Más Allá del Rescate: Un Viaje de Amor y Supervivencia

...Wong Jiho...

Estaba encerrado en mi celda, angustiado, tracé tantas estrategias de fuga, pero no tuve coraje ni oportunidad de hacer nada, a no ser observar. En ese momento me sentía inútil, iba a morir aquí en esa celda inmunda, qué fin de mierda iba a tener.

Estaba así abatido cuando oí la puerta abrirse, respiré hondo y pensé que era mi fin, pero para mi sorpresa dos militares estaban frente a mí y dijeron que estaban aquí para rescatarme, sentí la voluntad de vivir nuevamente recorriendo mi cuerpo dándome la energía que necesitaba.

Y ahora podría poner el plan que tracé en práctica, yo sabía exactamente cómo salir de ese maldito laboratorio.

En medio de la agitación de la fuga, me detuve para observar a mis salvadores, principalmente al capitán Lee. Dios mío, él es de lejos el hombre más guapo que he visto, incluso en la euforia no conseguía desviar los ojos de él y sentí que él me miraba de forma semejante.

Sin embargo, él tuvo que correr para ayudar a los otros soldados y yo huí con el soldado Joo. Fuimos por el camino que yo había descubierto, andamos rápidamente escondiéndonos de los secuaces de Namin, pero cuando estábamos próximos a la salida encontramos a nadie más, nadie menos que mi carcelero particular.

— ¿Puedo saber dónde va con tanta prisa, doctor? — Él habló irónico y nos giramos deprisa, pero antes de que el soldado pudiese hacer algo, mi carcelero disparó en su dirección.

El soldado Joo cayó, parecía estar muerto, y me desesperé, yo nunca había visto a alguien morir. Yo era un médico de laboratorio, un científico, ya vi y estudié varios cadáveres, pero presenciar una muerte, fue raro de más, fue desesperador.

— ¡No dispare, por favor! — Levanté las manos rindiéndome.

— ¿Y por qué no? — Él sonreía. — Yo estaba yendo a buscarte para la muerte de cualquier manera. El jefe quería matarte de forma elegante, mandar un vídeo para tu padre, pero ya que sufrimos esa invasión, tu cuerpo muerto, con una marca de bala en la frente, va a causar un buen impacto en el doctor Jiho.

— Por favor, reconsidere. — Yo no sabía qué hacer, a no ser implorar.

A lo lejos oía los ruidos de tiros que venían del otro lado del laboratorio, yo rezaba para sobrevivir de alguna manera, pedía a los dioses que el capitán Lee apareciese nuevamente para salvarme.

En medio de mi rezo silencioso, oí un tiro y cerré los ojos, respiré hondo y esperé mi fin. Pasé las manos por mi cuerpo procurando dónde había sido alcanzado, sin embargo no sentí absolutamente nada, entonces abrí los ojos y vi a mi carcelero aún de pie, con los ojos agrandados, la boca ensangrentada, miré directamente en sus ojos y vi la vida desvanecerse, hasta que él cayó en el suelo totalmente sin vida.

El soldado Joo, aún en el suelo, había dado un tiro certero en mi carcelero. Respiré aliviado, hoy definitivamente no sería el día de mi muerte.

Corrí hasta el soldado que ahora gemía de dolor. Examiné su cuerpo, y percibí que no había qué hacer, la bala alcanzó sus órganos, la hemorragia se estaba esparciendo, él iba a morir en pocos minutos.

Me senté al lado de él, coloqué su cabeza en mi regazo e intenté al menos reconfortarlo mientras él agonizaba, él había usado su último aliento para salvarme. Vi al soldado morir delante de mis ojos, y juré que haría que el sacrificio de él valiese la pena.

Yo quería llorar, pero en honra al soldado Joo, yo tenía que salir de aquí, y no iba a conseguirlo solo, entonces tomé su radio y llamé al capitán rezando para que él y los otros estuviesen vivos.

— ¡Soldado Joo! — El capitán Lee respondió y sonreí al oír su voz.

— Capitán Lee, aquí es Wong Jiho. — Respiré hondo pensando en cómo le daría la triste noticia a él. — El soldado Joo, él... Él falleció.

— ¿Qué? — El capitán habló afligido. — ¡Dios mío! Quédese donde está, doctor, intente esconderse, estoy yendo hasta ahí.

Hice como él ordenó y me escondí, me quedé allí aguardando que el capitán me rescatase por segunda vez. En pocos minutos él apareció, estaba sucio de sangre, tenía la mirada triste y desesperada. Él se detuvo frente al cuerpo del soldado Joo, y se arrodilló delante de él.

— Él me salvó, pero no había nada que yo pudiese hacer por él. — Me aproximé. — La hemorragia ya se había esparcido, y la bala alcanzó órganos vitales. ¡Lo siento mucho!

— ¡Vamos, doctor! — Él se levantó. — Muestra el camino.

Pasé al frente de él y fuimos deprisa en dirección a la salida, conseguimos escapar y dejar ese maldito galpón. Corrimos por la floresta hasta estar fuera del alcance de las cámaras, entonces paramos para respirar y reponer las energías.

Miré al capitán Lee, él estaba con aquella misma mirada, triste y desesperada. Yo estaba curioso para saber lo que sucedió, y dónde estaban los otros.

— ¿Qué sucedió con el sargento Seok, y los otros soldados? — Pregunté.

— ¡Están muertos! — Él habló casi en un susurro. — Me desobedecieron, liberaron a otros prisioneros, enfrentaron a los secuaces, y ahora están muertos.

— Dios mío, lo siento mucho. — Hablé y él me miró con rabia.

— Ellos eran como una familia para mí. Estábamos juntos hace 5 años. — Él estaba con rabia, sus ojos brillaban con las lágrimas que se multiplicaban prestas a brotar. — Los soldados serían promovidos a cabo después de esa misión. Ellos eran jóvenes tenían 23 años, eran buenos hijos, amigos. El sargento Seok era casado, tenía dos hijos, uno de 7 y otro de 5 años. — Ahora algunas lágrimas caían de sus ojos y él las enjugaba con rabia. — Ni siquiera puedo llevar sus cuerpos para ser enterrados con la dignidad y honra que merecen. — Él se aproximó a mí. — Es bueno que todo eso haya valido la pena, y que su pesquisa sea realmente relevante para valer la vida de esos hombres.

Él dijo eso y se alejó, salió andando medio sin rumbo. Yo apenas me senté debajo del árbol más próximo. No valía la pena ir tras él en ese momento, él estaba triste, frustrado, pues como capitán él se sentía responsable por las vidas de los soldados.

Decidí respetar ese momento de luto de él, y apenas esperé que él volviese, algo en mí decía que él jamás me abandonaría en esa floresta.