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El Viaje De Los Perdedores: Aetheria

El Viaje De Los Perdedores: Aetheria

Status: En proceso
Genre:Acción / Romance / Mundo de fantasía / Superhombre / Espadas y magia
Popularitas:225
Nilai: 5
nombre de autor: Hector Vazquez

La humanidad siempre ha creído que su mayor amenaza vendría de la guerra, la enfermedad o la escasez. Nunca imaginaron que el verdadero peligro se gestaba en un reino que pocos pueden ver: el Mundo Astral. Un plano donde los sueños y la conciencia convergen, donde los pensamientos tienen peso y las emociones dan forma a la realidad misma. Para la mayoría, es un espacio inaccesible, un misterio olvidado por la civilización moderna. Pero para unos pocos, es un campo de batalla.

NovelToon tiene autorización de Hector Vazquez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Trance

Un cosquilleo eléctrico recorría el cuerpo de Pax mientras intentaba incorporarse.

La tierra húmeda manchó su mejilla, dejando una sensación fría. El sabor metálico de la sangre llenó su boca

—¿Qué ha pasado…?— susurró Pax, su voz temblorosa y arrastrada, como si las palabras le costaran escapar de su garganta.

Cada parte de ella parecía vibrar débilmente, como si hubiera estado expuesta a una energía invisible. Su mente, borrosa y nublada intentaba recuperar la lucidez, pero los restos de un dolor sordo en su cabeza la dejaron aturdida, incapaz de levantarse.

A lo lejos, logra escuchar un sinfín de ruidos. El crujir de materiales rompiéndose, el eco de pasos pesados que retumban sobre el suelo, pero todo suena amortiguado, como si una capa invisible estuviera distorsionando todo.

Los sonidos llegaron a sus oídos con una lentitud extraña, y por un momento, le costó recordar dónde está. Los recuerdos empezaron a aterrizar de a poco en su mente, y cuando finalmente conectó con la imagen de su entorno, un estremecimiento recorrió su espina dorsal.

El lugar estaba lleno de ruinas, pero lo que realmente la dejó paralizada es la presencia de una figura que destacaba entre todo el caos.

Con dificultad, sus ojos se enfocaron en esa silueta que se recortaba contra la luz tenue, una figura tan familiar que su corazón dio un vuelco.

—Lucecita…— murmuró Pax, casi como si el nombre fuera un suspiro entrecortado.

La visión borrosa no le impidió reconocerla. Allí estaba, él. "¿Cómo es posible que estuviera aquí, en este lugar, en este momento?", pensó Pax.

El shock hizo que su cuerpo se quedara rígido, incapaz de moverse más allá de ese leve susurro, mientras su mente intentaba procesar la imagen ante ella.

Para Pax, apenas habían pasado unos segundos, pero para Meave, el tiempo parecía alargarse interminablemente. Había estado batallando contra aquella criatura unos minutos, sus movimientos ágiles y su mente afilada siendo lo único que la mantenían viva.

“Solo tengo que aguantar hasta que Leon vuelva”, se repetía la pelirroja, casi como un mantra. Pero mantenerse en pie no era tarea sencilla: el ser atacaba con furia desenfrenada, moviendo sus seis extremidades con una velocidad y precisión que desafiaban la lógica.

Cada golpe de aquellas extremidades, cargadas de fuerza, retumbaba como un eco en su cuerpo incluso cuando lograba esquivarlos. Meave había hecho dos espadas de sangre que usaba en cada mano, usaba ambas con habilidad casi sobrehumana, moviéndolas en un baile letal para bloquear y cortar, pero la criatura la presionaba sin descanso, obligándola a retroceder paso a paso.

De repente, la criatura lanzó un ataque doble con los brazos derechos, buscando arrinconarla contra las sombras del entorno. Meave aprovechó el instante. Con un giro rápido y un movimiento ágil, pasó por debajo de los brazos, esquivándolos con precisión milimétrica. En el mismo momento, sus ojos destellaron con determinación, y su índice derecho hizo una pequeña señal, casi imperceptible.

Un fino hilo, apenas visible, surgió de la punta de su dedo como una vibración sutil, cortando limpiamente ambos brazos derechos del ser.

El alarido que soltó la criatura resonó en el aire como un trueno desgarrador, haciendo eco en la desolación que los rodeaba.

Meave sonrió, satisfecha. Una sonrisa engreída, casi burlona, que mostraba la confianza que sentía al haber ganado terreno. Pero su victoria fue breve.

Un destello de luz, repentino y cegador, la golpeó con fuerza, antes de que pudiera reaccionar, enviándola al suelo como una muñeca de trapo.

El impacto la dejó sin aliento. Su visión se nubló momentáneamente, mientras su cuerpo intentaba procesar el dolor y la sorpresa.

La pelirroja apretó los dientes, su orgullo herido más que su cuerpo, y se obligó a incorporarse mientras analizó que fue esa luz, y siendo más precisos, esa bala de energía.

Una de sus espadas de sangre que sostenía se evaporó, mientras un agudo dolor recorrió su brazo.

Meave retrocedió tambaleándose, su brazo temblaba, incapaz de responder, pero era más el shock de no entender de dónde había provenido ese ataque lo que la paralizaba en ese momento.

—¡TE ATREVES… A DAÑARLO FRENTE A MÍ! —gritó una voz furiosa desde algún lugar cercano.

La rubia apareció como una tormenta desatada, emanando un aura de ira tan intensa que parecía deformar el aire a su alrededor. Su mirada estaba fija en Meave, llena de una mezcla de odio y un fervor protector.

La pelirroja, aún aturdida, se obligó a levantar la vista, intentando recomponerse mientras observó a Pax volar con el Ser. Se colocó entre la criatura del bajo astral y Meave, Pax miró al ser, pero su postura no era de un enemigo enfrentándose a su presa; era distinta, protectora.

“¿Qué? ¿Pero por qué hace eso?”, pensó Meave, su mente luchando por encontrar sentido a lo que veía. Pax estaba ahí, interponiéndose, pero el recuerdo la golpeó de repente, fue en ese instante, cuando el ser del bajo astral había tocado a Pax.

—Fue entonces…— murmuró la pelirroja para sus adentros mientras sus pensamientos se agolpaban, las piezas del rompecabezas cayendo en su lugar. ¿Podría ser que el contacto hubiera hecho algo más que desmayarla? ¿Que ese ser, de alguna manera, había dejado una marca, una influencia que ahora controlaba a Pax?

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Hector Evans
Pensaba extender los capítulos de "Lo que hay detrás" pero pensé que se podría ser más confuso, pero si quieren saber más sobre ello, podría integrarlo capítulos adelante, solo díganme que les parece mejor!
babyzizie
No puedo esperar a leer la siguiente parte, necesito saber qué pasará con los personajes, gracias por compartir tu talento.
Hector Evans: ¡Gracias!! ¡Mañana seguramente publique un par más!
Espero que igual te gusten
total 1 replies
paulina
Me enamoré de la trama y de tus palabras. ¡Qué hermosa lectura! 😍❤️
Hector Evans: ¡¡Gracias!! Espero que las siguientes partes te gusten mucho más.
total 1 replies
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