La Diseñadora

Esa noche después de que Michelle me dejó en el departamento, no podía de la emoción pues tenía mucho tiempo sin sentirme tan feliz... Subí en el ascensor y no me fijé que casi me bajo en el piso equivocado pues iba sola y en lo que se abrió la puerta choque con una persona que ni me había dado cuenta; fue algo así como "en lo que la puerta se abrió yo salí sin mirar al frente y esa persona venía entrando mirando el celular", quedé tirada al piso dentro del ascensor del rebote al chocar y a mi lado su teléfono celular, quedé algo aturdida...

- Disculpe señorita! --intento ayudarme pero a la primera impresión me negué--

- No me toque --me sentí amenazada, pues estábamos encerrados en el ascensor y él prácticamente estaba encima de mi y por obvias razones eso me trajo muy malos recuerdos--

- Disculpe! No fue mi intención --él recogió su teléfono y yo me levanté rápidamente y él me miraba algo extraño-- Solo quería ayudarle a levantar, ya que por mi culpa por estar pendiente del celular no me fijé al entrar al ascensor.

- No, discúlpeme usted no debí reaccionar así --recorde las palabras de mi terapeuta, la vida te pondrá en situaciones difíciles piensa bien como actuar solo si te sientes atacada, dale un voto de confianza a las personas que tienes alrededor-- De verdad no...

- Bueno en realidad yo tuve la culpa, además usted se llevó un golpe al caer, si le duele algo la puedo decir a mi hermana que es médico para que la chequee. --y me regaló una tierna sonrisa--

- No se preocupe, gracias... Solo fue un gran susto...

- Prometo que para la próxima vez tendré más cuidado, yo me quedo en este piso, hasta otra oportunidad sin choque... --solo te saludé con la mano y respire--

Llegué a mi piso, pase al departamento y como siempre le pase seguro a la puerta, fui directo a la habitación, deje el bolso en el mueble y me metí al baño, me di una ducha y me cambié por una cómoda pijama, me pare en la ventana mirando al cielo...

- Gracias mamá por estar allí siempre se que aún no me has dejado sola, pero físicamente no estás conmigo, te extraño mucho madre --mientras mis lágrimas no tardan en salir-- aunque está tarde me sentí muy feliz tu igual siempre me harás mucha falta --trato de limpiar mis lágrimas-- Todos mis triunfos, trabajos y sobre todo mis éxitos te los dedico a ti en especial madre, por qué tuviste que dejarme? Nos faltó tanto por vivir no me importa si vivimos debajo de un puente sin siquiera un pan duro para compartir --mis lágrimas corren por mis mejillas como un río-- Si pudiera pedir un deseo pediría tenerte a mi lado... Necesito tanto ese abrazo que me dabas cada noche que decías mañana será mejor hija y yo aguante tanto para no hacerte sentir mal, esos niños del colegio eran realmente malos e insensibles pero tú me enseñaste a luchar, a trabajar y agradecer cada día por todo... ¿Mamá esta noche podrás bajar y hacerme compañía solo por un ratito? Te amo tanto...

No se en que momento llegue a la cama y me quedé dormida bien abrazada a mi almohada, por un momento sentí y percibí el particular aroma de mi madre, no me moví pues sentía que dormía en sus brazos como cuando era una niña... Dormí muy feliz con su presencia y no quería despertar, quería que el tiempo se detuviera...

Desperté, abrí los ojos poco a poco pues no quería que la sensación de estar en el regazo de mi madre se esfumará tan rápido, al sonar la alarma y verificar la hora me levanté como un rayo veloz, me metí a la ducha para un baño rápido, me seque, hoy no me dio tiempo de colocar crema en mi cuerpo solo en lo más principal "los brazos" porque hoy voy a usar unos jeans con una camisa manga sisa gris, zapatos tipo paseo en fucsia y mi bolso floreado, mi chaqueta de jeans, metí mis cuadernos en mi bolso, junto con mi teléfono, las llaves, pase por la cocina y me prepare un café con leche que tome solo un poco y el resto lo coloque en mi vaso térmico, metí unas galletas para merendar y mi pan tostado que apenas le coloque mantequilla me lo iba comiendo de camino al ascensor.

- Apúrate ascensor que voy a llegar tarde a mi clase... --decía algo desesperada porque ya es algo tarde, miraba el reloj y más nerviosa me ponía--

Por fin el ascensor venía bajando con apenas una señora a la cual saludé con cortesía...

- Buenos días, Señora --pase y me coloque a un lado--

- Señorita, Buenos días --me regalo una hermosa sonrisa--

El ascensor iba bajando, un piso más abajo se detuvo nuevamente, entro una pareja la cual también saludo con los buenos días, nosotras respondimos sus saludos; dos pisos más bajando entre un señor que saludo con alegría...

- Muy buenos días, como amanecieron?

- Buenos días, Joven Maldonado cómo está? --le dijo la señora--

- Señora Lucrecia, bien y usted? Para donde va solita?

- Tengo cita con el cardiólogo pero mi hija Cori me está esperando en el consultorio...

- Si quiere la puedo pasar dejando en el consultorio para que no llegue tarde.

- Te lo agradezco tanto muchacho...

- No se preocupe --ellos venían conversando y en ese lugar tan pequeño es imposible no escuchar algunas conversaciones, sentía que este chico me miraba pero yo no le prestaba atención, subieron tres personas más unos pisos más abajo, al abrirse la puerta en planta baja prácticamente quería salir volando, pero estaba de última y obvio tenía que esperar a que despegarán el área--

- Disculpa, eres la chica con la que choque anoche en este ascensor? --me dijo antes de salir--

- Pues me temo que sí --le dije algo seria pues desde aquel evento no le sonrió a todas las personas y mucho menos a los hombres que acabo de conocer o mejor dicho que apenas he visto--

- Mucho gusto Santiago Maldonado --me tiende la mano con una suave sonrisa y la Señora Lucrecia a su lado-- Si necesitas algo, No sé? Azúcar --mientras sonríe-- Estoy a la orden en 10-2B.

- Muchas gracias, con su permiso estoy algo apurada --solo tome su mano por unos micro de segundos de tiempo para no quedar como una mal educada-- Que tengan buen día...

Salí casi corriendo del edificio pues espero tener suerte de tomar el bus porque tengo el tiempo en contra, llegué a la parada con mucha suerte porque apenas el bus se estaba estacionado para recoger pasajeros, respire profundo e hice mi cola, logré entrar al bus pero ya no quedaba asiento, lo bueno fue que llegue justo a tiempo para mi clase con el profesor Ochoa.

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