Dicen Que Estoy Maldita

Los servicios funerarios de mi abuelo se llevaron a cabo mi tía Abigail se presentó con mis primos, la abrace con fuerza era la única de la familia junto con mis primos, todos nos sentimos terrible sentí como mi alma abandonaba mi cuerpo quedé inconsciente fue mucho dolor tantas perdidas en tampoco tiempo, sentí que Dios me había abandonado ahora estaba sola y me Iván a dejar con aquel demonio, pasaron los días y mi tía y mis primos tendrán que irse pero eso sí. antes leer el testamento de mí Abuelo, en este le dejaba la mitad de sus pertenencias a mi tía y la otra a mi, por otra parte todos los bienes de mi padre y madre que el había administrado pasarían a mi en mi mayoría de edad o cuando tuviera mi primer hijo, pero como era menor de edad mi marido se haría cargo de ellas, yo no quería volver a vivir en aquella cárcel porque para mí eso era una cárcel, además el no se había presentado comí me iba a vivir con él, mi tía Abigail dijo que me tendría que ir a vivir con el, que yo ahora le pertenecía a mi marido, pero como se le ocurre algo así, yo ni le pertenezco a nadie, ya no iba dejar que me pisotean a si fuera el mi marido yo no era feliz a su lado, el muy estupido mando a su representante legal, hablo con el abogado de mi familia, y me llevo por más negativas que yo daba, me llevo al aeropuerto era la primera vez que estaba en un lugar como ese y era la primera vez que me subía en un avión todos estos avances eran demasiado para mí, tuve mucho miedo fue muy poco el tiempo que tardamos en llegar a Inglaterra,

--- pensé que iríamos a México--- le dije aquel hombre.

--- No su marido está al cargo de las empresas que tiene en este país por eso no puede irse de este lugar--- ese hombre me llevo a la casa era como todas en las que estado última vez, grande y con hermosos jardines pero ya no me emociona por eso sabía que otra vez el me mantendría encerrada en mi habítacion, para mí sorpresa está vez no fue así, al día siguiente el apoderado legal de mi marido me llevo a un interna en el cual seguiría estudiando, por lo menos en ese lugar me distraía tenía amigas y lis fines de semana podía salir, eran unas cuantas horas pero podía salir, por lo menos mi tutor me dio permiso para salir, ya había pasado tres años desde que perdí a mi bebé y en algunos meses cumpliría mus 18 años mi mayoría de edad, le pediría el divorcio aquel hombre ahora tenía valentía suficiente para pedírselo, el día de mi cumpleaños salí del internado con mis amigas a festejar de hecho nos escapamos iríamos a un lugar donde las señoritas bien no irían, era un lugar donde de podía bailar, una especie de bar.