Mariana Fernández, una mujer de 40 años, siempre creyó en el amor eterno junto a su esposo Julián Navarro, con quién compartió su vida por 20 años. Sin embargo su mundo se desmorona cuando descubre a Julián siendo le infiel con su secretaria. Tras descubrir que ha estado viviendo en una mentira, decide tomar las riendas de su vida y se divorcia, ahora se enfocará en sacar adelante su empresa de lencería, una pasión que ha cultivado desde hace años.
Mientras Lucha por reconstruirse emocionalmente, conoce a Camilo Santa Cruz, un joven empresario de 27 años que está emergiendo en el mundo de los negocios.
A pesar de la marcada diferencia de edad, en el transcurso de consolidar el proyectó de colaboración de ambas empresas, Camilo va quedando cautivado por la fuerza y determinación de Mariana, se enamora profundamente de ella, y ella, a su vez encuentra en él un renacer de sentimientos.
Sin embargo, el camino hacia la felicidad está plagado de desafíos.
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Capitulo 11 Derribando barrera
Camilo, después de un rato entre tragos y conversación con su amigo Gustavo. Llegó a su departamento, repasando mentalmente cada palabra de su confesión sobre lo que siente por Mariana.
Estefanía y sus celos habían creado una tensión palpable, Pero lo que realmente le había impactado era la forma en que Mariana se había distanciado de él después del incidente. Había algo en su mirada que le decía que había algo más profundo en juego.
Camilo se levantó del sofá, y tomo una decisión. Tomo su celular y le marco a Mariana.
📱Buenas noches.
📱Buenas noches, Mariana. Soy Camilo.
📱 Señor Santa Cruz, ¿Dígame qué ocurre que me llama a esta hora? ¿Hay algún problema con el informe que le envíe?
📱No, Pero necesito hablar contigo ahora mismo. ¿Puedo ir a tu departamento?
Mariana se sintió nerviosa, no entendía que era tan urgente como para que la llamara a esa hora y le pidiera ir hasta su casa a hablar.
📱Ok, si es tan urgente. Anote la dirección.
Mientras Mariana le dictaba la dirección, Camilo la escribia apresuradamente.
Colgó la llamada, tomo las llaves de su auto y salió hacia el departamento de Mariana.
Al llegar, Camilo se detuvo frente a la puerta, sintiendo un nudo en el estómago. ¿Y si ella no quería verlo? ¿Y si solo empeoraba las cosas? Sacudió esas inquietudes, tomo fuerza y tocó el timbre.
Mariana abrió la puerta, sorprendida al ver a Camilo parado frente a ella.
- ¿Puedo pasar? - pregunto Camilo con nerviosismo en sus palabras - tengo que hablar contigo.
Ella lo miro por un momento, indecisa, Pero finalmente dio un paso atrás y le permitió entrar.
Una vez dentro, Camilo se sentó en el sofá Y Mariana se sentó frente a él, con una expresión cautelosa en su rostro.
- Lamento mucho lo que ocurrió en el restaurante - comenzó Camilo buscando los ojos de Mariana - Pero necesito decirte que
Camilo suspiro profundo.
- Quiero que sepas que en mí han crecido sentimientos hacia ti, y no puedo ni quiero seguir ignorándolos.
Mariana lo miro con sorpresa, Pero antes de que pudiera responder, el continuo.
- Sé que hay una diferencia de edad, sé que tengo novia, sé que tú te estás divorciado, no sé si sientes lo mismo que yo, sé también que has puesto una barrera entre tú y yo, quiero derribarlas, y demostrarte que nada de eso me importa, y que veas lo mucho que significas para mí. - declaró Camilo, con sinceridad en cada palabra.
Mariana lo escuchaba en silencio, sus ojos brillaban con una mezcla de emociones.
- Camilo, yo... - comenzó a decir, Pero fue interrumpida por él.
- Mariana, no necesitas responderme ahora mismo - dijo Camilo, poniéndose de pie - Solo quería que supieras cómo me siento. Lo demás podemos hablarlo cuando estés listas. Por lo pronto me esforzaré para que me des una oportunidad.
Mariana estaba procesando todo lo que acababa de escuchar.
Camilo se levantó del sofá, miro a Mariana con una sonrisa reconfortante. Sabía que el camino hacia el corazón de Mariana no sería fácil, pero estaba dispuesto a recorrerlo con paciencia y determinación.
Camino hacia la puerta y salió del apartamento de Mariana, sintiendo un peso levantado de sus hombros y un nuevo sentido de esperanza en su corazón.
Mientras Mariana se quedó en el sillón, frente al sofá donde hace unos segundos estaba sentado Camilo. Con la mirada perdida en el espacio, mientras que las palabras de Camilo resonarán en su mente. Su corazón latía con fuerza y una mezcla de emociones que hace muchos años no sentia la invadía: sorpresa, incredulidad, Pero sobre todo, un atisbo de ilusión.
Se levantó, camino hacia la ventana, mirando hacia afuera mientras dejaba que sus sentimientos se aclararán. Y ¿Ahora que debería hacer? ¿Que pasara mañana cuando se vean en la oficina? Esa noche, le iba a ser muy difícil poder dormir.
Mientras Julián en su casa miraba todo a su alrededor. Desde que Mariana se había marchado él no había tocado nada. Todo estaba justo como ella lo había dejado.
De repente, alguien tocó la puerta, y esto lo saco de sus pensamientos.
Camino con desgano y al abrir la puerta, era Marlén.
_ ¿Qué haces aquí? - pregunto Julián
Ella se abrió paso y entro a la casa. Este se molestó y cerró la puerta y la siguió hasta la sala.
- ¿Qué te pasa? ¿Por qué vienes a mi casa? - le pregunto molestó
- ¿Qué me pasa?, lo que me pasa es que yo no puedo vivir sin ti, Julián por favor, arreglemos esto.
- ¿Por qué insistes? Entiende, yo no te amo. Yo solo me sentí atraído por ti, porque eres joven y bella, y cuando empezaste a coquetear mi ego apareció. Yo aún podía atraer a una mujer bella, joven y sexy, por eso me dejé llevar. Era una ilusión, pero cuando nos descubrió Mariana, mi mundo se vino encima. Cuando me pidió el divorcio entendí que había perdido lo mejor de mi vida
- Julián, yo soy lo mejor de tu vida - le dijo Marlén acercándose a él, para tratar de besarlo.
Él se zafó de su agarre y se apartó de ella.
- No lo entiendes, esa mujer me dio amor, apoyo, seguridad, sinceridad. Cuando más la necesite, ella dejó todo para apoyarme, me amaba incondicionalmente, en cambio, yo, ¿Qué hice? Jamás la apoyé en sus proyectos, su emprendimiento para mí era una perdida de tiempo, un hobby. Y mira hasta donde ha llegado, está por lanzar una colaboración con una de las más grandes empresas en el rubro. Es una gran mujer, amiga, amante y seguro hubiese sido una gran madre, si no no me hubiese negado a tener hijos.
- Pero yo soy más joven, sexy y te hago el amor como nadie. Tu mismo lo has dicho.
- No te equivoques Marlén, una cosa es que tengamos buen sexo, y otra, es hacer el amor.
- Con eso ¿quieres decir que nunca me has amado? - le dijo Marlén con expresión de tristeza.
- Lo nuestro solo fue deseo, lujuria, Pero nunca amor.
Marlén se acercó a él y le dio una gran bofetada. Se dio la vuelta, tomo su cartera y salió de la casa, pero antes de salir por la puerta se volteó y le dijo a Julián
- Te juro que te vas a arrepentir de haber jugado conmigo.
Salió y dió un portazo.