La Melodía De La Muerte

Adrik de Russie

La luz se fue de repente, me levanté de mi silla, pero lo siguiente que escuché fue el quejido de Irina, mi oído me guío hacia ella, al parecer se había tropezado, puse mis manos en su cintura y la apreté con suavidad, sentí mi cara muy cerca a la suya, acerqué mis labios a su boca, estuve a solo escasos milímetros, pero recordé a mi esposa y de cierta forma, sentí que la estaba traicionado, no había tenido tiempo de analizar esa situación, pero la atracción que siento por Irina, es indescifrable, indescriptible y de cierta manera magnética, no lo puedo evitar.

Solté las manos de sus caderas y me alejé un poco de ella, pero entonces sentí que tomó mis manos e hizo que rodeara su cintura, y fue ella quien me tomó por sorpresa juntando sus labios a los míos, sentí una corriente atravesar mi espina dorsal, fui cerrando mis ojos lentamente, y fue inevitable no disfrutar de aquel beso, lo que había dormido dentro de mí, lo dejé salir en ese momento, ella llevó sus brazos hacia arriba, deslizando sus manos delicadamente por mis brazos, hasta llegar a mi cuello y dejarlos ahí, apreté su cintura y la cargué dejándola sentada sobre la isla, abrió sus piernas para poderme acercar más a ella, me colé debajo de su suéter, y comencé a deslizar mi mano por su espalda, haciendo suaves caricias que la hicieron retorcerse.

Un suave gemido se escapó de sus labios, enredó sus manos en mi cabello y tiró un poco de él, en ese momento la luz regresó, y todo se detuvo, conectamos nuestra mirada, sus mejillas estaban sonrojadas, sus pupilas dilatadas y su pecho subía y bajaba por su respiración agitada, pegué mi frente a la de ella, pero entonces rompió el silencio.

-¿Te arrepientes?-- murmuró, no fui capaz de responder, no sabía que decirle.

¿Qué pensé en Oleska cuando estaba decidido a besarla?, ¿qué quise alejarme y qué fue ella quien inició el beso?, o que me encantó, y no me quería detener, es una verdad, pero siento culpa, era mi primera vez probando los labios de otra mujer que no fuese mi esposa, y sé que ya tengo que caer en la realidad de que ella ya no está, y que debo continuar con mi vida, pero decidí vengarme de los desgraciados que me arrancaron a mi familia de mi vida, y hacer esto, me puede hacer cambiar el enfoque, me perdí en mis pensamientos, sentí como ella me empujó suavemente por los hombros para alejarme, saltó de la isla, tomó las llaves de su auto, abrió la puerta.

- Vamos, dije que te iba a acercar a tu casa, ¿vienes?-- ahora me siento mucho peor.

Ella le puso el collar a su mascota y la llevó con nosotros, bajamos al parqueadero, ella subió a Nubecita en la parte de atrás, luego se fue a subir al asiento del piloto.

- Si quieres yo conduzco -- me ofrecí.

- No, así será más fácil -- fue lo único que dijo y se subió, yo también me subí, me puse el cinturón -- pon tu ubicación en el GPS -- me señaló la tablet que tenía enfrente, yo hice lo que me pidió y ella comenzó a conducir.

Todo fue un total silencio, no encontraba las palabras adecuadas para disculparme por mi comportamiento, y no quería simplemente decir algo y empeorar la situación, pero ella no se veía enojada, era algo diferente que no lograba descifrar, al poco tiempo llegamos a mi casa, intenté decir algo, pero ella habló primero.

- Que descanses Adrik, gracias por lo de hoy, salvaste mi vida-- dijo.

- No fue nada, pero...-- me volvió a interrumpir.

- Tenía que decirlo, no soy desagradecida, supongo que nos veremos hoy en el trabajo -- ya eran pasadas las 2 de la madrugada, finalmente me bajé del auto, no le alcancé a dar más gracias por traerme, ya que piso el acelerador y se fué, dejándome ahí parado.

- Bien hecho Adrik, muy bien, lo hiciste excelente, imbécil -- me regañe en voz alta, di media vuelta y me dirigí a mi casa, al abrir la puerta un papel cayó al piso.

Lo recogí, era una carta, la destapé y la leí.

📝- Hola, soy Vera, la esposa de Pavel, se que una carta no es la mejor opción para agradecerle por lo que hizo por nuestra familia, gracias a usted mi esposo aún está con nosotros, vine en la tarde, pero nadie atendió la puerta, supuse que no estaba en casa, y la opción más viable era dejarle está pequeña nota, que se que no es mucho, pero el agradecimiento es enorme, cuando mi esposo salga del hospital, quiero invitarlo a almorzar en mi casa, espero que acepte nuestra invitación..

De nuevo, muchas gracias.

Doble el papel, y lo guardé en la mesita auxiliar, sentí un gran alivio al saber que ese señor se encontraba a salvo, apagué las luces de la sala y me fui a mi habitación, me quité la ropa y fui al baño a tomarme una ducha, al salir me puse una pantaloneta y me acosté enseguida, no le di tiempo a mi mente de pensar.

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Mi celular vibró, sacándome de mi sueño profundo, miré mi celular, ya era medio día, había logrado dormir muy bien, miré la notificación que me había llegado, era Alexey.

📩- Hola mi saxofonista estrella, ¿estás por ahí?-- preguntó.

📩- directo al grano, que necesitas -- cuando me adula tanto, es por qué me quiere pedir algo.

📩- cómo siempre tan receptivo, es para notificarte que hoy le harás acompañamiento a la presentación de Irina, tu le darás vida a la melodía que ella va a utilizar para bailar -- dijo.

📩-¿ella lo pidió?-- Indague.

📩- por supuesto que no, pero lo pensé y hoy quiero hacer una presentación especial, y ella está ganando mucha fanaticada, se que será un hit-- si el lo dice, le creo, tiene buen ojo para estás cosas.

📩- ¿pero ella ya sabe?-- bufo a través del teléfono.

📩- a ver, a ver, un momento, ¿pasó algo entre ustedes?, presiento que no quieren trabajar juntos y es por algo,a ver, cuéntame--

📩- no es nada, yo acepto, estaré allá a tiempo -- le dije antes de dejar mi celular a un lado, no supe que más escribió porque dejé mi celular sobre la mesita.

Estuve otro rato más en cama, luego me levanté y fui al baño, cuando estuve limpio, salí a buscar que ropa ponerme, cuando encontré algo, me lo puse, fui a la cocina y preparé algo rápido, almorcé, luego de lavar todo lo que había ensuciado, miré el reloj y ya era hora de ir al club.