Hace muchos años existió un alfa que era muy malo, viviendo únicamente por fines egoístas, aun si arrastraba a inocentes consigo. Llegando inclusive a obtener al fin una luna, con la cual poder ver prosperar a su manada, la perdida de esta haría que todo su ser sucumbiera.
Aquella era la historia que escuchó de niño; no obstante, él pensaba distinto.
Un hombre lobo que no quiere aceptar lo establecido por la diosa de la luna, hará lo posible para ir en contra de lo "destinado". Sin embargo, su corazón sería uno de los que mayor se pondría a prueba, ¿Podrá ir en contra de lo que dicta su destino?
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capítulo 10
POV Maya
- Edu que dices, yo no me voy -
- Hay preciosa - me abrazarte fuerte - pensé que te irías -
- Claro que no, hablaré con Kylian y traeremos más herramientas para las siembras y cosas para los niños -
Al separarse, el semblante de Edu cambio, su mirada era fría, había un toque siniestro en su expresión
Me tenía sujeta de la cintura, la fuerza de sus manos era cada vez más fuerte, estaba empezando a lastimarme
- Que pasa?, no me crees?, lo que quiero es ayudar a todos en la aldea - trataba de hablarle lo más tranquila posible, su actitud me estaba asustando.
Observó mi rostro con detalle, su semblante no cambiaba, se centró en mis labios y me besó.
Fue un beso tosco, demandante, uno que no me gustó y moviendo mi rostro le dije
- Basta Edu!! -
Parecía le hablaba a la nada, sus labios ahora en mi cuello, acercando a mi clavícula, mordía en ocasiones dejando marcas y lastimando mi piel
- Edu basta!!, no, no - movía mis manos y cuerpo tratando zafarme de su agarre, con una de sus manos tomó mi mandíbula evitando así el movimiento de mi cabeza, y me dijo al oído
- Eres lo que le he pedido a la Luna, no dejaré que te separes de mí, te haré mía y lo serás siempre -
Empuje su cuerpo lo más fuerte que pude, logre alejarlo un poco para salir corriendo, pero no sirvió de nada, me atrapó y tomándome de los hombros me azotó dos veces contra el árbol, sentí mi cabeza rebotar, aturdiéndome.
- No sabes lo mucho que te deseo, anoche pensé que serías mía, pero no me aceptaste, ahora no hay opciones, serás mía, mía Maya -
Sentí como desgarraba mi vestido dejando mi cuerpo en ropa interior a su disposición, pasaba su lengua por mi cuello hasta la base de mis pechos, sentía asco, y empecé de nuevo a moverme, me resistiría todo lo posible.
- Mi mujer es deliciosa - y percibí una sonrisa maliciosa
Al tenerlo de frente levanté mi mano y le planté la más fuerte de las bofetadas que he dado en mi vida, hasta sentí la mano arder, y eso solo empeoró las cosas
- Será por las malas entonces- su voz era diferente, mucho más grave, sus ojos con un brillo atemorizante.
Una de sus manos tomó mi cuello, sentía como el aire de poco dejaba de pasar por mi garganta, su otra mano recorría mi cuerpo, de un jalón rompió mi sostén y manoseaba mis pechos, todo mientras yo luchaba por quitar la que me estaba asfixiando, no podía creer la fuerza que tenía, porque estaba haciendo conmigo lo que quería sin problemas.
Bajó su mano por mi vientre hasta adentrarse por mi pantaleta y llegar a mi intimidad, yo sentía mis pulmones casi sin oxígeno, mi consciencia se nublaba y el miedo me recorría completa, pero en ese momento...
Un enorme lobo negro llegó corriendo, tomó el cuerpo de Edu con su hocico y lo lanzó lejos, mi cuerpo se dejó caer a la base del árbol mientras tosía y jalaba todo el aire que pudiera, moví mi cabeza para ver lo que sucedía y lo que vi me dejó impactada
Edu se levantó solo para dejarse caer sobre sus manos, su cuerpo empezó a cambiar, sonido de huesos moviéndose y la aparición de pelo sobre su cuerpo, su rostro ahora era el de un animal, era un lobo, un lobo grande de color café, aunque no más grande al lobo negro.
El lobo que era Edu se abalanzó contra el negro, ambos peleando ferozmente, lanzando mordidas y zarpazos, Edu mordió con fuerza una de las patas del otro lobo, haciendo que este gruñera con fuerza, pero quedando en posición perfecta para que atacaran su cuello, y así sucedió; el lobo negro tomó al café fuertemente del cuello, se veía sangre brotando entre el hocico del lobo negro, este siguió apretando hasta que un "crack" se escuchó y el cuerpo del lobo café cayó sin vida, transformándose de nuevo en un Edu muerto, botando una gran cantidad de sangre por su cuello roto.
Cojeando ligeramente el gran lobo negro se acercó despacio a donde me encontraba, sangre y saliva goteaban de su hocico, haciéndolo ver muy intimidante, tanto que fui retirándome despacio aún estando sentada sobre el suelo, al verlo cada vez más cerca no puede más... y me desmaye
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Kafner se acercó a Maya que yacía desmayada, observó las marcas en su cuello y cuerpo, y por instinto pasó su lengua por ellas tratando de curarlas, estaba muy triste y preocupado por ella, pero al ver que no podía hacer más le cedió el control a Kylian, transformando su cuerpo.
Kylian no podía creer lo que veía, la hermosa Maya tratada de esa forma, se acercó a ella, acarició su rostro, trató de cubrir su cuerpo y la tomó en brazos, él se encontraba completamente desnudo, pero eso no le importaba, ayudar a Maya era prioridad.
Al llegar a la aldea con Maya en sus brazos, desnudo y con rastros de sangre sobre su cuerpo, todos se preocuparon.
- Que demonios pasó? - dijo André acercándose a Kylian e intentando tomar a Maya en sus brazos, pero este le gruño en respuesta, no dejaría que nadie más tocará a Maya
- Uno de ustedes intentó aprovecharse de Maya - decía el alfa mientras repasaba con la mirada a todos - y murió en mis manos, eso les espera si intentan acercarse a ella - con paso decidido camino hacia la camioneta subiendo en la parte trasera, teniendo a Maya en brazos todo el tiempo
- Edu - dijo Richard - no lo puedo creer - frotando su rostro con una mano
- Nadie iría en contra de la Luna - dijo Sergi
- Espero que el alfa nos permita seguir viendo a la Luna - comenta otra persona
- Mami, que le pasó a la Luna - empieza a llorar la pequeña hermana de Yokabeth
- Tranquilos, ahora lo importante es llevar a Maya al pueblo, por lo que dijo el alfa ella está bien, en cuanto pueda volveré con noticias - les dijo André retirándose de prisa
Mikkel se subió al lado de copiloto mientras André encendía la camioneta, nadie dijo nada, pero el pequeño en ocasiones volteaba a verla, percatándose de como el alfa sostenía a Maya, viendo como él la cuidaba.