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Millonario Ceo Prometido Bajo Contrato

Millonario Ceo Prometido Bajo Contrato

Status: Terminada
Genre:Romance / CEO / Amor a primera vista / Romance de oficina / Secretos de la alta sociedad / Amor en la madurez / Completas
Popularitas:4.8k
Nilai: 5
nombre de autor: Venney Mary

una historia llena de Romance, amor a primera vista con mucha complicidad emocional

NovelToon tiene autorización de Venney Mary para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Te Amo.

CAPÍTULO ONCE: TE AMO

Emiliano Ferrer.

Después que mi hermosa termina de expresar lo que siente, la pegó más a mí, chocando sus senos contra mi pecho, no aparto mi vista de sus preciosos ojos azules, que me ven de una forma especial le dejo un beso en medio dos ojos, bajo mi rostro dejando otro en sus labios hinchados, la envuelvo con mis brazos, dando mi calor corporal doy suave caricia con mi mano libre, sin deja que ella no me sienta, seguimos desnudo en la cama sin movernos estamos agotados y al mismo tiempo satisfecho con lo que pasó, Antonella no se arrepiente de nada y puedo jurar que está feliz tanto como yo lo estoy. Lo mejor de todo es que sucedió sin pensarlo, sin planearlo, y esa espontaneidad tiñe este momento de una magia especial. Fue el destino, caprichoso y certero, quien orquestó este encuentro. Y si me preguntaran qué cambiaría, mi respuesta sería un rotundo: absolutamente nada.

—Créeme, estoy inmensamente feliz, Antonella. Lo que acaba de pasar entre nosotros no lo planeé, ni siquiera lo había imaginado, te lo juro. Y tampoco me arrepiento en absoluto. Entregarte a mí, ser tu primer hombre, lo hace único, al igual que tú. Nunca he estado con una mujer de esta manera, te he entregado mi primera vez, principessa. Nos pertenecemos el uno al otro. —Busqué su rostro, tomé suavemente su mentón entre mis dedos y, tras depositar un tierno beso en sus labios, la miré a los ojos y le confesé lo que mi corazón gritaba en ese instante—: Te amo, Antonella Salvatore. Si antes pensaba que no quería separarme de ti, ahora ese deseo es aún más profundo. Eres mía, solo mía, y me tienes a tus pies, rendido ante este amor. No necesito una eternidad para comprender la magnitud de lo que siento por ti.

Vi cómo sus hermosos ojos se llenaban de lágrimas brillantes, lágrimas que luchaban por contenerse hasta que finalmente se desbordaron, resbalando por sus mejillas.

—No llores —le dije con suavidad, acariciando su rostro con ternura.

—Lloro de felicidad, por lo que me dices, por lo que sientes, por lo que hicimos y por lo que yo siento por ti. Por todo.

Y... y también te amo, Emiliano Ferrer.

Nos quedamos en silencio, un silencio cómplice y lleno de promesas. Cerré los ojos, sintiendo la respiración de Antonella, ahora calmada y tranquila. La miré; su rostro sereno no revelaba más que una paz profunda. Lentamente, me di cuenta de que se había quedado dormida. Se veía tan hermosa, tan vulnerable. Solté un suave suspiro, permaneciendo inmóvil para no perturbar su sueño. Y al igual que ella, me abandoné en los brazos de Morfeo. Una calidez reconfortante me envolvió. Sentí mi brazo entumecido y me moví ligeramente, notando un peso suave sobre mi pecho. Antes de abrir los ojos, sentí una delicada caricia en mi rostro, un dedo recorriendo mis cejas, luego mis labios.

—Eres tan apuesto, tan hermoso —la escuché decir con una voz suave y melódica. Abrí los ojos y la vi sonreír, una sonrisa radiante que iluminó toda la habitación.

—¿Hola, dormilón? ¿Te desperté? —preguntó con dulzura.

—¡Hola, dormilona! No me despertaste, solo estaba disfrutando de tu toque —le respondí con una sonrisa, maravillado de despertar con tan hermosa imagen a mi lado—. Qué maravilloso abrir los ojos y encontrarte así.

Un ligero rubor tiñó sus mejillas.

—Voy sumando cosas a mi lista de lo que me gusta de ti, y créeme que ya llevo unas cuantas. Especialmente las primeras diez, de las cuales ya tengo cuatro. Me faltan seis.

—¿Y puedo saber cuáles son? —pregunté con curiosidad, entrelazando mis dedos con los suyos.

—Por supuesto, no habrá secretos entre nosotros —me aseguró con una dulce sonrisa—. La primera fueron tus besos. Me encanta besarte y sentir tus labios. La segunda: escucharte, cantar, tus gemidos, es la mejor canción y melodía que he podido escuchar en toda mi vida.

La tercera: lamer tu vagina y ver lo que sale de ella. Considérame ya adicto de ti.

Cuarto: Ver tu cara al despertar y encontrarme con tu rostro es placentero, encantador.

Quinto: Hacerte el amor; la manera en que te hago temblar es indescriptible.

Sexto: Tenerte aquí, ahora, ya lo hace especial.

Antonella me mira atenta a lo que le digo: tiene los ojos bien abiertos y la boca entreabierta, como si no pudiera creer lo que le acabo de decir.

Suelto una sonora carcajada, porque verla de esa manera me causa gracia. Ella me da un leve golpe en el brazo.

—¿De qué te ríes? Además, ¿dónde quedó el hombre respetuoso y educado que conozco, SEÑOR FERRER? Me dijiste que eran cuatro y conté seis. Ella quiere ponerse seria, pero su gesto, que intenta contener la risa, me dice que no le molestó lo que dije.

—De tu cara tan expresiva, ja, ja, ja, fue gracioso. En cuanto a lo otro, sigo siendo el mismo hombre que conociste y, ahora, quizás con más confianza contigo. Nada va a cambiar entre nosotros y, por último, tampoco sabía que tenía más.

—Amor, ¿qué hora es? Tengo que irme a casa; mis padres se van a preocupar. Siempre le digo cuando me demoro, aunque sabe que no llegaré a la hora de siempre.

Veo mi reloj en la muñeca.

—Es temprano, son las nueve. No pasa nada. Vamos a levantarnos, a ducharnos y luego bajamos a comer.

—¿Qué opinas? ¿Pero quieres que me bañe contigo? Asiento. —¡Noooo, Emiliano! Me da vergüenza; ¡además, nunca me he bañado con nadie!

—¡Sí, bañarnos juntos! No tiene nada de malo. Ya me viste, te vi desnuda, y ahora estamos sobre la cama. Tampoco me he bañado con nadie y, si podemos sumar nuestras primeras veces, lo hace más especial. ¡Vamos!

Salgo de la cama desnudo y mi princesita se queda mirando mis movimientos, asombrada. Doy la vuelta, llego al otro lado de la cama, meto mis manos detrás de sus piernas y la otra en su espalda; la cargo y nos dirigimos al baño.

—¿Qué... qué haces?

—Te estoy cargando y llevándote a la ducha.

—¡Sí! Lo sé, pero… ¿pero?

—¡Shhh! Princippessa, déjate consentir, ¡sí!

Ella no dice más. Entramos a la ducha, abro la llave y comienza a salir la lluvia artificial; el agua está tibia. Ambos estamos bajo el agua. Busco la esponja, la lleno de jabón líquido; su olor a frutas se esparce por el aire. La llevo a su pecho, acariciando con movimientos suaves. Voy moviéndome por toda su espalda, bajo a sus nalgas, esas tan duras, firmes y redonditas que me gustan. Solo verla me provoca morderlas. Ella está atenta a todos mis movimientos y se deja hacer sin ningún reparo. Paso al frente de su vientre, bajo y froto su intimidad con suaves movimientos. A Antonella se le escapa un gemido suave; la veo sonrojarse como un tomate. Suelto la esponja y paso mi mano por su cuerpo mientras el agua cae sobre ella. La escucho carraspear y se recompone.

—Ahora me toca a mí hacerte, señor Ferrer —me dice con voz seductora…

Cierro los ojos al sentir mi pene entrar en un lugar cálido. Bajo la vista y veo a ella metiéndolo en su boca. Lleva su mano al nacimiento de mi miembro, ajustando los movimientos. No lo lleva todo a su boca; se nota lo inesperado y nerviosa que está, pero, aun así, no deja de moverse. Lo saca, pasa su lengua por la punta, dando círculos, para luego deslizarla a lo largo. Regresa a meterlo otra vez, y esta vez los movimientos son más rápidos, llevándolo hasta el fondo. La escucho gemir del placer que siente al mamar mi pene, como si fuera una paleta. Estoy sintiendo que me voy a correr.

—Princippessa, me voy a correr en tu boca si sigues así como vas —le digo.

—¡Aahhh! ¡Aahh! —Ella no hace caso a lo que digo; sigue disfrutando y no aguanto más. Suelto mi esperma, llenando su boca. La veo bajar la velocidad, sacarlo y pasar la lengua, limpiando el último residuo.

—E… Eso fue excitante, delicioso, morboso, perverso y fantástico.

Antonella se reincorpora y me mira con una sonrisa, dejando un beso en mis labios.

—Te amo.

Salimos del baño. Busco la toalla, nos secamos, buscamos la ropa y nos vestimos.

—Antonella, ¿con qué cara voy a mirar a tu nana al bajar? Le dejamos todo preparado y, ¿qué va a pensar de mí? ¡Dios, qué vergüenza!

—No te preocupes por eso, hermosa. Ella sabe lo que puede pasar entre dos adultos que se aman. Además, no dirá nada. Tal vez no la veamos; ella es de dormirse temprano y levantarse temprano. Así que no te preocupes, le doy un pico. ¡Bajemos!

Bajamos y, en efecto, no está por ningún lado. Sé dónde encontrar las cosas en la cocina y, si no las hay, las preparo.

—¿Quieres comer? Ven, mira, aquí hay algunas cosas.

—Sí, quiero jugo de naranja, por favor, y un trozo de bizcocho, y también galletas.

—Buena elección, optaré por lo mismo.

Después de comer algo ligero, salimos de casa. Vamos en el auto. Enciendo el estéreo y busco una emisora con música, y justo encuentro una hermosa canción.

“Amor a Primera Vista” - Fabiani.

Fue de casualidad,

que, sin buscar, llegó el amor a mi corazón.

Y el amor tenía tu rostro.

Fue un momento hermoso y romántico,

fue algo mágico.

Y así me enamoré de ti desde que te vi frente a mí.

Me enamoré, fui sin querer,

no lo logro comprender.

¿Cómo fue que te metiste aquí en mi mente y mi corazón?

Poco después llegamos a la casa de ella. Antes de bajar, le digo:

—Esta será nuestra canción. Voy a pensar en ti; fue maravillosa la tarde que pasamos juntos. Te veo mañana, amor mío. Te amo.

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Luz Plascencia
que mal final ni al caso
Rossy Rodriguez
Excelente
Mary Mary
no he cortado absolutamente nada .. la app elige subir o no la historia.
Mary Mary
si lo estás... pero llevo más de 15 días enferma y la autora se enferma.
Mary Mary
a ver... no he cortado nada... estoy actualizando..
Eduardo Carballo
que mentiroso como la van a cortar que falta de respeto de la autora
Dilia Esther Sarabia Beleño
Que pasó aquí se supone que la historia estaba completa .
Mary Mary: no entiendo... el capítulo 28 y yo la he subido. hasta el 30. puede ser la app
total 1 replies
Yelitza Maza Crespo
que paso k mal escritora
Maru
Jummmmm 🤔 cascos ligeros Mónica
Maru
🤨Es cuestionable son millonarios ( como suele suceder) y van a unos lugares de mala muerte donde entra cualquiera. Otra cosa van con sus respectivas parejas y bailan solas
Mary Mary
/Angry/
Mary Mary: me 🥰 encantó
total 3 replies
Mary Mary
🥰
Mary Mary
amo /Drool//Angry//Angry/
Mary Mary
lindo soñador.
Faaabb
Ya la agregué
Mary Mary: graciasssss
total 1 replies
Black Jack
Excelente, es muy bueno.
Mary Mary: Gracias 😀
total 1 replies
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