El Viudo

En cuanto llegamos el aeropuerto nos estaban esperando a la salida del mismo un grupo de personas con un cartel de bienvenida en inglés dónde figuraba el nombre de Gabriel, mi jefe. Eran tres personas, iban de traje negro, uno de ellos destacaba sobre los demás, estaban encabezados por el señor Dong-Sun, que luego en el trayecto al hotel descubrí que su nombre significaba “integridad oriental”, tenía unos cincuenta años, era el segundo al mando de la empresa de la persona que nos había contratado para hacer el trabajo, había sido muy cortés en todo momento, nos hizo sentir bienvenidos realmente.

Un auto nos espera a la salida, el chófer del mismo no ayudó a guardar el equipaje en él y tomamos asiento en la parte trasera del auto mi jefe y yo, el señor Sun tomó asiento justo delante, mientras que las otras dos personas fueron en otro auto, nuestro anfitrión pasó todo el camino mostrando el lugar, indicando lugares puntuales de la ciudad de Seúl, lo que más me impresionó fue el estilo de muchos al vestir, vestían como personajes de anime o algún ídolo de K-pop, yo había leído sobre eso pero verlo así en vivo era asombroso, en realidad esa era su cultura y debo admitir que se veían muy lindos así.

Nuestro trabajo allí consistía en darle publicidad a una empresa que se dedicaba a la moda, debíamos publicidad mediante la confección de un sitio web con toda la información recopilada allí en esa semana.

Ellos eran tan exigentes que querían que viésemos en primera persona el lugar, lo que querían transmitir, para luego poder crear correctamente lo que debíamos promocionar, la empresa estaba sacando una nueva línea de ropa al mercado, incluía su país como mayor consumidor pero aspiraban a que tuviese repercusión internacional también, ahí entraba mi jefe, tenía gran fama internacional.

Gabriel pasó todo el camino hacia el hotel en modo mudo, se sentía incómodo conmigo al lado, lo sabía, solo le respondía a el señor Sun, ignorando mi presencia para variar. Llegamos al hotel Amid en Seúl, nuestro anfitrión se encargó de todo, luego indico que llevarán nuestro equipaje a las respectivas habitaciones en las cuales pasaríamos esa semana.

Lo seguimos en el ascensor hasta el piso séptimo, mi habitación estaba justo en frente de la de mi jefe. El señor Sun se despidió de nosotros y nos deseo una feliz noche y se marchó. Al entrar en mi habitación tenía una gran cena esperando justo en la entrada, cosa que agradecí, al otro día comenzaría el trabajo y estaba hambrienta y agotada.

La habitación era acogedora, predominaba el color blanco y carmelita dejé las maletas justo enfrente de la gran cama, tomé asiento en ella y dejé caer mi cuerpo caer hacia atrás completamente, iba a tomar un baño cuando recordé que no me había puesto de acuerdo con mi jefe para el próximo día.

Antes de hacer cualquier cosa fuí a la habitación del frente donde estaba mi jefe para saber si necesitaría algo de mí esa noche. Así lo hice, fuí y toque en su puerta, era más formal ir en persona que usar el móvil para preguntar, aunque el también debía haberse molestando en decirme el cronograma para yo tener una idea.Toque nuevamente, se tardó un poco en abrir, cuando lo hizo estaba con un albornoz blanco, lucía acabado de salir del baño, su pelo estaba aún mojado, quedé un poco descolgada con la vista.

- Perdón vine para saber si me necesitaba está noche para algo, dije con la vista fija en el suelo de la vergüenza, parece ser que lo saque de la ducha.

- No, mañana a las siete nos vemos, lleva la cámara fotográfica y la laptop contigo, por hoy estás libre, dijo cerrando la puerta.

Me quedé un minuto ahí de pie frente a la puerta, este hombre tenía unos modales críticos, una cosa era crear distancia y otra no decir ni gracias, hasta mañana, nada, no un hombre primitivo se comparaba con él y su trato. Calme mi rabia ante semejante desplante y regrese a mi habitación, tomé un baño cliente, no podía borrar su imagen en albornoz recién salido del baño, sino fuera tan áspero sería perfecto, sentí un leve cosquillas en mi abdomen así que cambie los pensamientos automáticamente, ya que eso no me llevaría más que a pensamientos impuros sobre él.

Luego del baño que tardó más de lo normal probé la deliciosa comida, aproveché y mandé fotos a mi familia, le dí respuesta algunos mensajes, incluso uno de Claudia dónde bromeaba con la ropa interior que usaría para seducir a mi jefe. Luego miré un poco más por la ventana de la habitación las visitas del lugar, todo era muy bonito allí se había habían esforzado en complacernos, incluso el trato era en inglés para que no mediara una traductora, luego fuí a la cama a descansar .