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Siempre Juntos... |Trilogía: En Las Buenas Y En Las Malas #2

Siempre Juntos... |Trilogía: En Las Buenas Y En Las Malas #2

Status: En proceso
Genre:Matrimonio contratado / Amor tras matrimonio / Apoyo mutuo / Amor eterno / Casada con el millonario
Popularitas:2k
Nilai: 5
nombre de autor: Maria Solis

⚠️ Continuación de: Tú, sólo tú... |Trilogía: En las buenas y en las malas #1 ⚠️

🚨 Advertencia 🚨

Si no has leído el primer libro de está Trilogía, te invito a hacerlo para que puedas seguir el hilo de la historia.
Sin más que decir, te dejó con la sinopsis...
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Sinopsis:

No todo matrimonio casi perfecto, empieza como tal.
Sobre todo, si en el primer encuentro uno de los dos, vomita sobre el otro.

¿O tal vez si?

NovelToon tiene autorización de Maria Solis para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 15

Tina fue la primera en entrar a su habitación en el hotel seguida de la rubia.

—Le avisaré a Yolanda que nos quitamos temprano.

—Andrea... —balbuceo la castaña aun abrazada a sí misma

—¿Si? —le miró mientras mandaba un mensaje

—Quiero irme a casa.

La rubia suspiró.

—Mañana temprano compraré los boletos para viajar en la tarde. A menos que viajemos con el señor Park, supongo que viajará de noche.

La oji aceituna se estremeció.

—No, no quiero regresar con él.

Andrea despegó la mirada de su celular y la clavo en ella.

—¿Por qué no? —pero su amiga no respondió —Ok, dime que paso en esa entrevista. —guardo su celular —¿Qué te dijo para que revivieras algo tan fuerte, Tina?

—No, nada... Sólo... Eh... De pronto tuve una crisis y me avergüenza ver al señor Park. —balbucea —Solo... Quiero irme a casa... Temprano. Por favor...

La rubia camina a ella y la abraza.

—Bien, pediré los boletos para mañana temprano, esperemos y haya. ¿De acuerdo?

Tina asintió.

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Dion parecía un fantasma. Hablaba con los invitados con la mejor actitud posible, pero en el fondo estaba ansioso por ver a Tina. Necesitaba aclarar las cosas con ella, pedirle perdón por haberla dañado, por haberle hecho revivir cosas, por lo visto, nada agradables de su pasado.

Se suponía que como su esposo, debía protegerla y en vez de eso, intento manipularla para que se alejara de Lucas cuando debió confiar en ella y en su palabra.

Tina podía darse su lugar estuviera o no, pero sus celos pudieron más. Confiaba en ella, pero verla con otro hombre lo hicieron perder la razón, la deseaba con desesperación y quería gritarle al mundo que estaba casado con ella, pero hacerlo, sería empeorar lo que hoy paso.

Tina le pidió confianza y solo le dio malos recuerdos y creo una brecha entre ellos. Necesitaba verla.

—¿Señor Park?

Dion parpadeo y sonrió.

—Disculpe, tengo algo que hacer. —disculpándose, se dirigió a la salida

Andrea se había llevado a Tina de vuelta al hotel. Tenía que ir a verla.

—Señor Park.

Dion se detuvo en seco cuando una peli negra con vestido rojo se plantó delante de él.

—Discu…

—Soy Yolanda, de la revista Vanity.

El peli negro le presto atención.

—¿Es compañera de la señorita Buller?

La mujer no pudo evitar lanzar una mueca.

—Sí. Nos mandaron para cubrir el reportaje de evento.

—¿Se hospedan en el mismo hotel?

—Misma habitación —rodó los ojos la peli negra —Nos dieron la misma habitación.

—Justo me dirigía ahí.

—¿En serio?

—Si, la señorita Buller se sintió mal durante nuestra entrevista e iba a ver como seguía, ¿Gusta que la lleve?

Los ojos de la peli negra se iluminaron ante la propuesta.

—Claro.

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Yolanda dejó pasar al señor Park a la habitación.

—Adelante, póngase cómodo en lo que le aviso a Tina que vino.

—Gracias.

Sin embargo, la peli negra regresó con una nota en la mano.

—Las malditas, me dejaron.

—¿Disculpe?

—Ah, no... Eh... Había recibido un mensaje de Andrea para decirme que se habían retirado temprano del evento, pero al parecer se regresaron a New York hoy mismo, ya que me dejaron una nota en la mesa de la cocina.

—¿Se fueron? —la cabeza de Dion estaba funcionando al mil por segundo —Gracias, señorita.

—Si gusta, puede...

—Lo siento, debo regresar al evento. Linda noche.

Yolanda se quedó con la boca abierta mientras el oji miel salía de la habitación.

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El celular de Tina empezó a sonar y cuando miro el registro, su cuerpo se estremeció de pies a cabeza.

...'Dion Park'...

—¿Lista?

Mirando a su amiga, la castaña asintió y apago su celular.

—Si.

—Bien, es hora de abordar.

...[...]...

New York.

—¿Le digo al taxi que nos deje en tu casa?

—Andrea... —su amiga le miró —¿Puedo quedarme en tu casa? No quiero quedarme sola —mintió

La rubia asintió y la toco el hombro a modo de aliento.

—Claro, el tiempo que quieras.

Ambas se dirigieron al departamento de la señorita Luna. Tina no deseaba ver a Dion, menos con la crisis que tuvo frente a él. Necesitaba tiempo para poner en orden sus ideas... Y lo mejor era, alejarse de él.

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Cuando Dion llegó al departamento, lo primero que hizo fue buscar a Tina en su habitación, sin embargo, no la encontró. Intentó llamarla, pero su celular estaba apagado.

—¿Dónde estás amor? —murmuró para sí

Por la hora, siendo un lunes por la mañana, lo más seguro es que estuviese trabajando. Así que intentaría calmarse y esperar a la noche. Era lo mejor.

Pero llegada la noche... Tina no apareció.

...[...]...

—¿Cuándo piensas regresar a tu departamento? —preguntó la rubia mientras sacaba una blusa de su armario —No te estoy sacando, pero nunca te quedas tanto tiempo conmigo. —mirando a la castaña sonrió —¿Vivirás conmigo?

Tina apartó la mirada del espejo y miro a su amiga. Hacía una semana que estaba con Andrea cuando siempre se quedaba máximo dos días y la rubia ya empezaba a sospechar.

—Pronto, tal vez el lunes regrese y así, dejaré de usar tu ropa. —le sonrió

Su amiga le había hecho el favor de prestarle algunas prendas para combinar con las pocas que tenía en su maleta cuando fueron a Los Ángeles

—¿Segura que deseas regresar? Puedes quedarte más tiempo, solo ve y toma algo de ropa. —le sonrió su amiga antes de entrar al baño

La castaña suspiró. Tomando su celular, observó las hasta ahora, 93 llamadas que Dion le había hecho. Llamaba varias veces al día y sin ganas de hablar, ella se había limitado a ignorarlo. Sabía que tenía que hablar con él y aclarar la pelea en el evento. Pero simplemente, no podía. Tenía miedo...

Su jefe le había dicho que debía continuar con las preguntas a Dion, pero con la edición y reportaje del evento en Los Ángeles tomándoles toda la semana, la oji aceituna se había dado el lujo de pensar momentáneamente entra cosa, evitando verlo. Ella sabía que Dion había llamado casualmente a Vanity para preguntar por el reportaje y que su jefe le había dicho que Yolanda, Andrea y ella, estaban trabajando en ello. Así que él supondría donde se estaba quedando a dormir y había sido lo suficientemente maduro para no ir a verla. Algo que le agradecía.

Pero ya era hora de ir a casa y... De enfrentarse a la realidad.

...[...]...

Tina abrió la puerta de su departamento, cerro con cuidado y colgó las llaves en su porta llaves de la pared.

Era las 10 p.m. era de las pocas veces desde que trabaja en la revista, que había salido tarde a causa de un reportaje. Sin embargo, hoy habían finalizado con la edición y pronto se publicaría como exclusiva en la revista.

Se quitó la gabardina y la colocó en el perchero. Moviendo los hombros con lentitud para aflojar la tensión, se dirigió a su habitación.

—Tina.

La castaña se detuvo en seco cuando se encontró con un Dion Park parado en medio del pasillo, mirando hacia la mesita de su sala, pudo ver su laptop y algunos documentos esparcidos en el suelo.

—Lamento haberlo interrumpido.

Dion sacudió la cabeza y dio un ligero paso a ella, sin embargo, la oji aceituna, retrocedió de inmediato, lo que hizo que el oji miel se detuviera en seco.

—No te esperaba.

—Es mi casa, puedo venir a la hora que quiera. —siseo

Dion la observó por unos segundos antes de asentir.

—No te estoy reprochando nada. —murmuró

Tina suspiro y se obligó a relajarse. Él tenía toda la razón, era ella quien había estado ausente toda la semana, sin noticias y de pronto aparecía en un horario que no era el habitual. Sin duda, no se lo esperaba.

—Lo dejo en lo suyo. —ella intentó pasar a su lado, pero él le cerró el paso —Estoy cansada. —lanzó un suspiró

—Mírame. Por favor.

Cuando sus ojos se conectaron, la trigueña tembló.

—Te extrañé. —balbuceo él

—Pero yo no. —sin esperar alguna respuesta, se dirigió a su habitación

No podía quedarse, no con él ahí. Tomando más ropa, la guardo en un equipaje de mano pequeño y salió nuevamente de su habitación.

Sin mirar atrás, se dirigió a la salida.

—No te vayas.

Esa frase, cortaron los pasos de la trigueña, quien parando en seco, miró por encima del hombro al peli negro.

—Está es tu casa, el que debería irse soy yo.

—No hará falta, lo que necesito es compañía. —argumento —Compañía femenina. —sin más, siguió caminando

—¿No es suficiente la compañía de tu esposo?

La castaña suspiró con cansancio y le miró, enfrentándolo.

—¿De que esposo habla? ¿Del falso? —sacudió la cabeza —No, gracias.

Los ojos del oji miel, mostraban asombro y en fracción de segundos, angustia.

—¿Eso soy? ¿Un esposo falso?

—Solo sé que uno real, confiaría en mi. —gruñó

Esas palabras golpearon Dion Park en el orgullo con fuerza, casi, sacándole el aire.

—Ti-Tina... —balbuceo —No hay palabras para lo que te hice en la fiesta. No sabes cuanto me arrepiento... De todo. —sus ojos, empezaban a tornarse rojos —Necesito que me perdones.

—Claro que lo haré. —asintió ella —Cuando me de el divorcio.

Dion, se tambaleó mientras palidecía.

—¿Divorcio?

La castaña trago el nudo en su garganta y asintió.

—Si, lo quiero lo más pronto posible. Con permiso...

Una mano se posa sobre la suya cuando va a abrir la puerta. Ella le mira con irritación pero sus palabras terminan ahogadas cuando ve al gran Dion Park, llorando.

—Por favor mi amor, por favor. —súplica —No me dejes... —con un rápido movimiento, se acerca a la trigueña y junta sus frentes sin ella poner resistencia, ¿cómo podría? estaba helada al escucharlo hablar con la voz rota —¿Qué quieres que te diga? —cuando sus manos, toman el rostro de la oji aceituna, está tira su equipaje del susto —Perdóname por ser un esposo de mierda, desconsiderado... —susurra sin dejar de mirarla a los ojos —Perdóname por haberte hecho daño, por no saber valorarte. —con un leve movimiento, gira, alejando a la castaña de la puerta —¿Qué deseas escuchar de mi? —pregunta, mientras camina por el pasillo, dirigiéndola mientras ella se deja llevar sin saber como debería reaccionar —¿Qué soy un celoso empedernido? ¿Qué te amo con una locura desenfrenada?, y por lo mismo odio cuando otro te toca, cuando te miran más de la cuenta y no porque seas un objeto, me aterra pensar que ellos también ven tu belleza como yo la veo, que tienen interés en ti y que tú podrías tenerlo en ellos. —Tina se encoge al sentir el borde del respaldo de su sofá en las nalgas —Me aterra pensar que te puedo perder, que me arrepiento de haberte dicho que te dejaría libre cuando quisieras, porque ahora que te amo, que en mi mente solo estas tú, que respiro para ti, me aterra perderte, me aterra que un conocido mío desee coquetearte porque no te quiero con otro hombre que no sea yo. —termina su confesión —Y entiendo que me odies pero por favor, déjame enmendar mi error, déjame... Demostrarte que lo vivido en la fiesta, nunca más volverá a pasar. —sus labios, se rozan levemente, sacando un suspiro de la castaña —Perdóname, Tina, por favor.

La castaña hace un esfuerzo sobre humano por no caer totalmente rendida a él aunque su corazón late con desenfreno.

—Lo siento, pero no estoy de humor para pasar por esto de nuevo. ¿Quedo claro?

—Si, me queda más que claro que lo he arruinado. Por ello te pido que me perdones.

—No lo sé señor Park, tengo que pensarlo. —con todo el valor del mundo, se separó de él antes de besarlo y llevárselo a la cama —Por lo pronto... Me voy a dormir, linda noche.

—Tina.

Ella le miró de nuevo.

—Sobre el divorcio... —Dion parecía inquieto

Desviando la mirada, respondió mientras se dirigía a su habitación.

—¿Qué divorcio? —preguntó antes de cerrar la puerta

Cuando estuvo en su habitación, la trigueña dejó caer la espalda en la puerta y jadeo. Se tocó el rostro, sin duda rojo y tibio ante las palabras que el peli negro le dedicó. Ya extrañaba su olor, su fuerza, su esencia. Sin embargo, debía castigarlo. Debía ser fuerte por un tiempo y darle una lección.

—Concéntrate, Tina.

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T.N
😂😂😂😂😂😂
T.N
🤯🤯🤯🤯🤯🤭
T.N
Si ya me agradaba antes, ahora más
T.N
Personalmente y muy de cerca 👀
T.N
Aaaaah! Ya lo sospechaban que lindo
T.N
Ya sabemos quien gano jajajajaja
T.N
Amo sus conversaciones 💖
T.N
Cada día los amo más 💖💘❤️‍🔥
T.N
Owwwww 🥹 Tina no sabe ni papas pero el la necesita ahí 😭❤️‍🩹
T.N
Llego la hora?? Ufff la bomba va a estallar pronto 💣
T.N
Jajajajaajan quiero un Dion 😭😭
T.N
Justo eso iba a decir jajajaja me sorprende que luego de dos años la señora Park quedará embarazada porque sino, tendrían ya su equipo de futbol jajajajaja
T.N
JAJAJAJAAJ
T.N
Aaaaaaaah! Que hermosooooooo 😍❤️‍🔥
T.N
¿Por qué cambiaron la portada? Esta fea 😭😭😭😭😭😭💔💔💔💔💔
Maria Solis: ¡Hola hola!

Lo sé, no me preguntaron al cambiarla... Ando viendo si lo puedo solucionar Jajaja

Nos estamos leyendo 🖖🏼
total 1 replies
T.N
Llego la tan esperada noche de bodas jajaja
T.N
Dueleeee quemaaaa lastimaaaa 😭💔😭
T.N
Siempre tan atento 💘
T.N
Owwww 🥹❤️‍🩹
T.N
El sabe cosas jajajaaj
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