Un Amor Nada Ordinario

Leilani

Al llegar a mi nuevo departamento no podía creer lo grande y lujoso que era, enserio ma empresa pagaba esto solo por ser asistente del CEO.

Era muy bueno este nuevo comienzo, lejos de Alberto y su hostigamiento, la verdad estaba muy feliz de comenzar nuevas aventuras y crecer profesionalmente.

Empecé por desempacar mi ropa, tenía un closet muy lindo y un tocador muy bello, estaba tan emocionada, parecía de película, ya que nunca pensé tener esto.

Sentía que me hacía falta ropa para llenar los espacios así que decidí que mañana iría al centro comercial a comprar más ropa para el trabajo ya que no podía traerme todo lo de Oaxaca.

Después de terminar con mi ropa y zapatos, desempaque mis fotos familiares, y decidí poner las sábanas que mi madre me regaló, que bueno que era king side porque le vinieron perfecto, quizá mi madre imaginaba una casa con más lujos que la nuestra.

Al terminar con todo tenía hambre y decidí pedir a domicilio ya que me había caído la noche y aún no había ido al supermercado y eso sería mañana.

Estaba sentada en la sala viendo mi teléfono y esperando mi cena cuando tocan el timbre, veo por la mirilla y veo a Sebastián del otro lado de la puerta.

Al abrir me sorprendo, en serio es él, lo invito a pasar, el me entrega unas hermosas flores y una pequeña canasta con unos productos de cuidado de la piel como cremas y mascarillas, etc...

Sebastián

Llegué bien de mi viaje, en cuanto aterrize estuve esperando un mensaje de Leilani, no sé que tiene esa pequeña que me trae loco, quiero marcarle, pero mi orgullo es más, y espero a que ella lo haga, eso nunca pasó, decidí mandar un correo a Leilani pidiendo sus datos bancarios, ordené que se le mandaran la cantidad de dinero suficiente para traslado y yo de mi cuenta personal le envié más para cosas personales sin que se diera cuenta, lo mandé como si fuera de la empresa, ya que si le decía ella no aceptaría ese dinero.

Pasaron 2 días y no tenía más noticia que ella vendría en 5 días más.

Estaba estresado de no saber de ella, realmente no le importo aún, mis empleados me han visto muy molesto estos días y todo por esa chiquilla, me duele la cabeza, decidí ir con Mark a un club nocturno.

Conocí a una chica hermosa pelirroja, muy carismática, pero no podía dejar de pensar en Leilani, me emborrache hasta el punto de alucinar que la pelirroja era mi chiquilla castaña... Desperté en la habitación de un hotel, veo a la hermosa chica dormida, Salgo sin hacer ruido, llegó a mi departamento, me aseo y me voy a la empresa, seguía molesto, solo me quedaba a esperar que Leilani llegará, decidí hablar con el dueño de los departamentos donde vivo y alistarme un departamento frente al mío, con todas las comodidades, le mandé la dirección por correo a Leilani, cada día faltaba menos para verla, estaba planeando invitarla a cenar el día que llegara o quizá encontrarnos por casualidad, creo que estoy pensando mucho en ello.

Los días pasaron...Abro los ojos hoy es el día, fui a la oficina, avisé a un chófer que vaya por ella, cuando ella está en el departamento recibo un mensaje del chófer.

De regreso a casa, en el camino compré en la plaza unas flores y cerca de ahí ví una tienda de cuidado personal, ví a muchas señoras y señoritas entrando, supuse que era algo novedoso, adentro yo buscaba que regalarle a mi pequeña, una chica se me acercó y me dijo:

-¿Es para tu novia?

-Si, ella se mudo acá y quiero darle la bienvenida.-Dije

Ella me recomendó una canasta personalizada, ella me mostró muchos productos, me dió unas sales de baño, cremas y más cosas que no conozco, también me dió unas mascarillas que eran unisex por si quería una noche relajante con ella.

Llegué a casa casi anocheciendo me di un baño y me puse ropa cómoda, salí con las flores y la canasta y toque su timbre.

Ella abrió, se veía muy sorprendida y tan hermosa, sus labios rosados y su cabello se veía más claro.

Entre y me senté en su sala, realmente acogedor, ella había puesto algunas fotos que le daban un toque hogareño.

-¿Gustas agua? aún no eh ido al supermercado así que no tengo otra cosa.-Dijo apenada.

-Esta bien el agua, no te preocupes, ¿Ya cenaste?-contesté

-No, de hecho no debe tardar en venir la cena.

En eso suena el timbre, era el repartidor de pizza, ella pagó y me invitó de su pizza, nos pasamos mucho tiempo charlando que me olvide de reclamarle porque no me había hablado toda la semana.

Llegó la hora de la despedida, pero antes de salir no puedo evitar besarla, fue un beso que fue subiendo de nivel yo quería llegar a más pero ella me detuvo.

-Sebas...-Dijo jadeando y yo me estaba molestando- es que... estoy en mi días aún.- Yo me sonroje junto con ella, eso era bueno, ya que en nuestro último encuentro no nos habíamos cuidado.

Me compuse y después dije: -¿Qué harás mañana?

-Ire a comprar comida, ropa y algunas cosas personales.

-Te acompañaré, paso por ti a las 9 para desayunar.-Dije seriamente, ella solo asintió con la cabeza y me fui.

Llegué a mi cama, pensando en que ella me correspondió el beso, quizá cuando nos casemos ella y yo estemos enamorados de verdad, realmente tenía la esperanza de que se enamorara de mí y yo sería capaz de dejar todo mi pasado por qué ella fuera feliz.