Para recaudar dinero para las cuotas escolares, Melissa consiguió un trabajo como limpiadora. Mientras limpiaba la sala de conferencias, tomó en brazos a un bebé que lloraba y, aún más inesperadamente, cuando Melissa lo levantó, el bebé dejó de llorar y sonrió. Tras la muerte de su esposa, el CEO, Adams Mancini, se volvió muy distante. Su empresa era muy exitosa, pero no tenía ni idea de cómo cuidar de su hija de un año. Su mayor problema era cómo manejar las situaciones cuando su hija lloraba, hasta que un día conoció a Melissa.
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capítulo 12
Bajamos a la cocina y yo le estaba enseñando los números, cada escalón que bajaba lo contaba. Fue divertido hasta que llegamos a la sala de estar.
Adams.M: ¿Puedes darme su Melissa?
Yo sí
La recojo y la llevo con él y voy a la cocina.
lavinia: papa
Adams.M: Hola mi amor, hueles tan bien sabes.
Lavinia: Me bañé.
Se quedan en la sala hablando y María les hablará de la cena.
Nos sentamos a la mesa y cenamos, le di sopa a Lavinia y se ensució toda.
Durante la cena nadie dijo nada, solo Lavinia tuvo algunas palabras, hubo silencio. Terminamos de cenar y el señor Mancini fue a bañar a Lavinia, María y yo recogimos la mesa y fuimos a lavar los platos.
Fui a dormir a Lavinia pero ella ya estaba dormida entonces volví a la cocina, estaba hablando con María y ya era tarde. El Sr. Mancini ya no apareció así que debe estar durmiendo, no debería necesitar nada más. María se durmió y yo me fui a mi habitación, en medio de la noche sentí mucho calor y no pude dormir más. Miro la hora y aún eran las 03:40, me levanto y voy a la cocina por un vaso de agua.
Abro la nevera y tomo la jarra de agua y la vierto en el vaso, bebo y lavo el vaso.
Cuando estoy lavando el vaso siento un cuerpo apretándose contra el mío y un soplo en mi oído. Mi cuerpo se tensa, me asusto y dejo caer el vaso en el fregadero y termino cortándome.
Yo: ayyyyyyyyyyyyyyy
Adams.M: ¿Te lastimaste? Déjame ver
Ve mi dedo sangrante y toma el botiquín de primeros auxilios.
Yo: No es necesario, no cortó el fondo, solo dilo para parar.
Adams.M: Cállate y déjame manejar esto. Lo siento si te asusté.
yo: esta bien
Me cuida la mano y cuando deja de salir sangre me pone una tirita en el dedo.
Con cada toque de su delicada mano sobre la mía, mi cuerpo se estremece. Me siento tensa y avergonzada, no sé si se dio cuenta.
Adams.M: Listo
Yo: gracias
(Hablo tímidamente)
Nos miramos el uno al otro hasta que corté el estado de ánimo.
Yo: ¿Necesitas algo?
Adams.M: No, solo vine por agua.
Se me acerca acercándose mucho, trago saliva y me tiemblan las piernas, se para frente a mí y levanta las manos y toma un vaso de la alacena.
No sé qué decir, bebe el agua y sus ojos recorren mi cuerpo, ahí es cuando recuerdo que estoy usando un camisón casi transparente. Maldición
Yo: Yo... me voy a retirar, me vuelvo a dormir buenas noches señor.
(digo saliendo y me jala)
Adams.M: Ahora no
Él tira de mi brazo y me apoya en el mostrador acercándose a mi cuerpo, siento su cuerpo sobre el mío y es como si estuviera en shock, su olor llena mi nariz, mi corazón pierde los latidos y estoy seguro de que él escucha, mi respiración se detiene. y pierdo los sentidos.
Yo: S-Señor I.I, ¿qué está haciendo?
(Hablo tartamudeando)
Adams.M: ¿Qué me hiciste Melissa?
(dice apoyando su frente en la mía)
Yo: yo no hice nada señor
Adams.M: Me estás volviendo loco Melissa, estoy perdiendo el control.
Intento responder pero no puedo, pasa su dedo por mis labios mirándome, su otra mano aprieta mi cintura y siento que me voy a caer.
Yo: Señor, usted es muy c-cerca
Adams.M: No puedo soportarlo más
Me toma del pelo y me levanta la cabeza y me besa, me pide paso con la lengua y yo la seda, es un beso tranquilo, con sensualidad, deseo y calor. Un beso que me hace temblar, me levanta y me sienta en el mostrador y se sienta entre mis piernas. Me sigue besando y siento su erección, veo que se está volviendo loco y detengo el beso recuperando el aliento.
Yo: Lo siento, no puedo.
(Hablo bajando)
Adams.M: Los dos queremos a Melissa, ¿no lo ves?
Yo: No puedo, esto no debería haber pasado, soy tu empleado y tú eres mi jefe. Esto no pasará otra vez.
Adams.M: ¿No te gustó?
Yo: No es eso, simplemente no es anticuado.
Adams.M: Melissa, no te dejaré escapar, tenía muchas ganas de esto y ahora que lo probé creo que estoy enganchado.
(habla y me jala dándome un beso)
Dime que no te acostaste con ese chico, por favor.
Lo empujo y lo miro fijamente.
Yo: ¿Quién crees que soy? el es mi amigo a pesar de que una vez lo fuimos, no soy asi creo que me estas confundiendo, no soy las perras que tienes. Por eso no soy como que lo que pasó hoy no vuelva a pasar.
Buenas noches Sr. Mancini.
(digo y vuelvo a mi cuarto)
Me siento en la cama y lloro, me ducho y me vuelvo a dormir.