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El Alfa Quiere Redimirse

El Alfa Quiere Redimirse

Status: En proceso
Genre:Romance / CEO / Posesivo / Omegaverse / ABO / Fantasía LGBT
Popularitas:15.1k
Nilai: 5
nombre de autor: Alexa_san❣

—Divorciémonos.
La voz de Alessio Albrecht cortó el silencio como un bisturí, precisa y sin emociones. Ni siquiera se dignó a mirar al hombre que había sido su esposo durante ocho largos años. Frente a él, Enzo Volkov entrecerró los ojos, cruzándose de brazos con frialdad.
—¿Quieres separarte mi ahora?
Ocho años atrás, Alessio, quien no era el verdadero villano. Solo era un hombre que despertó atrapado en el cuerpo del antagonista de una novela BL escrita por su compañera de oficina. En ese mundo ficticio, su personaje era cruel, obsesivo y dispuesto a cualquier cosa para separar al protagonista de su verdadero amor.
Se enamoró de Enzo Volkov y lo obligo a comprometerse y contraer matrimonio con él. Finalmente, después de 8 años, su amor no fue correspondido, Y así, un día, harto del eco de su propia culpa y su amor no fue correspondido, solicitó el divorcio.
Un día sucedió un accidente. Un segundo de descuido. Un camión. Y entonces, la segunda oportunidad.

NovelToon tiene autorización de Alexa_san❣ para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

21

Enzo trabajaba con una paciencia y cuidado que contrastaban con la violencia de minutos atrás. Sus manos firmes, pero delicadas, limpiaban con sumo cuidado el brazo de Alessio. Cada vez que el algodón empapado en alcohol rozaba la piel, un ardor agudo recorría la herida, obligando a Alessio a morderse el labio para contener cualquier quejido. El corte no era superficial; el filo de la cerámica, tan traicionero como el de un cuchillo de cocina, había dejado una marca profunda.

Se sentía torpemente avergonzado por haber terminado herido. Después de todo, él no tenía ese supuesto “halo” de protagonista que le permitiría salir ileso de un enfrentamiento así. Con un suspiro resignado, murmuró.

—Déjalo… la ambulancia no tardará en llegar.  —murmuró, desviando la mirada.

Enzo no respondió. Simplemente, siguió trabajando en silencio, observando que el sangrado no cedía.  Entonces improvisó una férula blanda, tomó una revista que había sobre una mesa de noche en el dormitorio, como soporte rígido, la envolvió con una toalla para darle comodidad y protección, y la aseguró con una venda que enrolló desde la muñeca hasta casi el codo. Cuando terminó, presionó suavemente los dedos de Alessio para comprobar que aún estaban tibios, confirmando que la circulación no se había cortado.

Levantó la vista. Alessio lo había observado todo en silencio. Sus miradas se encontraron, y Enzo habló con voz grave, cargada de una preocupación difícil de ocultar.

—Prométeme que no volverás a hacer algo tan peligroso.

Alessio exhaló lentamente. En circunstancias normales, habría discutido o esquivado la promesa, pero la seriedad en el rostro de Enzo, junto con la preocupación palpable en su mirada, le cortaron cualquier objeción.

—Está bien… lo prometo —dijo finalmente.

Una leve sonrisa asomó en los labios de Enzo. Bajó el rostro hasta el dorso de la mano herida y lo frotó suavemente contra su mejilla, antes de depositar un suave beso.

Un escalofrío recorrió su espalda. Enzo tenía una expresión que, de alguna forma, parecía herida y frágil. Alessio no retiró la mano y su corazón, traicionero, latió extrañamente.

—Hermano, ¿te encuentras mejor? —preguntó Artem desde el pasillo, su voz cargada de preocupación.

La voz de su hermano lo sacó de golpe del extraño momento que había quedado flotando en el aire. Se levantó de la cama, aún confundido por el beso que Enzo había dejado en el dorso de su mano y con la sensación del calor de sus labios, persistiendo como una quemadura suave. Salió primero de la habitación, con Enzo siguiéndolo de cerca.

Artem, al verlo aparecer primero, se acercó con inquietud.

—Hermano, ¿de verdad estás bien? —insistió, escaneando a Alessio con la mirada.

Alessio levantó su brazo vendado para mostrárselo con un gesto tranquilo, y con su otra mano le despeinó el cabello a modo de cariño, esbozando una leve sonrisa.

—Estoy bien… tu hermano es más fuerte de lo que parece.

Aun así, Artem lo miró con evidente angustia. Alessio, como recordando de pronto un detalle, retiró la mano y señaló hacia el dormitorio, donde el cuerpo inconsciente del acosador yacía en el suelo.

—Por cierto… él es el tipo que te ha estado acosando.

La sorpresa se reflejó en el rostro de Artem, quien entró con cautela para observar al hombre. Se inclinó ligeramente, notando que los golpes de Enzo habían dejado el rostro irreconocible.

—¿Artur…? —murmuró Artem, mirando primero al sujeto y luego a Alessio y Enzo, que permanecían en el umbral.

—Él es quien estaba detrás de los mensajes y correos —explicó Alessio con voz fría—. Según Enzo, trabajan en el mismo departamento que tú en la empresa.

Artem asintió lentamente, como procesando la información.

—Sí… es del mismo departamento. Pero solo hablé con él un par de veces, por cuestiones de trabajo.

Alessio chasqueó la lengua, observando al hombre tendido en el piso con una mezcla de desprecio y repulsión.

—Escoria… —murmuró.

...----------------...

El caso del acosador se resolvió mucho más rápido de lo que Alessio esperaba. Aunque el culpable fue llevado primero al hospital debido a sus heridas, la justicia seguiría su curso.

Alessio también fue trasladado a urgencias, donde su herida fue atendida con cuidado. Primero limpiaron la herida y luego la cerraron con suturas. Ahora, el doctor le colocaba una férula ligera mientras le explicaba con voz calmada pero firme:

—Es un alivio que el corte no haya dañado ningún tendón. Sin embargo, para que la herida no se abra de nuevo, voy a colocar esta férula ligera. No podrás mover el brazo durante al menos tres semanas para asegurarnos de una correcta recuperación.

Alessio asintió, comprendiendo la importancia del reposo, mientras Enzo permanecía a su lado, escuchando atentamente. El doctor añadió.

—Debes venir a un chequeo semanal para evaluar la evolución de la herida.

Al terminar, se levantó de la silla y dijo con una sonrisa tranquilizadora.

—Bueno, me retiro.

Al salir de la habitación privada quedaron solos Alessio y Enzo, hasta que Artem entró junto a sus padres. Edith se acercó con rapidez, tomando a Alessio por las mejillas con una mezcla de preocupación y cariño.

—¡Mi bebé! —exclamó, entrando a la habitación, mientras sus ojos mostraban furia.

—Adler, tienes que asegurarte de que ese idiota vaya a la cárcel —ordenó Edith, mirando a su esposo, quien asintió con determinación y se acercó junto a Artem.

Alessio sintió un poco de vergüenza por el apodo cariñoso y se apresuró a tranquilizarlos.

—Mamá, estoy bien… Enzo me ayudó —dijo, lanzando una mirada agradecida hacia Enzo.

Los padres de Artem voltearon a mirar a Enzo, aún al lado de Alessio, y agradecieron su ayuda sinceramente.

—Gracias por cuidar de nuestro Lio —dijo Edith, soltando finalmente el rostro de Alessio con una leve sonrisa.

Enzo asintió con firmeza y dio un paso adelante, dirigiéndose a los señores Albrecht con voz decidida.

—El doctor dijo que Alessio debe guardar reposo al menos tres semanas. Durante ese tiempo, me gustaría hacerme responsable de cuidarlo.

Los padres de Artem se miraron entre ellos, evaluando la propuesta en silencio. En eso Alessio intervino rápidamente.

—Gracias por tu preocupación, pero no es necesario.

Enzo negó con la cabeza y, sin más, se acercó a Alessio para tomar su mano con delicadeza.

—No seas terco. Yo me encargaré de cuidarte.

—No te preocupes, puedo manejarlo yo solo.

Entonces Edith intervino con una sonrisa amable pero firme.

—Cariño, vas a necesitar ayuda. Además, Enzo quiere ayudarte.

Tanto su esposo como Alessio la miraron con algo de duda. Edith, con un codazo sutil a su esposo, le hizo entender la situación, y él asintió con resignación.

—Sí, Lio, Enzo, te será de gran ayuda. Ya sabes que tu madre y yo no podemos estar siempre aquí por el trabajo —comentó mientras disimuladamente se cubría las costillas.

Alessio suspiró, rendido, y murmuró.

—Está bien.

Enzo sonrió levemente y apretó la mano de Alessio con suavidad. Edith continuó.

—Entonces, ¿por qué no se queda en tu casa? —solto como si hablara del clima.

Alessio lo miró sorprendido, y luego volteó a ver a Enzo, pensando. Seguro que odia la idea, pero para su sorpresa, Enzo asintió sin objeciones.

En ese momento, Artem, que había permanecido en silencio, intervino tímidamente.

—Mamá, ¿yo también puedo quedarme en casa de Alessio?

La omega lo miró con una sonrisa cálida y le dijo.

—Eso sí, Alessio quiere, ¿te parece bien?

Alessio, escuchando la conversación entre su madre y su hermano, comenzó a maquinar en su mente. Esta era una oportunidad perfecta para acercar a Artem y Enzo. Sin dudarlo, accedió con una sonrisa tranquila.

—Claro que sí. No me quedaría tranquilo si simplemente te fueras a otro departamento.

Por dentro, sus verdaderas intenciones brillaban con claridad. Desde esa charla quedó decidido que Enzo y Artem vivirían temporalmente en la casa de Alessio.

El caso del acosador avanzó con calma y eficacia. Por suerte, Enzo no fue acusado de autodefensa excesiva, ya que las circunstancias dejaron claro que actuó para proteger a Alessio. La situación se manejó con suma cautela y profesionalismo, gracias a que los padres de Artem y Alessio llevaron a su abogado personal, quien se encargó de todos los aspectos legales con gran diligencia.

Se abrió un expediente en la fiscalía, donde se establecieron claramente los hechos: el segundo hijo, Artem, había sido víctima de acoso, y Alessio había resultado herido por defenderse de una agresión. Al conocerse que ambos eran hijos del presidente de Blockium, los fiscales mostraron especial cuidado y evitaron acciones que pudieran parecer injustas o arbitrarias.

Así, el proceso avanzó favorablemente para los Albrecht, garantizando que la justicia se cumpliera sin desatar conflictos innecesarios.

...----------------...

Alessio estaba en su oficina, sentado frente al escritorio, revisando algunos documentos con su mano izquierda, pues la derecha aún estaba vendada por la herida reciente. Por suerte, los papeles eran solo informes que no requerían demasiada concentración ni movimientos bruscos. Aunque Ignat le había insistido en que descansara en casa y que él se encargaría de todo, Alessio no podía dejar toda la carga en el pobre; debía seguir al tanto.

Una sonrisa se dibujó en sus labios mientras su mente viajaba a un recuerdo divertido. Un día, al salir a almorzar, había presenciado una escena que le había parecido encantadora y divertida. Evans, con un ramo de flores en mano, se inclinaba audazmente sobre el escritorio de Ignat y le decía con descaro:

—Acéptame una cita, lindo —, sonriendo con aquella confianza que tanto caracterizaba a Evans.

Ignat, sin levantar la mirada, respondió con un leve fastidio.

—¿No te cansas? —, aunque sus orejas se teñían de un rojo apenas perceptible bajo su cabello, y giró el rostro para evitar mirarlo.

Justo en ese instante, el sonido vibrante de su teléfono, lo sacó de sus pensamientos.

—Bzzz Bzzz

La pantalla del celular se iluminó, mostrando el nombre de Enzo.

—Ya estoy en el estacionamiento —decía el mensaje.

Alessio levantó la vista hacia el reloj de pared de su oficina: faltaban apenas unos minutos para la hora de salida. Exhaló un suspiro. Enzo había vuelto a recogerlo, como lo hacía desde aquel día en el hospital, cuando afirmó que se haría responsable de él. Desde entonces, sin fallar un solo día, aparecía en la empresa para llevarlo a casa.

Con el brazo derecho herido, Alessio no podía conducir, y aunque podría haber contratado un chofer temporal, Enzo se negó tajantemente, asegurando que él mismo se encargaría.

Otro suspiro escapó de sus labios. Pensó que, después del incidente, Artem y Enzo se volverían más unidos… pero ocurrió lo contrario. Enzo estaba prestando atención a algo o a alguien que no debía.

Se levantó de la silla, frunciendo ligeramente el ceño mientras meditaba. No tenía una excusa válida para enviarlo a casa, así que simplemente salió de su oficina. En el pasillo, vio cómo parte de su equipo se preparaba para marcharse y otros se acomodaban para quedarse horas extras.

Con una sonrisa, les dijo.

—Me retiro por hoy, tengan cuidado al volver, y los que se queden… no trabajen hasta tan tarde.

—¡Entendido! Que tenga buena noche, jefe —respondieron casi al unísono, algunos con una ligera reverencia.

Alessio asintió, caminó hasta el ascensor y presionó el botón que lo llevaría al subterráneo.

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Lluvia lunar
el trasmigro al cuerpo del hermano del prota y se enamoro de el otro prota asiendo que se separa del el hermano .
la pregunta es el es el de la novela cundo hizo que se separen o era el hermano original el que hizo que se separen ?
Elvira Vega
alguien mas piensa que Alessio no es el unico que tuvo una regrecion lo digo por el comportamiento de Enzo a hora y ese miedo de volver a perderlo
Maru19 Sevilla
Me quedo con ganas de más capitulos, gracias por actualizar /Good/
Maru19 Sevilla
Se ve a desenmascarar Artem
Yansuk*
Muchas gracias por los capítulos 😘
Cherry Blue Sound~
me está desagradando este hermano
Cherry Blue Sound~
pensar que comencé a leer esto un 17 de agosto skshs/Doge/
vicky bw
Por que eres tan coqueto Enzo /CoolGuy/
Yansuk*
Enzo regreso igual que el, mi pregunta como rayos terminaron así porque enzo no estaba enamorado de artem.
Yansuk*
Enzo regreso igual que el, mi pregunta como rayos terminaron así porque enzo no estaba enamorado de artem.
Maru19 Sevilla
Que habrá pasado que Enzo ahora lo quiere /Slight/
vicky bw
Oh quiere hablar de amores, hablemos de amores
vicky bw
Me está poniendo muy nerviosa el norteño, que pasó no escuchás que te está diciendo que no es cierto, si no siquiera eres capaz de creer en sus palabras de qué tanto te quejas
✿~Celeste~✿
Aaaa bueno andamos sacando los trapos sucios jjajajja
moon_jabami03
Es una historia muy buena..todo se lleva con calma se profundiza al personaje y sus motivos...en general muy bien ¡me encantó!
YOONMIN 💜
ja le atiné, está enamorado de Alessio 😍
YOONMIN 💜
aquí si creo que Artem esté enamorado de Alessio,,,,
Maru19 Sevilla
Cómo manojo de rábanos todos juntos jajaja
✿~Celeste~✿
~Esos celos que me matan~
✿~Celeste~✿
Quede loca el capítulo pa locooo
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