Lágrimas De Cristal

Victoria: *ya han pasado cinco años desde que llegue a este lugar. Me he adaptado bien, ya que era tan pequeña nadie notó el cambio. Los recuerdos de mi otra vida, mientras más transcurre el tiempo parecen perderse. Solo persisten los más importantes y gracias a ellos no me rindo en vivir mi vida de manera diferente. En este tiempo me he acercado mucho al abuelo, desde la primera vez que lo vi supe que el sería mi resguardo antes los constantes actos de sobre protección de mis padres. Decir que el guarda mis secretos es poco, cuándo le dije que quería hacerme fuerte no me detuvo al contrario me entrenó el mismo. No me favoreció, ni me tuvo piedad ninguna y no sabe cuánto lo agradezco. Me dejó ser capaz de valerme por mi misma, valorarme como persona y forjar un carácter mas fuerte. También descubrí que no era hija única, tengo dos hermanos mayores los gemelos Alec y Alex. No permanecemos juntos por mucho tiempo ya que al ser mayores tienen obligaciones que cumplir, pero cada vez que nos encontramos son mis cómplices de travesuras. Estoy feliz de tener una familia de verdad en esta vida.*

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Cédric: estoy muy orgulloso de ti. Ya has dominado el combate con armas así como el cuerpo a cuerpo, ya no hay nada más que pueda enseñarte hasta que despiertes tu poder. Por ahora solo tienes tienes que practicar lo que ya conoces, tienes una capacidad de aprendizaje excepcional o yo me estoy haciendo muy viejo.

Victoria: *Cronos tenía razón, este cuerpo es fuerte, está hecho para la lucha. No diré que fue fácil pero ciertamente es una ventaja*. Que dices abuelo te conservas muy bien para tú edad. Deberías decirme tu secreto.

Cédric: jajajaja que cosas dices. Aún no deja de sorprenderme cuando te acercaste a mí. Pensé que me temías, por tener un aspecto intimidante.

Victoria: para nada, eres como un gran oso de peluche. Le digo abrazándolo fuerte.

Cédric: sin duda eres la alegría de esta familia. Tus padres querrán matarme cuando sepan que te he entrenado todos estos años.

Victoria: ¿quién se atrevería a hacerte algo en mi presencia?, primero tendrán que lidiar conmigo.

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Víctor: hija, otra vez has desaparecido por estar con el abuelo.

Victoria: solo lo acompañé.

Víctor: está bien, pero avisanos, así no nos preocupamos.

Victoria: está bien, vámonos ya vamos tarde a cenar y la abuela se enojará con nosotros.

Cédric: eso sí que sería malo.

Victoria: *todos estamos en la mesa y alguien interrumpe. Viene a prisa y le susurra algo al abuelo, su semblante cambia por uno más serio.*

Cédric: *hago seña para que los sirvientes se acerquen*. Lleven a los más jóvenes a sus habitaciones, preparen una merienda para ellos ya que no terminarán de cenar.

Víctor: ¿qué sucede?

Cédric: tenemos algo urgente que discutir.

Victoria: *todos salimos acompañados del comedor. Al parecer algo grave ha sucedido y no quieren que lo sepamos.*

Cédric: cómo todos sabemos nuestra familia es la encargada de resguardar la barrera entre el mundo de los demonios y los humanos. Así ha sido por cientos de años desde que el fundador de la casa Evermont venció al ejército del anterior del rey demonio. Pero hace algunos años algo ha hecho retroceder la barrera, engullendo parte del territorio humano. Logramos detenerlo pero en la barrera se ha abrió una grieta y a veces por ella salen algunos demonios. Nada que el poder mágico o militar de nuestra familia no pueda arreglar, hasta ahora.

Víctor: ¿qué ha sucedido para que nos hables de esto?. Todos estamos al tanto de lo que sucede, solo los mas jóvenes son ajenos al asunto.

Cédric: hago un recordatorio de cuál es nuestro deber, porque debo tomar una decisión que no creí fuera necesaria.

Alaric: padre, acaso piensas mandar a nuestros hijos más jóvenes al frente.

Cédric: lamentablemente sí, por eso se lo digo ustedes que son sus padres. Deben prepararse y prepararlos, hasta ahora he evitado involucrarlos ya que aún son niños. Pero la barrera ha vuelto a avanzar y está siendo detenida por los nuestros. Nuestra familia no cuenta con la habilidad específica para cerrar la grieta que se esta haciendo mas grande, así como los esfuerzos por contenerla y para empeorar la situación. En resultado de frenar su avance se ha abierto otra grieta cerca de la primera, si ambas se unen no podremos frenar lo que salga por ellas.

Víctor: !¿qué?!, pero aun así enviar a los niños no es demasiado.

Roxana: no es posible, aún son muy pequeños pero ¿por qué? ¿qué ha cambiado?. Por años todo se mantuvo tranquilo así que ¿cómo es que todo se ha descontrolado ahora?

Cédric: no lo sabemos, solo podemos tener esperanza y confiar en la generación más joven y esperar que en la ceremonia en que sus dones deben despertar alguno de ellos porte el poder que necesitamos. Porque si la barrera cae, la guerra será inminente.

Roxana: *nunca antes había sucedido algo así, todos temen por sus hijos. Si bien esta familia es completamente militar y su oficio es la guerra y protección contra demonios. Nunca se ha dejado tal carga sobre nuestros niños. Nos miramos unos a otros y al parecer la situación es lo suficientemente grave para que el patriarca tome tal decisión.* ¿Qué pasará si nadie despierta ese poder?

Cédric: volveremos a presenciar la guerra de antaño, la cuál solo conocemos en libros.

Víctor: y si alguien despierta ese poder ¿qué pasará con esa persona?

Cédric: deberá cerrar las grietas. Así que en ésta ocasión la ceremonia será supervisada por los más veteranos de la familia. Para saber con exactitud cuáles de ellos tienen el talento necesario. Aunque tengo la sospecha de quién podría ser.

Roxana: ¿por qué tengo la impresión de que piensas que Victoria puede ser la elegida?

Cédric: por su habilidad, ella es excepcional.

Víctor: ¿qué dices?, no está preparada para algo así. *Todos asienten preocupados.*

Roxana: ¿la situación es tan grave para enviar a nuestros hijos?, aún no están listos. La mayoría comienzan su entrenamiento desde muy jóvenes, pero no tienen experiencia real y Victoria nunca ha entrenado.

Víctor: así es, se necesitan años de entrenamiento.

Cédric: los tiene.

Víctor: ¿cómo que los tiene?

Cédric: la he entrenado yo mismo por más de cinco años.

Roxana: !¿qué?!, no puede ser, ¿como pudo?, era solo una niña.

Cédric: ¿de que te sorprendes?, acaso no recibiste tú un entrenamiento igual.

Roxana: sí, pero es diferente.

Cédric: no lo es y es algo que ella decidió por cuenta propia. Además la ceremonia será en unos meses ya que casi todos tienen la edad suficiente, hasta entonces recibirán un entrenamiento especial.