Sebastián Spencer, exitoso arquitecto y empresario de la construcción, encuentra su vida entrelazada con el carismático empresario de juegos, Luciano Reyes. La trama se complica aún más cuando Sebastián descubre que Melisa, la esposa de Luciano, despierta en él sentimientos inesperados. Entre el diseño de estructuras y el riesgoso mundo de las apuestas, los protagonistas se ven atrapados en un triángulo amoroso que desafía las fronteras entre la arquitectura de sus vidas y los juegos de la pasión, desencadenando una historia llena de secretos, decisiones difíciles y una búsqueda inesperada de la verdadera construcción del amor.
NovelToon tiene autorización de @ngel@zul para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
capítulo 11
El fin de semana transcurrió con una mezcla de nerviosismo y anticipación para Olivia. Cada minuto que pasaba, su curiosidad por conocer cómo serían los nuevos socios de su esposo crecía aún más. Finalmente, el lunes por la mañana, decidida a obtener respuestas, tomó el teléfono y marcó el número de Luciano que como cada mañana se había marchado temprano y durante el desayuno ella no había querido molestarlo con sus cosas.
-¡Hola, cariño!- saludó Olivia con entusiasmo una vez que Luciano respondió -¿Cómo va todo en la oficina?
-Hola, preciosa- respondió él con alegría de oírla- Todo está muy bien. ¿Necesitas algo?
-Si y no- respondió ella- ¿Sabes? Estoy ansiosa por saber más sobre nuestros nuevos socios y cómo será trabajar con ellos
Luciano podía percibir la emoción en la voz de Olivia.
-Hoy mismo le haré una llamada a Nicolás o a Sebastián. Prometo obtener todos los detalles sobre cómo será que se manejara tu trabajo y te informaré tan pronto como tenga noticias- le dijo él.
Olivia asintió, aunque sabía que la espera sería difícil.
-¡Perfecto! Estaré esperando ansiosa tu llamada. No puedo esperar para saber más sobre el proyecto y poder comenzar con mi trabajo.- aseguró la muchacha con ansiedad en su voz y si Luciano la hubiera podido ver no habría pasado desapercibido el hecho de que mientras hablaban Olivia movía sus pies con claro nerviosismo.
Después de intercambiar algunas palabras más, se despidieron con la promesa de mantenerse en contacto. Mientras Olivia colgaba el teléfono, aquella mezcla de expectación y nerviosismo la invadió aún más. Estaba deseando escuchar las noticias que Luciano traería sobre los nuevos socios y cómo sería trabajar con ellos.
Por otra parte, después de colgar el teléfono con Olivia, Luciano se sentó en su escritorio, reflexionando sobre cómo abordar el tema con los nuevos socios. Con determinación, marcó el número de Nicolás y esperó pacientemente a que este contestara.
-¿Hola, Luciano? ¿En qué puedo ayudarte?- saludó Nicolás al otro lado de la línea.
-¡Hola, Nicolás! Solo quería hablar contigo sobre el proyecto y cómo planean integrar a Olivia en el equipo como diseñadora- le explicó Luciano, buscando obtener información sobre la dinámica de trabajo que tendrían.
Nicolás se quedó pensativo por un momento, considerando la inquietud de su socio. Y a pesar de la advertencia de Sebastián sobre mantener una distancia profesional, una idea comenzó a formarse en su mente.
-Creo que sería beneficioso que Olivia se reuniera con nosotros en la oficina de Sebastián. Podríamos discutir los detalles del proyecto y conocer mejor sus habilidades- respondió finalmente.
Luciano asintió, complacido con la sugerencia. -Entiendo. Eso suena bien. ¿Puedo contar contigo para coordinar la reunión?- indagó él empresario.
-Por supuesto, estaré encantado de hacerlo- dijo Nicolás mientras pensaba en el horario adecuado para la reunión- ¿Sabes si tu esposa tendrá algún inconveniente en que nos reunamos mañana por la tarde? ¿Cómo a las seis?- indagó con curiosidad.
-No. Ella está libre a cualquier hora- aseguró Luciano.
-¡Entonces, no se diga más!- exclamó Nicolás con una sonrisa picara en su rostro la cual Lucianl no podía ver- Mañana a las seis de la tarde nos reuniremos- confirmó Nicolás antes de despedirse.
Una vez que la llamada terminó, Luciano marcó el número de Olivia, ansioso por compartir las noticias con ella.
-¡Hola, cariño! ¡Tengo buenas noticias!- anunció Luciano emocionado una vez que Olivia respondió.
- Llamé a Nicolás y él sugirió que sería genial que te reunieras con ellos en la oficina de Sebastián para discutir los detalles del proyecto. ¿Qué dices?- comentó el hombre entusiasmado.
-¡Me parece genial!- exclamó ella- Espero con ansias que llegue el horario acordado para enseñarles todo lo que se me ha ocurrido- le comentó la muchacha.
-Ya sabía yo que no era un error sugerirte para el proyecto- se aduló Luciano con un toque de arrogancia en su voz.
La emoción inundó el corazón de Olivia cuando escuchó las palabras de su esposo. Una sonrisa se extendió por su rostro mientras sus ojos brillaban con alegría. Finalmente, el momento que tanto había esperado estaba a punto de llegar. Era la oportunidad de demostrar su talento y contribuir al éxito del proyecto que tanto anhelaba. Cada latido de su corazón resonaba con expectación y determinación, lista para enfrentar cualquier desafío que se presentara en el camino hacia sus sueños.
Tras terminar la llamada y para evitar que la ansiedad le jugara una mala pasada, Olivia se dirigió al invernadero a descargar allí todos los sentimientos que estaban tratando de hacer mella en su interior.