Cinco años después de la desaparición de su hermana Valentina, Anastasia se obsesiona en su búsqueda, sin descansar, ignorando todo lo que los demás decían, así llega hasta sumergirse en un viaje más allá de la realidad y lo imposible
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CAPITULO 11: "LA HERMANA QUE NO EXISTIA"
Esa noche siguiente, Anastasia, tampoco retomo su interacción con los libros, ni el siguiente. Así por las dos semanas que siguieron y ya era hora de devolver los libros a la biblioteca.
Con respecto al trabajo, ya estaba entendiendo y adaptándose a su ritmo, ya no llegaba tan cansada a la noche. su amistad con Rafael, o Ralf May ahora, se iba afianzando, lejos de alejarse, ahora que él era actor, se habían acercado más, y de hecho tenía un talento nato.
Lo único que a veces la cansaba era tratar de evitar los avances de Peter Charles. Aunque lo venía logrando bastante bien, siempre había alguien que la ayudaba, su hermana o Ralf.
Ahora estaba en el motor Home, camarín de la joven protagonista del filme y de otra mujer más, acomodando en perchas algunos de los trajes, como le había ordenado su hermana.
Pudo ver de reojo que la puerta del motor Home se abrió, así que volteo para ver quién era. ¡Ay, no! Era Peter Charles.
-Este no es su camarín, señor charles.- le informo.
-Te vi por la ventana, tan sola...- respondió el joven actor.
-Estoy trabajando.- dijo y se giro para continuar con su labor.
-Escucha, solo quería preguntarte si te gustaría viajar conmigo a París.- propuso Peter y ella lo quedó mirando.
-¿Ahora es París?- pregunto ella con ironía -No, Peter, No quiero ir a París.-
-Bueno, y si te digo que tengo dos entradas para un concierto de Kiss.- insistió él.
-Yo... No creo que me sienta muy cómoda en ese ambiente.- respondió ella.
-Entonces no.-
-No, Peter.- dijo Anastasia, muy firme.
El muchacho se estaba retirando, pero cuando llegó a la puerta, freno sus movimientos y volteo de nuevo hacia ella.
-Entonces, no.- repitió.
-No, Peter, no.- respondió ella ya de mala manera.
-Bueno, solo quería comprobarlo.- finalizó él
Así, Anastasia continuo con lo suyo, cuando por el reflejo de la ventana que alguien regresaba y tomaron la puerta para abrirla.
-No, Peter, no quiero viajar a ningún país, a ningún concierto de heavy metal...- estaba diciendo mientras volteaba Pero cuando vio quien entro se quedó paralizada.
-Solo busco mi libreto, lo dejé por aquí cuando ensaye con Sara (la protagonista)- dijo Chris Richard parado frente a ella.
-Lo siento, creí que eras... Otra persona.- respondió ella.
-Ya lo noté.- dijo él con una sonrisa pudorosa.
-¿Te ayudo a buscarlo?- pregunto Ana.
-No hace falta, lo dejé en esa estantería, junto a la ventana.- dijo Chris pasando muy cerca de ella para tomar el libreto.
Tenía que admitir que su corazón se aceleró, ¡Que bien huele!, pensó. Chris sonrió al verla tan cerca, pudo notar que trago saliva al estar tan cerca de ella.
-Bueno, mejor me voy.- dijo él, marchándose de golpe.
A Anastasia no solo le atraía mucho Chris Richard, sino que le intrigaba la actitud de ese joven muchacho. Tenía la misma edad de Peter y ella, como mucho 22 años, y era tan diferente a su compañero de reparto, tan serio y reservado.
Al fin era hora de marcharse, a su hermana la había ido a buscar su cuñado, así que como Anastasia tenía algunas cosas, así que al finalizar el día de trabajo, su amigo Rafael, se ofreció a llevarla, ya que él se marcharía con otra asistente, quien era una de sus novias y tenía auto.
Ana, quien viajaba en el asiento trasero, se posicionó en medio para poder inclinarse hacia delante y poder hablar con su amigo, quien iba en el asiento del acompañante.
-Ralf, ¿Te puedo preguntar algo de Chris?- pregunto directa. Había escuchado el nombre de Chris Richard en el futuro, pero nunca habia prestado atención a su imagen, así que no lo recordaba.
-¿De Chris?- pregunto su amigo mal intencionado.
-¡Ralf!-
-Andale.- le dijo Rafael en tono mexicano -¿Que hay con Chris?-
-¿Por qué es así de... Raro?- pregunto.
La chófer solo miraba.
-¿Te parece raro?- pregunto Ralf.
-Bueno, comparado con Peter...- respondió ella.
-Nada se compara con Peter.- bromeó él -He trabajado con Chris en otra oportunidad, cuando era adolescente y no era así. Se parecía más a Peter.-
-¿De verdad?- pregunto ella incrédula.
-Yo creo que está melancolía que posee ahora tiene que ver que su novia de toda la vida, amiga de su hermana, lo abandonó por un hombre mayor, muy adinerado.- le explico.
-Oh...- dijo ella, entonces quizás la aún no la había olvidado.
-¿por qué tanto interés por Chris? En el set casi no se hablan.-
-Todo profesional, amigo mío.- sonrió ella.
Cuando llegó a su casa, entro y dejo las llaves en la mesita junto a la puerta, se percató de que había un murmullo en el cuarto de su hermana que por la lumbre que reflejaba desde allí, dedujo que la puerta estaba abierta, así que se acercó un poco, la verdad, que tenía que pasar por ese cuarto para llegar al suyo.
Al parecer, su hermana y su cuñado discutían, algo acalorados.
-Es mi hermana.- decía Val
-Una hermana que no existió por cinco años...- respondió Esteban.
-Si, existían, solo que no la recordaba y ahora que está acá no la quiero perder. No hace nada malo ¿Que te molesta?- pregunto su hermana.
-No es que me moleste, es que ya no tenemos intimidad desde que está acá y no la conozco.- respondió él.
-Tampoco haces nada para conocerla.- contesto ell y un silencio los abarcó hasta que de repente -Te propongo algo mi amor, ¿Por qué no salimos a cenar alguna vez? Al principio lo hacíamos.-
-Me gusta más la privacidad del hogar.- dijo él en tono firme.
-Solo una vez, para cambiar la rutina.-continuo Val, prácticamente, en forma de ruego.
-Bueno, está bien.- dijo Esteban.
Rápidamente Anastasia se movió hacia la puerta, haciendo como que apenas llegaba y la pareja salió del cuarto.
-¡Ana! No oímos cuando llegaste.- comento Val.
-Recien entro.- disimulo ella con una sonrisa.
-¿viniste sola a estas horas?- pregunto su hermana.
-No vine con Ralf y una de sus novias con coche.- respondió Anastasia.
Su cuñado cambio el semblante con esa respuesta, se puso más serio.
-Bueno, mejor me voy. Mañana a la noche vengo por vos.- le dijo a su novia, la saludo y se marcho.
Una vez solas, Valentina preparo café, así que se sentaron a la mesa, para relajarse un momento.
-cuando llegué ¿Estaban peleando por mi?- pregunto Anastasia.
Valentina la miro por un momento dudando de que contestar.
-No, mi amor, claro que no.- respondió tomando su mano -Ya sabes cómo son las parejas, a veces discutimos, es normal.-
-Bueno, en realidad, no sé cómo son las parejas. Nunca tuve una.- confeso.
Y su hermana la miro un poco desconcertada.
-Pero de seguro algo has tenido.- insistió Val.
-Bueno... No tuve tiempo para eso, solo me importaba encontrarte.-
-¿Ni siquiera jamás has besado a alguien?- pregunto Val y ella negó algo avergonzada -Eso si es por mi culpa.-
-No, lo mejor que he hecho fue buscarte, y aún mucho mejor porque te he encontrado, así que no me arrepiento de nada.- finalizó ella poniendo su frente junto a la de su hermana con una sonrisa tierna.