CHARLOTTE

Han pasado cinco años, cinco años donde no se nada de ella, quise ir a verla, pero se lo prohibió a todos, desde aquel día que fue sentenciada no he tenido paz.

Ese día mis padres hablaron conmigo, me hicieron entrar en razón, pero ya era tarde, no podía hacer mucho, mi hermana duró meses sin hablarme, mis amigos me reprocharon el haberle dado la espalda a Charlotte.

Los Baker querían acabar con la familia Lewis, pero no lo permití, nadie sabe que yo metí mi mano en esa situación, todos creen que fue mi hermana.

Me fui un tiempo, deje a mis amigos a cargo de la empresa, el peso de la culpa no me dejaba y aún no me deja tranquilo, volví para la boda de mis amigos, mi hermana también se casó y yo, pues también me casé.

Jade siempre fue mi tentación, y en una de tantas salidas dormí con ella, tuvimos sexo y nada como pensé, y así pasaban los días, ya después se mudó conmigo, no quería estar solo, la peor estupidez que hice, ya más tarde sentí la presión de su familia más que todo de su padre y aunque los padres de Daniela no estaban muy de acuerdo al final lo aceptaron y más porque Jade salió embarazada.

Mis padres dieron el grito en el cielo, tanto ellos como mis amigos seguían esperando que Charlotte saliera antes de lo pensado, pero como? Eran veinticinco años, la vida continúa y yo pues, un tonto, un genio para las computadoras, todo referente a la tecnología, pero un total imbécil para el amor.

Cuando supe lo del embarazo de Jade, inmediatamente me puse feliz, le propuse matrimonio, por un instante olvide a Charlotte y comencé a llenar de detalles a la única mujer que me daría una de las más grandes bendiciones que un hombre puede tener, un hijo.

Compré una mansión, nos casamos fue la boda del año, realmente me sentí feliz, no pasó mucho tiempo cuando Jade comenzó a sacar su verdadera personalidad, sus celos, manipulación, en fin.

Recuerdo esa mañana y me la repito una y otra vez en mi mente como una película.

_ esa maldita secretaria no la quiere en la empresa, soy tu esposa y debes darme mi lugar. Me grita Jade

_ no voy a seguir haciendo lo que deseas, por Dios Jade es solo una empleada no se de dónde sacas que es mi amante, eres mi esposa, me vas a dar un hijo, me desvivo por ustedes y tus absurdos celos sin sentidos me están sacando de mis casillas.

_ O se va ella o me voy yo, y nunca verás a nuestro hijo. Me vuelve a gritar y yo detengo mis pasos antes de salir de la habitación.

_ no me amenaces con eso, no me hagas odiarte. Salgo de la habitación con una ira que consume mi ser, no puede ser que Jade me manipule con algo que ella sabe es lo más importante para mí.

La escucho gritarme, no presto atención y sigo mi camino a la salida de la mansión, rumbo a mi trabajo.

_ Ares, Ares, aaaah

Cuando escucho ese grito que resonó en toda la casa, mis pies automáticamente se congelan, ese grito fue como salido del alma y yo sentí lo peor, volteo a verla y la veo bajar detrás de ella un hilo de sangre, sus pies pisan en falso y veo como va cayendo lentamente por las escaleras, trato de correr al lado de ella, pero ya es tarde, su cuerpo impacta en el piso.

_ Jade. Es lo que logro pronunciar.

_ señor, señor, que sucede.

_ llama a una ambulancia.

En pocos minutos llega una ambulancia y Jade es llevada al hospital más cercano.

Allí recibo la peor de las noticias, Jade había perdido a nuestro bebé y estaba entre la vida y la muerte, tenía cuatro meses de embarazo, mi mundo se vino abajo, me siento culpable.

Mis padres llegaron, junto a mi hermana y cuñado, han sido mi apoyo, ya no soy el mismo, ahora no sonrió, trabajo como loco para no recordar, bebo mucho, me he sumergido en un mundo prácticamente oscuro del cual no puedo y no quiero salir.

Jade ha quedado en silla de ruedas, no dormimos juntos, ahora está peor que antes, le he pedido el divorcio, pero está en una total negativa, la relación con su familia es nula, vivo un infierno cada día, uno en el que yo mismo me he metido totalmente.

Ha pasado el tiempo y ha nacido mi sobrino ahijado, si, mi hermana me lo ha pedido, también se que lo hace para que yo trate de cambiar un poco, me dice siempre;

_ un sobrino y ahijado es como un hijo. Yo solo niego.

Hoy estamos en casa de mis padres dándole la bienvenida al pequeño Charlie Lewis Walton, cuando escuché ese nombre por un momento recordé a Charlotte, recordé sus ojos, su sonrisa y ese beso, ese único beso que nos dimos aquella maldita noche, que en ocasiones se ha convertido en mi más, peor pesadilla.

Voy bajando las escaleras en busca de un poco de vino mientras los demás siguen encantados con Charlie, escucho el teléfono, pero ya hay una chica del servicio atendido.

_ señor, señor es una llamada y dicen que es para usted.

Tomo el teléfono

_ ☎️ aló. No hay respuesta por unos segundos.

☎️ Disculpe, quiero hablar con él señor William. Esa voz nunca la olvidaría, mi mundo da un vuelco, después de tantos años escucho su dulce voz

☎️ Charlotte? Es lo que logro preguntar, pero estoy seguro de que es ella.

☎️ necesito hablar con tu padre o con Luna. Su tono de voz cambió a uno frío, duro, como si mi voz le hiciera daño y no quisiera escuchar.

_ quien es hijo.

_ es para ti. Digo rápidamente y creo que tengo dos cabezas, porque mamá me ve de una manera extraña, papá le dice que iría a contestar al despacho, mamá y yo quedamos en la sala.

_ hijo, que pasa? Te ves pálido

_ es ella mamá, ella.

_ quién, hijo?

_ es Charlotte?

_ que? estás seguro?

_ si, madre, es ella. Mi madre me abraza, pide un vaso con agua para mí, y desde que perdí a mi hijo no me había sentido tan mal, siento culpa, remordimiento, siento que me falta el aire, la vista se me nubla y siento un deseo enorme de vomitar.

Salgo corriendo al baño y lo poco que había comido lo saqué, me lavé la cara y volví a la sala donde ya estaba mi padre hablando con mi madre.

_ estás mejor? Me pregunta mamá, yo solo niego.

_ tengo que salir, cuida de tu madre, me dice papá y yo solo asiento.

_ era ella verdad?

_ si hijo, era ella. Solo niego y unas lágrimas traicioneras salen de mis ojos, mamá solo se acerca y me abraza.

_ Charlotte. Es lo que logro decir.