Matrimonio Y Amor

En la mañana Valencia se despertó un poco cansada pues no pudo dormir bien, se pasó pensando en Hernán, fue a su computadora a revisar sus correos, al ver un correo de Hernán, se le dibujó una gran sonrisa, e inmediatamente lo abrió, al leer se puso muy contenta, aunque fue la primera vez en aquel encuentro Valencia sintió que lo conocía de siempre, la conexión fue al instante.

En el momento en que estaba leyendo el correo entro su madre, pronto se acercó a su hija para preguntarle que hacía, Valencia le contó sobre el correo la mujer se puso muy feliz, le dijo que debe contestar enseguida con una repuesta positiva.

Valencia escribió lo siguiente:

Hernán, me agradaron mucho tus palabras, también me encanto mucho platicar en aquella cena, estaría muy gustosa de salir contigo hoy en la noche, te espero a las seis en mi casa, ya les voy a pedir permiso a mis padres.

La madre de Valencia quedo muy tranquila por la respuesta de su hija, le aconsejo que debe ir con cuidado, pero segura, que no debe dejar escapar esta oportunidad.

Por otro lado, Hernán quien esperaba ansioso la respuesta de Valencia, apenas escucho la notificación del correo la abrió rápidamente, leyó el texto y quedo muy feliz al leer que si aceptaba salir con él, el día paso muy rápido sin ninguna novedad, Hernán les contó a sus padres que iba a salir con Valencia, ellos estaban más tranquilos al ver que su hijo estaba interesado en la joven, su plan estaba funcionando.

Llego la tarde y tanto Hernán como Valencia estaban alistándose, cada uno con sus mejores atuendos para impresionarse el uno al otro, María y Gabriel aconsejaron a su hijo que trate bien a la chica que no la presione y sobre todo que no deje ir a una muchacha que vale oro.

Hernán fue a casa de Valencia, al tocar el timbre abrió la puerta Ramón:

- Hernán buenas tardes, cómo estás?, ¿cómo está la familia, tus padres y hermano como les va?

- Buenas tardes, Don Ramón, todos bien, muchas gracias, mandaron saludos todos.

- Pero pasa hijo, no te quedes afuera, Valencia debe estar por bajar, ya sabes que las mujeres se demoran mucho en alistarse.

Hernán y Ramón entraron a la casa, Valencia y su madre estaban esperando, la señora le recomendó mucho el cuidado de su hija, y el papá también les dijo que no lleguen tarde.

Hernán y Valencia salieron, él tenía preparada una hermosa sorpresa para la chica, había reservado una pequeña cafetería solo para ellos, el ambiente estaba lleno de flores rojas por todas partes, había una pista para bailar que estaba iluminada con luces de colores, también estaba en el centro una mesa con velas, todo era como un sueño, todo bien decorado y planificado, llegaron al lugar, al entrar Valencia se quedó sin palabras estaba muy emocionada todo se veía genial, era muy lindo, el ambiente era dulce, Hernán le acerco hacia la mesa y le ayudo con la silla, se sentaron y pidieron la cena, mientras platicaban iban cenando, cuando la cena termino Hernán la invito a bailar, todo era muy romántico, algo que para él era nuevo, ya que nunca antes había hecho algo así, pero con Valencia le nacía hacer este tipo de cosas, por otro lado, Valencia sentía que estaba en un sueño del que no quería despertar, se sentía muy querida, sabía que sus padres hicieron bien su elección siempre pensando en el bienestar de ella, todo parecía grandioso.

Pero era algo que sería arruinado pronto, pues la envidia no descansa, entonces llego Janeth, se había enterado de lo que Hernán había preparado y no podía dejar que él se enamora de alguien más pues ella lo quería solo para ella, Janeth entró muy rápido se sorprendió al ver todo lo que estaba preparado, las flores, las luces, la música, estaba muy furiosa y más al ver a Hernán con Valencia, bailando, no dejó que la vean se escondió en el baño de hombres, les dijo a los encargados que no dijeran nada, que tenía algo muy importante que hablar con el joven, que era su hermana.

Espero hasta que terminó la música, Hernán fue al baño, Valencia se quedó esperándolo en la mesa, ya era tarde y debía regresar a casa, Janeth no perdió la oportunidad, apenas entro lo atrapó y lo beso, Hernán estaba confundido, no sabía lo que pasaba, se alejó de la chica y le dijo:

- Estás completamente loca, ¿quién te dejo entrar, cómo supiste que estaba aquí?

- Hay cariño, tengo informantes en todos lados, estoy muy molesta, nunca me habías preparado algo así, tan romántico, pero se te olvida que ella es una mosca muerta, ni aunque le prepares esta sorpresa se va a entregar a ti, en cambio, yo estoy aquí para ti, ven cariño déjala y vamos a divertirnos.

- escúchame Janeth, fue mi error regresar contigo y más sabiendo que estás casada, sé que no tienes intenciones de divorciarte, por eso lo mejor es que terminemos y quedemos como amigos, te pido que me disculpes por favor.

Janeth se quedó helada, estaba perdiendo poder sobre Hernán, debía pensar en algo rápido.

- Está bien cariño, quedemos como amigos, te dejo para que sigas con tu conquista.