Segunda parte de casualidad o destino, en donde se relata lo que paso con Carlos y Liz después de que supimos de ellos, relatando como el pasado puede volver afectándonos, no solo a nosotros, sino a nuestros seres más queridos, además de mostrar, como es obligación de los padres apoyar a sus hijos, para que no paguen los errores cometidos por estos.
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QUE COMIENCE LA GUERRA
Al escuchar las palabras de Liz, todos se quedan sorprendidos, preguntándose, a qué se refiere, ya que para ellos, con la victoria de Carlos en el ring, los problemas habían sido saldados, con confusión en sus rostros miran a Liz, preguntándole que asunto es el que está pendiente.
Liz:
No me miren así, el asunto que tenemos pendiente, es Kenia, la situación con tu papá por el momento ha terminado, pero ¿tienes donde vivir?
Kenia:
Eso no lo había pensado, puedo regresar a mi casa, cambiar las cerraduras y vivir por mi cuenta, conseguir un trabajo de medio tiempo; así Aldebaran puede visitarme cuando quiera, no será nada nuevo, ya que yo era la que hacía todo en la casa, mi padre si es que a ese tipo se le puede llamar así solo pagaba los servicios, aunque creo que lo mejor será mudarme, ya que imagino que la casa está a nombre de él.
Yamileth:
Te equivocas, la casa está a tu nombre, fue una herencia de tus abuelos, debido a que nunca confiaron en Luis, esa fue una de las razones por las cuales peleo por tener tu custodia total, y siempre trato de mantenernos alejadas, él sabía que mientras fuera tu tutor, tendría la casa y todos los impuestos y servicios, los pagaba con la manutención que le mandaba y por lo que veo todo lo demás iba a su propio bolsillo, dándote lo mínimo.
Kenia:
¡No puede ser! Siempre me mintió, me decía que tenía suerte de que me dejara vivir en su casa y que lo menos que podía hacer era realizar todas las labores, siempre me repetía que debía estar agradecida con él y cuando cumpliera los 18 años, tendría que firmar un contrato de arrendamiento.
Yamileth:
¡ES UN DESGRACIADO!, ese no sería un contrato, te iba a hacer firmar las escrituras de la casa, ya que el testamento de mis padres específica, que solo se te entregara, al cumplir los 18 años y no la podrás vender bajo ninguna circunstancia.
Kenia:
No puedo creerlo, aquel que me debía cuidar pensaba estafarme, y robarme la herencia de mis abuelos.
Con los sentimientos a flor de piel, Kenia llora por tristeza y decepción, al descubrir las verdaderas intenciones de aquel al que llamaba padre.
Yamileth:
Ahora que sabes la verdad, tú tienes que decidir qué hacer, la casa es tuya, pero solo podrás tomar posesión hasta los 18 años, te faltan algunos meses y aunque me pese Luis todavía tiene tu custodia.
Kenia:
Yo ya no quiero vivir con él, lo quiero fuera de mi vida.
Aldebaran:
No te preocupes amor, mi tía Angie y mi tío Paco se encargarán de eso.
Kenia:
¿Los abogados son tus tíos?
Liz:
Ja, ja, ja, así les dicen, son viejos amigos de mi marido y siempre se han apoyado mutuamente, quieren mucho a mis hijos y mis hijos, a ellos por ese mismo cariño les dicen tíos.
Kenia:
Con razón, se hablan con tanta familiaridad y pues supongo que puedo vivir con mi mamá o mi tía si me acepta.
Al pasar el tiempo, Victoria regresa al gimnasio, con terribles noticias, dirigiéndose a Liz directamente.
Victoria:
Señora Liz, le tengo malas noticias, Luis no cumplirá su palabra y les quiere hacer la vida imposible ahora más que nunca.
Liz:
Carlos tenía razón al no confiar en él, pero dime por qué nos lo dices, después de todo es tu hermano, incluso hiciste un último intento de detener, la pelea para que no saliera herido.
Victoria:
Sé que es difícil confiar en mí, pero al fin entendí que Luis es un narcisista, egoísta y egocéntrico, que toda la vida solo me vio cómo su sirvienta y jamás como su hermana, aunque también es culpa de mis padres, que así lo acostumbraron.
Liz:
Te comprendo, y confió en ti en ese aspecto, aunque comprenderás, que no es fácil, tener a una mujer que fue novia de mi marido y lo veo en tus ojos, aún hay sentimientos.
Victoria:
No lo negaré, pero sé que desperdicie mi oportunidad y tú has hecho realidad su más grande sueño, una familia que lo apoya incondicionalmente, yo no pude hacerlo por miedo a las represalias de mi familia, pero por esos mismos sentimientos vine a avisarles.
Liz:
Te creo, hablaremos con los abogados de la familia y veremos que se puede hacer, mientras tanto quédate con tu sobrina, ella las necesita a su madre y a ti, son toda la familia biológica que le queda.
Liz, le cuenta todo lo dicho por victoria a Carlos y a los abogados, estos últimos les dicen que están preparados para la guerra y que llegaran hasta lo último, esta vez no habrá piedad para el traidor.
Francisco:
No se preocupen, hay que esperar que haga el primer movimiento, por el momento, mi contacto en el ministerio público ya ha levantado una orden de restricción contra él, no se podrá acercar para nada a ustedes.
El tiempo pasa y tal como esperaban, Luis no se quedó de brazos cruzados y como esperaban, citaciones de demanda, son entregados en casa de Carlos y de Kenia de parte de Luis, citando en la corte el viernes de esa misma semana, Carlos con suma calma la recibe, e inmediatamente recibe una llamada de Yamileth, quien sé
encuentra sumamente nerviosa.
Yamileth:
Carlos, me acaban de entregar una citación, es por parte de Luis, que aremos.
Carlos:
Tranquilízate, ya esperábamos esta situación, ya le mandé mensaje a Paco y a Angie, están en camino, vengan las tres a mi casa, aquí nos reuniremos.
Yamileth, Kenia y Victoria, llegan a la casa de Carlos, siendo recibidas por toda la familia y los abogados, listos para la guerra contra el traidor.
Kenia:
Nunca pensé, que mi donante de esperma, pudiera llegar a demandarme a mí también, tan solo para quedarse con la casa que mis abuelos me dejaron.
Victoria:
Siento decirte esto, pero Luis siempre se preocupa por el mismo, desde que fue el niño dorado de tus abuelos, nunca ha hecho nada por nadie e incluso, llega a ver a la gente como algo inferior a él, pero cuando se mete con alguien que no lo ignora, sino que le plantea cara se esconde, es narcisista pero también muy
cobarde, este abogado era, de nuestro padre y siempre lo ha sacado de cualquier lío desde que este falleció.
Carlos:
Me lo imaginaba, pero esta vez, ya no tiene dinero para solucionar esos problemas y su abogado se enfrenta a dos especialistas en derecho que nunca han perdido un caso, además de que siempre lo apoyaste Victoria, investigamos todo, el detective Allen, nos mostró que lo poco que tus odiosos padres dejaron para ti se lo prestaste para que saliera de un lio y nunca te lo ha pagado bajo la excusa de que no tiene por qué hacerlo, ya que nunca te firmo nada.
Victoria:
Sniff es cierto, siempre me ha manipulado.
Liz:
No te preocupes esta vez, ya no habrá piedad, busco guerra y guerra tendrá.
Carlos:
La guerra ha comenzado.
