Dylan es un chico ejemplar quien siempre creyó que Sofia; su madre, era una madre soltera engañada y traicionada un día descubre de la peor manera que no es así. Sino que ella fue por decisión propia la amante de su jefe quien estaba casado convirtiéndose así en la otra.
El chico es llamado heredero de uno de los más grandes imperios de la industria de la minera por parte de su abuelo paterno quien lo nombró solo por ser su único nieto varón, no por que lo acepten y mucho menos lo amen en la familia Boyer.
Todo esto pasa cuando Dylan es traicionado, decepcionado y humillado por la mujer que amaba, quien solo lo usó para saciar sus bajos instintos convirtiéndolo en una máquina sexual para ella.
El chico a quien no le importaba el dinero de la herencia decide usar este poder para llevar a cabo su venganza contra esa mujer.
Dylan se verá envuelto en un sin números de eventos peligrosos, manipulaciones y placer donde solo el más fuerte sobrevive.
NovelToon tiene autorización de Yuli Flores para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 11
Dylan después de despedirse de Edwar acudió como normalmente lo hace a la universidad. Sin embargo, en esta ocasión recibió muchas preguntas acerca del rasguño en la mejilla y el echo de traer ahora el pelo más corto.
Sin dar muchos detalles y mucho menos explicaciones, el chico solo se limitó a decir que quería experimentar un nuevo corte y lo que traía en la mejilla había pasado por no afeitarse bien sonando convincente ante sus profesores y compañeros.
La vida universitaria para Dylan es bastante tranquila y calmada.
El chico a pesar de ser una persona tranquila y enfocada en sus estudios su buena vibra hace que tanto los profesores como algunos de sus compañeros lo aprecien mucho.
En especial Jonathan su inseparable compañero de clase y amigo desde la preparatoria.
— Dylan recuerda que mañana es mi cumpleaños y lo celebraremos en un antro, por favor tienes que ir.— Le pide el chico ojiverde a su amigo tratando de convencerlo ya que jamás se le ha visto a Dylan en alguna fiesta y mucho menos en un antro.
— No se si pueda, yo...—
— ¡Tú nada!.— Exclama su amigo sin dejar que le invente algún pretexto y se niegue a ir.— Si es porque el último autobús que va hacia tu casa sale a las nueve, entonces te puedes quedar en mi casa.— Le dice el chico mostrándole una gran sonrisa.— Dylan eres mi mejor amigo, por favor.— Le insiste con carita de cachorrito.
Después de las insistencias del chico rubio, Dylan termino aceptando.
Jonathan de inmediato y antes de que se arrepintiera y se echara para atrás, le dio la dirección del antro y le dijo la hora en que se iban a reunir.
— Entonces te veo ahí mañana, no me vayas a fallar o me molestare contigo.— Le advierte el chico serio pero en tono de burla.
— Aunque voy a estar desencajado en ese lugar, ahí estaré puntual.— Contesta resignado Dylan soltando un suspiro que hace reír a su amigo.
Después de eso cada uno tomó su camino., Jonathan fue a descansar a su casa mientras que Dylan a trabajar en el gimnasio donde ya lo esperaban ansiosas como siempre su club de fans.
Y al igual que Edward, sus profesores y compañeros de inmediato lo cuestionaron debido al aspecto que este traía y sin más que agregar el chico les dijo exactamente lo mismo que había contado en su universidad.
Aunque en el gimnasio había alguien quien al igual que Edward no creía para nada lo que el chico decía.
Sin embargo, esta persona no dijo nada y solo se limitó a escuchar en silencio. Pero una vez que se terminó el turno de trabajo de Dylan y este estaba listo para recibir su pago como cada viernes, su amigo, jefe y entrenador lo cuestionó.
— ¿Eso que traes te lo hicieron los imbeciles que siempre te molestan verdad?.— Le pregunta Tadeo molesto.
Dylan al escucharlo le contó todo lo que había pasado, ya que después de su madre y Brandon, Tadeo es quien más lo conoce.
Su entrenador y amigo estaba furioso por que no podía entender el odio injustificado que esos delincuentes tienen hacia Dylan.
Tadeo le ofreció su apoyo para lo que necesitara y después le entregó su paga como lo hace cada viernes.
Dylan se despidió de Tadeo y antes de regresar a su casa decidió ir a un centro comercial que quedaba cerca para poder comprarle un obsequio a su amigo Jonathan.
Como sabe que aún a sus veintiún años Jonathan juega vídeo juegos se decidió rápido al recordar que este hacia tiempo que quería un juego en especial. Por lo que de inmediato se dirigió a la tienda de video juegos y compro el que su amigo quería y un par más de los más recientes.
Una vez teniendo su obsequio listo Dylan miro su reloj y casi era hora de tomar su autobús para regresar a casa, por lo que decidió de una vez salir.
El chico camino por un atajo detrás del centro comercial para llegar más rápido a la parada de su autobús cuando en un callejón casi completamente obscuro se encontró de frente con tres chicas quienes golpeaban a otra la cual estaba de rodillas en el piso con el pelo alborotado.
— Por favor, eso no es verdad, ¡créanme!.— Llora desesperada la chica en el piso mientras se sujeta una mejilla.
— ¡Eres una puta Marcia!. Pero ahora lamentaras el haberte metido con mi novio.— Le advierte una chica peliroja mientras le da una fuerte bofetada.
— AHHH.— Grita la chica en el piso sosteniéndose la otra mejilla.
De pronto una chica morena la toma con fuerza del pelo mientras la mira a los ojos y le reclama molesta.
— No puedo creer que teniendo prometido te revuelques como una perra en celo con los novios de las demás... ¡LOS NOVIOS DE TUS "AMIGAS"!.— Le grita furiosa recalcandole esto último.
— Yo no hice nada, tienen que creerme.—
— Vamos Karina tenemos que desfigurar esta carita de mosca muerta para que no vuelva a embrujar a nadie más.— Agrega la otra acercándose con algo en la mano.
— ¡No por favor, no me hagan daño!.— Llora desconsolada la chica en el piso tratando de escapar de sus verdugos.
Dylan al ver tal situación no pudo quedarse de brazos cruzados y caminó hacia ellas y bajo la mirada de las cuatro chicas que se sorprendieron al verlo, ayudo a levantar a la que estaba en el piso la cual de inmediato se aferró a su brazo buscando protección.
— ¡Por favor ayúdame!.— Le susurra la chica llorando.
— Estarás bien no te preocupes.— La trata de tranquilizar al sentir como el cuerpo de la chica tiembla debido al miedo que siente.
— ¿¡Y tú quién eres para aparecer así!?.— Pregunta molesta la chica que quería desfigurar a Marcia.
— No importa quién sea, lo único importante aquí es que lo que están haciendo está mal.—
— ¡Solo le estamos dando una lección a esta perra quita novios!.— Contesta la morena mirando a Marcia furiosa la cual esconde su rostro en el brazo de Dylan.
— Aunque así sea, esta mal hacer esto y más aún siendo señoritas.— Les dice el chico a las tres chicas que tiene enfrente.
La chica peliroja al ver a Dylan y escuchar su sermón negó con la cabeza para después mirar fijamente a Marcia.
— Te lo advierto Marcia. ¡Aléjate de Alex o para la otra no tendrás tanta suerte!.— Le dice furiosa haciendo que la chica desvíe la mirada.
Luego voltea a ver a Dylan y antes de irse le dice seria y en tono de advertencia.
— Y a tí te daré un consejo. Es mejor que no te dejes atrapar por los tentáculos de esta zorra y caigas con esa carita de mosca muerta o te llevará a conocer lo más profundo del infierno.—
Después de esa advertencia las tres chicas se marcharon dejando solos a Dylan junto a Marcia quien de inmediato le agradeció su ayuda y le pidió que no creyera todo lo que habían dicho de ella ya que desde siempre le hacían bullying.
Dylan al escuchar a Marcia y verla tan afectada creyó en sus palabras y la invitó a participar en el curso de defensa personal que se llevaría acabo en el gimnasio siendo él el instructor.
Después de darle una tarjeta con la dirección del gimnasio el chico se despidió y regresó a casa encontrándose con una noticia que lo ponía a él en el ojo del huracán.
^^^Continuará...^^^
...☆▪︎☆▪︎☆▪︎☆▪︎☆▪︎☆▪︎☆▪︎☆▪︎☆...
