Mónica tiene que superar todos los obstáculo que le puso la vida y recuperar a su hija y todo lo que robaron.
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Es un Larios y también puede estar involucrado.
Los presentes aplaudieron su participación en el medio ambiente y, cuando recién tomaba asiento, escuchó al conductor decir:
-¡La próxima va por un cielo abierto y libre de humo! Tanto el grupo Larios como la aerolínea del Señor Duarte han aportado su grano de arena y ninguna de las dos contamina nuestro aire y nuestro cielo. Sin embargo, hoy tiene que haber un ganador y el árbol de plata es para el grupo Larios.
-¡Escuché bien! -Enrique sonrió ante esto-. Su hermana siempre le dijo que era una pérdida de tiempo gastar en reductores de humo y apostó por utilizarlos en sus empresas. Hoy lo premiarán por eso.
Nuevamente, subió al escenario y dedicó unas palabras sobre el tema.
El siguiente premio también era un árbol de plata y este era por la minería, pero Larios nunca ha gastado un cinco en apoyar la minería. Le parece una explosión, tanto para el medio ambiente como para el ser humano. Ese premio se lo llevó Duarte. El hombre es un corrupto y tiene negocios sucios por doquier.
Haremos un pequeño receso y enseguida anunciaremos quién será el ganador del árbol de oro.
-¡Esto es perfecto, no pudo ser mejor! -Enrique por fin le vio el lado bueno de obtener estos premios-. Pensaba construir una isla que se asemeje a Dubái y tenía miedo de que el proyecto se detenga y lo culpen por la contaminación de los océanos y todo lo que tenga que ver con el medio ambiente. Pero ahora los premios lo respaldan y dejan ver que es un hombre que se preocupa por la Naturaleza.
En ese momento, Enrique desvió la mirada hacia Mónica y le hizo una petición.
-¡Directora Foster, si mencionan al grupo Larios, ¿me acompañas a recibir el premio?
Esto sorprendió mucho a la joven y, titubeando, preguntó:
-¿Estás seguro, Sr. Larios? Antes de que Larios pudiera contestar, el anfitrión volvía a tomar el micrófono.
¡Bueno, ya estamos de vuelta y nuestro siguiente premio es el más importante de todos! Este premio se otorga a quien cuida más nuestros ríos y océanos. El agua es un líquido tan vital y debemos cuidar nuestras fuentes. Por eso, este premio se otorgará al Grupo Larios. Ellos se han comprometido a cuidar nuestra fuente de vida.
-¡Tres premios en una noche no está mal! - exclamó Enrique mientras se levantaba. Por la emoción del momento, abrazó a Mónica. Y cómo no emocionarse, si el que siempre se lleva los premios es Carlos, con su gran poder que compra a todos. Y más cuando tiene que compartir contra Enrique. Es evidente que estos dos se detestan a muerte.
-¡Sr. Lo están esperando! - dijo Mónica, titubeando y sonrojada en los brazos de Larios. Inhalar su perfume tan de cerca le recordó aquella noche, pero se prometió no caer y menos en las manos de Larios.
-¡Ven conmigo, subiremos juntos! - propuso Enrique. Por alguna razón, se sentía bien junto a Mónica. Quizás si Tamara estuviera a su lado, él no se comportaría así. Junto a su novia siempre se muestra disgustado. Quizás le irrita la presencia de la chica.
-¡Me siento muy halagado por estos premios! - dijo Enrique al recibirlos. -Y como les dije antes, el grupo Larios cuida el medio ambiente. Y pronto quedará más que demostrado. Junto a la Directora Foster seguiremos dando lo mejor y trabajando para seguir cuidando el futuro de nuestros hijos. -¿No es así, Directora Foster?
Las últimas palabras iban dirigidas a Carlos Duarte, que obtiene premios sin sentido y otros que dejan ver su corrupción. Sin embargo, Duarte no prestó mucha atención debido a la mujer que mencionó Enrique.
-¿Foster? ¡Maldición Mónica! ¿Qué has hecho? - exclamó Duarte, cuyas manos comenzaron a sudar frío. Resulta que ahora más que nunca, Mónica se parece a Magda Foster. Quizás fue el resultado de las cirugías. Si tan solo alguien llegase a recordar a la mamá de Mónica, estaría perdido. No le conviene que se vuelva a abrir el caso de la desaparición de Magda Foster.
Mientras tanto, Raquel también temblaba de miedo. Ella fue muy cruel con Mónica y ahora la joven está de vuelta. Esto los puede llevar a un proceso judicial por haberla dado por muerta. La sola presencia de Mónica los intimidó, y Raquel se sostuvo del hombro de su esposo y le susurró al oído: -¡Carlos, esa es Mónica, la que se cree mariposa! ¿Qué pasará si ella habla?
Duarte se cree que puede controlarlo todo, y con un tono frío le contestó: "¡Ella no lo hará, me encargaré de que Mónica no pueda estar en este país! Era su puesto y su fortuna lo que estaban en juego y Mónica puede traer todo abajo".
Por otro lado, Enrique bajaba feliz del escenario, y en ese instante, fijó la mirada en el escote de Mónica, el cual dejaba toda su espalda al descubierto. Desde ese ángulo, Enrique logró ver lo que parecía un tatuaje en la cintura de Mónica. ¿Es la mariposa Monarca? Lo vio solo por fracciones de segundos, pero no creyó haberse equivocado, y eso lo inquietó un poco.
Resulta que esa noche, lo despertaron los gritos de Mónica, y se apresuró para ver qué pasaba, sin embargo, no logró ver nada. Solamente vio a la chica que corría y que llevaba la espalda descubierta y en la cintura, tenía un tatuaje de la mariposa Monarca.
Siete años atrás, después de ver desaparecer a la joven, Enrique frunció el ceño mientras se hacía muchas preguntas. "¡Qué extraño! ¿Qué le sucedió? ¿Por qué gritó?" Había salido en paños menores y volvió a entrar en la habitación algo confuso. Luego se sentó en la cama y comenzó a analizar todo lo sucedido y recordó que en la esquina del pasillo se encontraba una cámara de seguridad.
De inmediato, se comunicó con Raúl y le pidió que consiguiera los vídeos y que averiguara quién era la chica. No obstante, Raúl no consiguió nada, Thomas se había adelantado y salvó a Tamara, el vídeo de todo lo que sucedió esa noche se desapareció.
Enrique movió cielo y tierra por encontrar a la joven, pero nadie le dio razón. Resulta que esa noche, se le cayó la pulsera de oro y al buscarla entre las sábanas, descubrió las manchas de sangre y supo que había sido el primero en la vida de aquella mujer.
Mónica lo dejó marcado, en su vida ninguna mujer lo ha besado como lo hizo ella, y ninguna lo ha hecho sentir lo que sintió con Mónica. Él no estaba drogado esa noche, solamente se tomó un par de copas, pero Mónica lo hizo sentirse extasiado. Quería poseerla una y otra vez, hasta que cayó rendido.
Meses después, cuando Carlos le entregó a su hija, Enrique recordó el nombre que le dio esa chica. Mónica le mintió y le dijo que se llamaba Mari, por eso le puso a su hija Mariana, en honor a aquella mariposa que lo hizo volar junto a ella.
Volviendo al evento, Enrique sacudió la cabeza para salir de sus recuerdos. -¡Directora Foster, espere un momento! El CEO la detuvo al pie de las escaleras y de inmediato la tomó de la mano, y le dio la vuelta, buscando aquel tatuaje, pero Mónica ya había acomodado el vestido, no se dio cuenta de lo que buscaba su jefe, de lo contrario se hubiera sentido incómoda, por lo tanto se mostró un poco inocente al decir. -¡Sr. ¿Qué haces? ¡La gente va a pensar mal de nosotros! -¡Nada, simplemente quería apreciar su belleza! Enrique no logró ver nuevamente el tatuaje y de pronto un pensamiento lo desanimó tanto que volvió a la mesa con su amigo. ¿Qué estoy buscando? ¡Ella está muerta! Enrique ni siquiera recordaba el rostro de aquella chica, puesto que Duarte borró toda existencia de Mónica.
Mientras tanto, Mónica se dirigió al baño, y frente al espejo se echó un poco de agua en el rostro. -¡Mónica no puedes poner los ojos en este hombre! ¡Recuerda que no sabes si él está involucrado con la persona que me arrojó el ácido! ¡Es un Larios y también puede estar involucrado en la trampa que me tendieron!
