Novia En Alquiler

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🎶Tus ojos, tus ojos, tus ojos

Que tienen tus ojos, tus ojos, tus ojos

Que cuando me miras tus ojos, tus ojos

Inquietan mis ojos tus ojos, tus ojos

Y quiero arrojarme en aguas profundas teñidas de rojo🎶

^^^Diveana^^^

...***...

...CORA...

Este hombre me dijo –“Bella pero a la vez caradura y cínica que se cree?—, dije en mi mente analizando cada expresión en su mirada pero más quería profundizar era en sus ojos.

—Dios!—, exclamé estoy cayendo en ese abismo, esos ojazos de ébano, su cara estaba casi cerca de la mía, desde está distancia podía sentir su respiración golpear mis labios, su perfume embriagante y ese gesto varonil que lo hace ver jodidamente sexy. En realidad quería perderme en ese abismo.

—Mierda Cora que es lo que te pasa con este hombre?, a lo mejor te está analizando para despellejarte viva y tú pensando devorarte el bizcocho italiano— me recriminé de tal manera que volví mi expresión más intimidante y refutar lo que ha dicho de mí.

—Cora: Gracias por lo de bella –sonreí al levantar una ceja— pero te aclaro que no soy ni caradura ni mucho menos cínica. Usted no sabe cómo soy para dar por hecho que soy falsa o una desvergonzada—, acerqué mi cara a la suya para estar fijamente a sus ojos, y eso fue mi error su respiración y su aliento pegó aún más en mi rostro que por poco cometo la locura de pecar en sus labios pero me mantuve intimidante, no me iba dejar que este dios romano me iba a someter con esa mirada retadora y oscura, pues es evidente que le desagrado mucho y me tiene mucho coraje.

Franco no soportó más y apartó su cara de la mía pero antes vi por unos segundos como sus ojos se desviaron a mis labios, exhala y ladea una sonrisa.

— Franco: No me intimidas mujercita y no necesito saber cómo eres si por encima se te nota que eres…–me recobra con la mirada de pies a cabeza pero no termina de decir lo demás—, lo que he investigado de ti creo que lo falsa y desvergonzada, se quedan cortos lo que realmente eres—levanta su dedo índice—. Las pruebas no mienten— , me dice a tomar su postura se acomoda ajustando el volante del auto y lo enciende para continuar con nuestro destino incierto.

Pero ese “Soy qué” me martilla en mi cabeza y me cuestiono qué fue lo que investigó de mí pero? Por qué él me está juzgando de esa manera? no me quedé callada y le volví a recriminar.

— Cora: Yo soy quien soy, eso a mí me basta y no lo que piensen los demás, sin embargo, no deberías juzgar a alguien a la ligera sin tener fundamentos. Tu dices tener pruebas de quién realidad soy pero las pruebas se fabrican y se manipulan a conveniencia. Es mejor mostrar con hechos para emitir juicios y criterios —exhalo para cambiar el tema que me estaba dando como arrecherita—. Para dónde vamos si se puede saber?—, le pregunté al mirar al frente de la carrera.

Franco me mira de reojo.

—Franco: Vamos a un pueblo cercano para contactar a mis hombres e ir luego a Florencia para que aclares este asunto ante la presencia de la MUJER QUE AMO —enfatizó en esas tres palabras—, que tú y yo no somos amantes y entregarte a la policía para que pagues lo que me robaste—, me dice aún con desprecio.

—Cora: Y dale con el robo —gire mi cuerpo para darle frente—, yo nunca he robado nada, y eso te lo voy a demostrar no me gusta que me acusen de algo que no hice, espero cuando me lleves ante la policía se aclare esto porque no voy a permitir que me difamen y podría ser peor para tí—, le dije molesta.

Reincorporé mi postura a sentarme de frente. Vi al sexy italiano frunciendo el ceño y soltó en italiano.

—Franco: Buon Dio, sii paziente (Dios Santo, paciencia)".

En el carro se hizo un silencio sepulcral y por todo el camino me perdí más allá del horizonte pero una razón extraña veía sus ojos en el.

...***...

...FRANCO...

—Bella—, le dijiste bella a esa mujer Franco, por un demonio! Qué es lo que te pasa con esta mujer, ah?—, me recriminé en mi mente luego de decirle eso agregué que era una caradura y cínica.

No lo puedo negar esos ojos son hechizantes e hinoptizantes; son de color ámbar verdoso con destellos marrones al rededor del iris que combinación tan extraña pero hermosa. Una heterocromía poco inusual, sin duda está mujer es muy bella, hoy la pude detallar aún más y debo reconocer que es muy atractiva y muy atrayente.

Llegué a ese pequeño pueblo en dónde Cora hizo esa llamada a larga distancia, no costó para nada dar con ella, pues en el pueblo de inmediato reconocieron a la chica extranjera quien hizo una llamada a larga distancia en un hostal, la que pagó un puesto en rústico para que la trajera a la terminal a este pueblo e ir al pueblo fronterizo con Suiza. Y gracias al cielo que di con ella antes de que saliera del país.

Al pararme al frente de ella es inclinarme a su altura ese fue el momento que me atrapó con sus bellos ojos. Y más me perdí cuando me empujó al suelo y cayó encima de mi al salir a la terminal cuando esos hombres empezaron a dispararnos. La mujer es muy inteligente y es astuta eso no tengo la menor duda y debo ser cuidadoso al no caer en sus redes.

Y que puedo decir que quedé sumergido cuando su cara se posó a centímetros a la mía para intimidarme por breves segundos desvíe mis ojos a sus carnosos labios y su dulce aroma me estaba atrayendo aún más para poseerla.

—Carajos Franco, nunca te has puesto así con una mujer, no le puedes hacerle esto a Chiara, a la mujer que amas—, sentencié de una vez.

A unos cuantos kilómetros el carro comenzó a fallar, la velocidad disminuía, pues se quedó sin combustible.

—Franco: Per un demone! (por un demonio!)—, exclamé molesto.

—Cora: Al parecer se acabó el combustible. Bueno! —supiró—, toca caminar—, dijo al soltarse el cabello castaño se lo recogió haciendo una dona, y sacó una pañueleta de su bolso, la dobló y se lo colocó en su cabeza, de inmediato se baja del auto y comenzó a caminar dejándome atrás.

Al verlo reaccioné y le grité en seco.

—Franco: Qué crees que haces?—, espeté.

—Cora: Caminar para llegar al pueblo que tú dices. No vez que se acabó el combustible—, cruza de brazos en la orilla de la carretera.

—Franco: Quédate allí —la señaló con el dedo—, debo revisar en el maletero si hay una reserva de combustible para echar andar el auto—, le digo al no separar mi vista en ella, y efectivamente en la maleta no había combustible de reserva, exhale, golpee la tapa de la maletera y la cerré con un golpe seco.

Camino a su dirección y le pasó por un lado, pero antes le digo.

—Franco: Espero que la señorita no se canse, camina hay mucho que recorrer—, le dije seco.

Noté que se me quedó viendo con una ceja levantada. Vi que se colocó unos audífonos y comenzó a cantar en español.

🎶Por tu mal comportamiento

Te vas a arrepentir

Y en caro tendrás que pagar todo mi sufrimiento

Llorarás y llorarás

Sin alguien que te consuele

Así te darás tú cuenta que si te engañan, duele

Lalala lala lala🎶

^^^(Llorarás, Óscar D'León)^^^

Llegamos a un pequeño poblado pintoresco estábamos agotados por caminar muchos kilómetros y por el camino no pasó ningún tipo de transporte o particular pensé que Cora se iba a cansar pero no, la mujer soportó calor, fatiga y agite por todo el camino.

Pregunté a uno de los residentes del pueblo por una posada para descansar y así poder llamar a Luigi quiero saber cómo se resolvió el asesinato de mis dos hombres por causa de esos matones que tal vez pertenezcan a los Richanni, que se dieron cuenta que tengo en mis manos a su "empleada estrella", lo que me extraña es que ella dijo que ya son tres veces que la intentan en asesinarla, sino son los Richanni que otra gente se metería está mujer?, Quién sabe no!, y también para poner a tanto a Paolo para resolver este asunto ya.

Reserve una habitación para nosotros dos porque no la pienso perderla de vista, guste o no le guste dormiremos en la misma habitación.

Al escuchar que pedí una sola habitación sus ojos se hicieron más grande y cambio de color un poco más oscuro noté que se les pusieron más verdosos y resopló, cuando ella iba a hablar le coloqué mi dedo índice en sus labios.

—Dios!, con tan solo tocarlos se me estremeció todo—, salí de ese trance rápido y le digo.

—Franco: No tienes derecho a decir nada, aquí el que manda soy yo —frunció el ceño —, y no te hagas ilusiones—, me acerqué y le susurré en su oído no sé porque mierda le dije eso, al apartarme de ella se me quedó mirando con cara de pocos amigos pero no sé porque esa expresión causó una sensación en mí.

Tomé el teléfono de la recepción para llamar a Paolo estaba marcando su número cuando ella preguntó.

—Cora: A quién llamas?... A la policía?—.

—Franco: No, a mi mano derecha a Paolo—, le dije sin verla pero ella con la mano colgó la llamada y de una vez soltó con angustia.

—Cora: No lo hagas, estás loco? No vez que tal vez tú primo está detrás de todo esto para perjudicarte y a mí también, estamos en peligro—, quité sus manos del teléfono.

—Franco: De qué mierdas estás hablando? No me vas a envolver como lo haces con tus amantes—, solté molesto por su atrevimiento de insinuar esas cosas sobre Paolo haciendo intrigas en él.

—Cora: amantes? De qué hablas? —sacude su cabeza—, es en serio no llames a tu primo él no es confiable—, dice con voz tratando ser calmada.

—Franco: Que no lo llame? Él es mi mano derecha, mi familia y sí es confiable no como tú, una mentirosa, una estafadora, una ladrona de cuello blanco y de paso una zorra fina que tiene un listado de hombres que ni la prostituta más promiscua pueda llenar en 10 años y tu lo has logrado en menos de tres...—, no me dejó terminar y vi como sus manos se estampó duro en mi mejilla.

—Zap faz!—🖐️

—Cora: A mi tu me respeta imbécil, debería lavarte esa boca de expresarte de una mujer de esa forma aún así la mujer más zorra o la más puta se merece respeto, yo no soy una zorra fina—, se oscurecieron sus ojos no pude descifrarlos al verlos pero pude notar que tal vez mis palabras les dolieron pero también sentí un punzón en mi pecho y no sé por qué.