amigos, el mundo, me perdí la oportunidad de conocer a alguien más. Me perdí 190 años de mi vida por tu culpa.
Se que los vampiros vivimos más de 5000 años pero igual me duelen esos 190 años en soledad. A Veces pensaba que me volvería loca. Sobré todo cuando Bianca se iba por comida. Todos era oscuridad. De vez en cuando Andy o Tilo hacías luz para mí. Gracias a la diosa luna Bianca me enseñó cómo crearla pero aún así sufrí mucho por tu culpa desgraciado. Ni siquiera había pensado en vengarme de ti. Pero tú quieres tocar a mi familia. Eso sí que no. Primero te mató yo a tí.
— Está bien padre. Yo me ocupó de esa familia. Mañana no verán la luz del día.
Tu los tocas y yo te mató a ti también. No importa si la diosa luna piensa que eres el amor de mi vida. No las vas a conservar si te atreves a tocar a mis padres.
— Bueno eso era todo. Me voy hijo.— Se despidieron con un abrazo. Le diré a tu madre que encontraste a tú luna. Se pondrá muy feliz también.
— Si papá. Dile. Pronto la llevaré a Inglaterra para que mi madre la conozca.
¿Quiere presentarme a Evelin.? Ja. Qué cruel es la vida. A quién menos me importa ver es a quien el lobo apestoso me quiere presentar.
— Nos vemos Yulexi. — Me hizo la mano. Por mi no te vería ni en los 3000 años que siguen.
— Luna tengo que salir.
— Tu no vas a ningún lado.— Lo sujeté con fuerza. Con toda la que tenía en éste momento.
— ¿Qué pasa?
— ¿Quieres dejarme sola?, ¿que clase de amor me tienes.? — Me puse a llorar. Esté papel que tomé es muy dramático. Pero necesito conmover su corazón.
— ¿Porqué estás llorando?
— No me dejes. No quiero estar separada de ti.—Que ridiculez, ahora que sé de qué familia vienes no veo la hora de mandarte a volar. Y habló de que en verdad te vayas a volar. Muy pero muy lejos de aquí.
— No llores mi amor, no me iré.
— No te creó.— Seguí llorando. & Tu ya no me quieres.— Abusas Yulexi. Pareces actriz de teatro.
— De verdad no me iré. Estaré aquí contigo. — Me abrazó para mostrarme que no se iría.
— Entonces vamos a dormir.
— Pero es muy temprano para ...— Lloré más fuerte.
— Está bien, haré lo que tú quieras.
— Vamos entonces. — Le puse una cara triste y lo ví a los ojos.
— Antes debo decirle a mis hombres que ...
— Claro tu trabajo es más importante que yo.— Otra vez lloré. Ya nos sabía de dónde sacar lágrimas. Estás eran más falsas que las de los cocodrilos. Pero de todas estaban funciona para lo que yo quería lograr.
— No amor tu eres más importante que cualquier cosa. Ya no llores iré contigo.
Jajaja, ésto de poder controlar a alguien es genial. Ya me empieza a gustar eso de ser la luna de esté loco.
Javier me tomó en sus brazos y me subió a la habitación.
— Oye, bajame.— Ésto no era parte del plan.
— ¿No querías dormir?, pensé que estabas cansada.
— Claro. Lo estoy. — Bostece y dejé de quedarme. El me puso sobre la cama.
— ¿Cuándo podré marcarte.? — No puedo creer que siga con eso. Hace menos de cinco minutos le dije que esperará.
— El 30 de febrero.
— No me divierte tú comentario.
— No me tienes paciencia. Apenas te conozco. No sé nada de ti. Y tú estás dale y dale con querer marcarme. En mi mundo antes de hacer eso que tú quieres hacer conoces a la persona, en éste caso al lobo, sales con el, etcétera.
— Empecemos por conocernos, ¿Qué quieres saber?, te lo contaré.
Es mi oportunidades para investigar sobre lo que ha pasado en estos 190 años
— Cuéntame todo lo que recuerdas, tu infancia, adolescencia, edad adulta, etcétera. No omitas un sólo detallé. Incluso dime a quien mataste. Quiero conocerte a la perfección.
— Está bien. Debes conocer mi lado oscuro.
*Eso de lado oscuro me asusta un poco*
— Cuándo tenía tres años unos brujos intentaron matarme, mi madre me dió magia y gracias a ella pude sobrevivir.
— ¿Tu madre es una bruja? — Seguro la maldita se quedó con mi magia. ¿Así que para eso la quería.?
— No, ella es una loba, pero tiene magia que le quitó a una bruja que fue desterrarada.
— ¿Cómo se llama esa bruja.?
— Mi madre me lo dijo pero lo olvidé. Tenía un nombre extraño. — ¿Nombre Extrañó.? Tipo mentiroso. Hace poco dijiste que te gustó mi nombre. Qué era muy bonito.
Ya no te enojes Yulexi. Mejor hay que continuar la investigación.
— ¿Porqué la desterraron?
— La bruja estaba obsesionada con mi padre. El la rechazó muchas veces pero ella seguía insistiendo.
¿Que yo le insistí?, ésto es lo último que me faltaba, no sólo me desterró, también me creó una reputación de rogona.
— Sigue contándome. — A ver qué tantas cosas le inventó la imbécil de Evelin y el imbécil de Victoriano a su hijo de mi. Esperó que no tantas. Aunque por el camino que voy empezó a perder la fe.
