La Ceo Del Diablo

Sabrina Romano:

Ver a Isidro aquí, me saco de mis cabales, tal vez no debí gritarle a si, pero aún sigo furiosa con lo de la tarde, por fortuna no nos pasó nada, ni al auto, al verlo salir corriendo fui tras el, al verlo furioso —Espera, seguro no sabes nada —niega con la cabeza

—No, y se lo adverti, que no se te acercara, ahora me escuchará

—Es tu tío, por qué lo enfrentarias.

—Si, y también el esposo de mi madre, y eso jamás me a detenido para dejarle claro cuál es su lugar, tal vez jamás la golpeó, pero es igual a el —eso si no lo esperaba, ahora tengo mil preguntas en mi cabeza, el es hijo de aquel tipo, o tienen alguna conexión, o realmente ya estoy loca de remate

—Donde está —estoy perdida en mis pensamientos, que ni me di cuenta que se había ido

—No se, se fue creo, sabes dónde puede estar

—Si, su departamento

—Me llevas

—¿Para qué?

—Tengo que hablar con él —el tipo solo asintió —cual es tu nombre —este sonríe y extiende su mano

—Alonso Cabrera, mejor amigo de Isidro

—Un gusto, soy Sabrina y ella Monse, mi mejor amiga

—Un placer chicas, me siguen —yo asentí y subimos a mi auto y lo seguimos hasta llegar a los edificios frente a la playa, nos estacionamos y logré ver a lo lejos a Isidro pateando una piedra imaginaria, camine hacia el, y me detuve frente a él, que este casi choca conmigo

—Que haces aquí

—Estas bien —el solo asiente —necesitamos hablar —el me miró curioso —sobre...sobre tu padre —me indico que lo siguiera y entramos a su departamento, o más bien un penthouse, estábamos los 4, pero Monse y Alonso, se quedaron en la sala, mientras yo me fui a la cocina con Isidro

—Que quieres saber, o que me dirás, que el también golpeaba a tu madre, que el fue quien le quitó la vida, que tú padre fue quien lo mató, todo eso lo se, bueno es más que obvio ¿cierto?, mira a mi esa estúpida venganza en contra de los Romano me vale, yo jamás vengare al tipo que destruyó a mi madre, y arruinó mi infancia, menos al hombre que mato a una mujer, a la cual compro por sus estúpidos caprichos

—¿Qué?, tu padre compro a mi madre

—Si, mi tío y el se volvían locos por la belleza de ella, pero ella era novia de Leonardo Romano, y estaba muy enamorada, mis abuelos les dijeron que no se acercarán a ella, que la dejarán ella era feliz y se casaría con Leonardo, pero ellos apostaron por ver quien la conseguía primero, mi padre dejo en paz a tu madre, al saber que mi madre me esperaba, se casó con ella, para darme una "Familia" —lo veo mover sus dedos al decir familia —pero el la trataba mal, muy mal, y por dos años mi madre vivió un infierno con él, hasta que mi tío hizo la peor de las traiciones la peor cosa que un hombre puede hacer, aunque jamás se lo pudieron probar, la única que podía probarlo era tu madre, pero en ese entonces ella había desaparecido, nadie sabía de ella, mi padre siguió con mamá, el y mi tío no se hablaban, hasta que mi madre fue a dar al hospital casi muerte, ahí fue cuando se divorcio de él, y mi tío jamás la dejo sola, o eso hacía creer el

—¿Qué hizo tu tío?, que solo mi madre sabía —lo ví dudar un poco, tal vez no debía decirlo o temia a mi reacción

—El violo a tu madre —senti como una estaca atravesando mi pecho, eso debía ser una vil mentira —todos creian que la hija que ella tenía, osea tu, era de él —no, eso es imposible, soy hija de mi padre, de Leonardo Romano, el es mi papá, no un maldito abusador, mis lágrimas caían —lo siento, poco después supimos que papá la había comprado, y la obligaron a dejar a Leonardo, pero realmente jamás supimos si eras mi prima o hija de Leonardo, por eso la reacción de mi tío en tu empresa, le entró tal vez la duda, o el nervio, tal vez por eso mando a vigilarte —no, no me quedaré con la duda, me limpie las lágrimas, y sin decir nada, salí de ahí, sin decir nada, subí a mi auto y maneje a toda velocidad hasta mi casa, necesitaba ver a mi papá, si el es mi padre, no ese tipo, no, no soportaría eso, aparte mamá no mentiría, no ella podía ser muchas cosas, pero no una mentirosa, me estacionó afuera de la casa, veo mis nudillos blancos de tanto apretar el volante, dejo caer mi cabeza sobre el, y unas lágrimas recorren mi rostro, después de minutos salí y entre al despacho sin tocar, ahí estaba mi padre viendo unos papeles, pero al verme se levantó y me abrazo, y entre sus brazos llore como una niña chiquita, escondi mi rostro en su pecho, el acariciaba mi espalda, sin decir nada, como si supiera que aún no quería hablar, pero necesito decirle lo que acabo de descubrir, respire y trate de estar calmada.

—Sabias que el tío de Isidro abuso de mi madre —la reacción en su rostro me dice que no

—No, si hubiera sabido te juro que lo mataba, de dónde sacaste eso

—Isidro me dijo de la dispuesta entre su padre y su tío por mi mamá, pero ella estaba contigo y te amaba, el padre de él, la dejo en paz, al saber de él, pero su tío no, hasta que logro abusar de ella, años después supieron de mi, y fue cuando el padre de Isidro dejo a su esposa, para comprar a mi mamá, mis abuelos fue cuando la amenazaron, ya la habían vendido como un objeto —mi madre sufrió mucho por protegerme, por quererme a su lado, por amarme, por mi dió su vida —yo soy tu hija ¿Verdad?, si papá —toma mis manos y me mira a los ojos

—Si, eres mi hija, y eso nadie lo cambiará, tienes algo mío y de tu madre

—No quiero ser hija de ese tipo asqueroso, no, no puedo

—No lo eres si, eres mi hija

—Papi hazte la prueba conmigo, si, tengo miedo

—Hija por la memoria de tu madre, diría que no, por qué se que ella jamás me mintió, pero si solo a si estarás tranquila, mañana no la hacemos —lo abrace, me daba miedo, y se que tal vez estaba siendo egoísta con mi papá, ya que se que para él soy su hija sin importar nada, lo supe desde que me acepto sin ninguna prueba, solo con la palabra de mi madre le basto para decir orgulloso que soy su hija... Vengare a mi madre de ese abusador, juro que lo haré

—Perdon si, no hagamos nada, si mamá dijo que soy tu hija, lo soy —el sonrió y eso me dió algo de paz

—Ven te mostraré algo si —asenti y saco una caja de cosas, de él y mamá, y me enseñó una foto de mi abuela de joven, soy idéntica a ella —por esto no dude que fueras mi hija, eres igual a mi madre, eres su versión —estuvimos un rato más ahí y después me fui a dormir...