Un Secreto Para Ambos

^^^Antonella De angelis.^^^

La culpa por haber besado a mi padrastro no me permitía conciliar el sueño durante las siguientes noches. Me siento horrible por haberle hecho eso sin su consentimiento y saber que nunca podré disculparme era otro peso en mi conciencia.

—Bianca.—Le llamé en un susurro para ganarme su atención.—¿Cómo te sentirías ser besada sin tu consentimiento?

Ambas nos encontrábamos a media clase de inglés y nuestra profesora estaba demasiado ocupada con un grupo de alumnos que estaban preguntando por algún tema relacionado con la materia.

De todos modos, aunque sabía que sería imposible tener la mala suerte de ser descubierta hablando con mi compañera de mesa, decidí bajar mi tono de voz para no ser escuchada por la maestra.

—¿Alguien te robo un beso?.—Preguntó ella haciendo una mueca de horror.

...Bianca Rossi....

Su cabello es castaño y sus encantadores ojos marrones se vuelven de un tono miel bajo la luz del Sol. Es una chica extremadamente dulce y divertida, la considero mi mejor amiga, pero aunque compartamos la mayor parte de nuestros secretos entre sí, nunca podría confesar los sentimientos que tengo hacia Matteo (mi padrastro) con ella.

—Solo es una pregunta.—Aseguré.—Nadie me ha besado ni nada por el estilo.

Ella dio un suave suspiro de alivio cuando escuchó mi afirmación, me resulta encantadora cuando se preocupa por mí y realmente me siento mal por no tener la valentía de ser sincera con ella, pero no puedo simplemente decir que estoy enamorada de mi padre.

...Eso le traería problemas a Matteo....

—Bien, porque no hay nada más desagradable que ser besado por alguien a quien ni siquiera ves de esa manera.—Respondió con repulsión.—Nunca entenderé a los idiotas que lo hacen sin el consentimiento del otro, es totalmente asqueroso.

—Jajaja estoy de acuerdo.—Fingí una sonrisa.—Debe ser muy incómodo para la otra persona.

...Dios, le hice algo horrible a Matteo....

—Por supuesto que es incómodo.—Habló Bianca.—Si algo así te llegase a ocurrir, asegúrate de golpear al bastardo.

—Claro.. pero..—Bajé la mirada avergonzada.—¿Y si esa persona fue besada mientras dormía?

—¿Se aprovecharon de ti mientras dormías?.—Preguntó en un grito ahogado y su expresión desbordaba preocupación.—¿Quién fue y cómo lo supiste?.—Exigió y la maestra nos hizo callar con una sola mirada hacia nuestra dirección.

Cuando la profesora de inglés dejó de estar pendiente de nosotras, fue cuando Bianca repitió su pregunta, esta vez moderando su tono de voz para no ser escuchada por la maestra.

—Nadie me beso Bianca.—Afirmé.

—No te creo Antonella.

—Estoy diciendo la verdad, solo..

—Oh por Dios.—Bianca abrió sus ojos como dos platos ante la nueva revelación que su mente le hizo saber.—Fuiste tú.

—¿Q..qué?.—Pregunté en un tartamudeo.

—Besaste a alguien sin su consentimiento mientras esté dormía, ¿no es así?.—Mis mejillas se tiñeron de rojo y eso basto para afirmar su teoría.—¿Quién fue?

—Te estás equivocando.

—No me mientas Anto.—Me señaló con su dedo.—Ahora exijo saber a quién besaste.

Conociendo a Bianca, sé que no me dejará ir hasta que descubra lo que desea saber. Es una chica increíblemente inteligente y yo soy pésima ocultando la verdad en su presencia.