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Bajo La Luz De La Luna

Bajo La Luz De La Luna

Status: En proceso
Genre:Yaoi / Vampiro / Amor en la guerra / Fantasía épica / Mundo mágico / Polos opuestos enfrentados
Popularitas:742
Nilai: 5
nombre de autor: Gaelth

"El amor, al enfrentar la tragedia, no se desvanece: sangra, sí, pero también florece. Porque en su dolor más hondo descubre su fuerza, y en medio del caos se convierte en guía. Solo cuando el corazón se quiebra, el alma entiende que amar no es solo sentir, sino resistir, transformar y dar sentido incluso al sufrimiento."

NovelToon tiene autorización de Gaelth para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

El Rey de las Sombras

"Tengo mucho calor..."

"Ahora que lo recuerdo, hace doce años fui secuestrado por unos bandidos que querían el oro del rey. Era una mañana de primavera. Me dirigía a la mansión del duque cuando los bandidos nos interceptaron, hirieron a todos los guardias y me llevaron lejos del reino. Me condujeron a lo más remoto del país, a las tierras del Rey Vampiro, en las Montañas de Sangre.

Los sirvientes solían contarme historias sobre un monstruo que vivía en esas montañas y se alimentaba de humanos, especialmente de niños. Me aterraba escucharlas.

Los bandidos me ataron de pies y manos. No podía moverme. Estaba asustado de lo que pasaría.

—Estas son las montañas donde vive el monstruo sin rostro. Las leyendas dicen que odia a los humanos y que nadie que entra en su territorio vuelve a salir —dijo uno de los bandidos con temor.

—Por favor, no tengan miedo. Solo son historias para asustar a los niños.

Pero al escucharlos hablar del monstruo, sentí miedo y empecé a llorar. Uno de los bandidos se enfureció.

—¡Cállate, mocoso!

—Si lo matamos, le haríamos un favor al reino. No podemos tener un rey llorón como tú.

—¡Deja de llorar, mocoso!

—No puedo creer que seas el futuro rey. ¡Eres débil y patético!

—Veremos la cara del rey cuando lo vea en este estado...

Las risas de los bandidos retumbaban en mis oídos. Temblaba de miedo. Recuerdo haber mojado mis pantalones. Moría de hambre y los había escuchado decir que la comida se estaba acabando. Extrañaba mi hogar.

Llegó el séptimo día. Mi cumpleaños. Sabía que nadie lo recordaría. Había perdido toda esperanza cuando escuché a los bandidos discutir. La comida estaba escasa y hablaban de matarme.

Vi un trozo de pan cerca de ellos. Con esfuerzo, me arrastré para alcanzarlo, pero me descubrieron y me golpearon. Me dolía el estómago. Seguía hambriento, así que lo intenté de nuevo.

Esta vez, los hombres me tomaron de los pies y comenzaron a arrastrarme.

—¡Ya estamos hartos de ti, mocoso estúpido! —me amenazaron.

—¡Tu maldito padre no coopera!.

¡Queremos oro, pero ya no podemos esperar más!

¡Di adiós al mundo, príncipe llorón!

—¡Lo siento! ¡No quería robar, pero tengo hambre! ¡Hoy es mi cumpleaños! ¡Déjenme comer un poco, por favor!

Les mencioné mi cumpleaños con la esperanza de que me dejaran ir. Fui ingenuo. Uno de los hombres tomó un cuchillo y se acercó para matarme. Pero entonces... se quedó inmóvil.

Todos estaban horrorizados.

Un aura pesada envolvió el bosque. De repente, una sombra negra y enorme apareció entre los árboles.

Los bandidos estaban en shock. Un olor putrefacto inundó el lugar.

La sombra se acercó rápidamente y, con voz grave y firme, rugió:

—¡¡¡Veo que los parásitos siguen viniendo!!! ¿Cuántos más debo matar para que entiendan que estas tierras no les pertenecen? ¡Sus actos son imperdonables! ¡Quítenle sus asquerosas manos al niño!

La figura estaba envuelta en una nube de oscuridad, pero sus ojos brillaban con un rojo intenso.

Los bandidos me soltaron y trataron de atacarlo.

En un instante, todos fueron asesinados. Uno a uno explotaron.

Sabía que yo sería el siguiente. Recordé las historias de los sirvientes y me aterroricé. Llorando, supliqué por mi vida.

Entonces, la sombra se acercó y, con una voz inesperadamente cálida, me dijo:

—Tranquilo. Ya pasó todo. No tengas miedo.

—¡WAAAAAAH! ¡No te acerques! —solté un grito ahogado.

De la sombra emergió algo que jamás imaginé ver: un brazo extendido.

—¡Vamos, levántate! —dijo, con voz serena.

Era una mano pálida y muy helada.

—¿No me vas a comer? —pregunté con ingenuidad.

—Tonto, yo no como niños —respondió con suavidad.

La sombra se disipó, dejando al descubierto una silueta.

"Esa fue la primera vez que te conocí."

Quedé perplejo. Era... hermoso.

Me levanté de inmediato y me acerqué.

—¿De verdad no me comerás?

—Mi dieta no se basa en niños.

Ahora podía verlo mejor. Su rostro, su cuerpo... La sombra ya no estaba.

—Ah... señor, usted es lindo...

Sus ojos brillaron con ternura.

—Gracias. Escuché que hoy es tu cumpleaños. ¿Dónde están tus padres?

—Sí, hoy es mi cumpleaños. Ellos están lejos...

Sonrió dulcemente.

—¿Qué te parece si celebramos mientras llegan?

—¿Podría comer algo...? —mi estómago gruñó.

El hombre rió con suavidad.

—Hahaha. Claro, vamos a comer.

Me sonrió con amabilidad.

"Me dio pastel, comida, curó mis heridas, me bañó, me cuidó... y me trató como nadie lo había hecho antes."

Entonces, con la inocencia de un niño, hice un deseo.

—Cuando sea grande, vendré a pedirte que seas mi esposa.

Él arqueó una ceja.

—Los deseos no se dicen en voz alta, son secretos.

—¡¿Me lo prometes?! —extendí mi meñique.

—¿Prometer qué? —preguntó, confundido.

—Que te casarás conmigo cuando sea adulto.

—Mmm... bueno, lo prometo. Aunque no te aseguro nada.

"Fue el cumpleaños más hermoso que tuve."

Pero la felicidad no duró.

Pasaron ocho días. Una mañana desperté y él ya no estaba.

Sentí miedo. Otra vez me habían abandonado.

El viento trajo consigo un estandarte real.

Mi padre había llegado con sus soldados.

Corrí emocionado, pero al verlo, su expresión era fría.

—¡Aquí está, sano y salvo! —dijo Cádiz, mirándolo con seriedad.

Mi padre inclinó la cabeza.

—Gracias, su majestad. Perdón por las molestias.

—No fue nada —respondió.

—Papá, ¿qué está pasando?

—Nada, solo le estoy agradeciendo al rey. Gracias a él, estás bien.

Fue entonces cuando supe la verdad.

Él era el Rey Vampiro.

Y yo no quería irme.

Lloré. Grité.

"No me dejes..."

Pero él solo me dio la espalda.

No miró atrás.

No se despidió.

Y fue la última vez que lo vi.

Intenté regresar a su castillo, pero me prohibieron la entrada.

Mi padre nunca permitió que volviera a las tierras de los vampiros.

Por eso ideé un plan para que mi padre invitara a los reyes de los distintos países.

Quería verlo.

Pero me volvió a dejar atrás.

"¿Acaso no me recuerda? ¿Será que no me reconoció? ¿O simplemente nunca le importé?"

CONTINUARÁ.

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Maby
Me gusta mi trabajo, por eso le doy 5 estrellas

☺💛
Apollogurl_01
Por favor, actualiza pronto, no puedo soportar la espera. 😩
Maby: Muy pronto
Espera un poco /Smile/
total 1 replies
Delwyn
Esta buena para pasar el rato
Maby: muchas gracias.
prometo que será mejor
/Smile/
total 1 replies
Yaky De la rosa
👏Continúa, es maravilla.
Maby: muchas gracias por el apoyo, ya les estaré publicando el resto de capítulos
total 1 replies
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