Sofía Y Yo...

-Tengo mucho frío papá, tengo hambre, me duele la cabeza- dice Sofía con lágrimas en los ojos.

-Ven pequeña vamos a casa, estás empapada- dice Katherine cargando la niña.

Katherine cargó por todo el camino a la niña, quien de inmediato se quedó dormida, yo solo daba las gracias a la vida por haberla encontrado, no saben los momentos tan angustiosos que pasé al no saber nada de mi hija, camino a casa llamamos a Juanita, estaba muy apenada y preocupada por lo que había pasado, yo le dije que no se preocuparan que todo iba a estar bien.

Al llegar a casa Katherine despertó la niña para secarla bien y quitarle su vestido mojado, yo fui a la cocina a calentar un poco de leche, y a preparar algo para que la niña comiera, pronto Sofía estaba lista y ya en cama bien calentita, yo llevé su leche y le prepare un sándwich, La niña aún tenía sus ojos tristes, pero no quería hablar con ella en ese momento, se comió lo que le prepare y le dije:

-Descansa pequeña, mañana tendremos una conversación muy seria, está bien-

-Si papá, está bien- responde Sofía

-Dulces sueños mi amor chiquito- le dice Katherine dándole un beso en la frente.

La niña se quedó dormida inmediatamente, ya era tarde y le pedí a Katherine que no se fuera, que podía dormir acá si quería, la verdad no quería estar solo, lo de la niña me tenía muy afectado y necesitaba hablar con alguien, Katherine llamó a su casa para informarle a su madre, después comenzamos a hablar.

-Quiero pedirle una disculpa, señor, esto no debió suceder- dice Katherine.

-No te preocupes Katherine, a cualquiera le puede pasar, y ya no me digas señor dime José Luis ya no soy tu jefe- le respondo con una sonrisa.

-Está bien José Luis, que pasó esta mañana, usted no estaba bien y Sofía estaba muy triste- pregunta Katherine.

-Diana vino a verme y dijo cosas muy feas, al parecer Sofía escucho todo, creo que por eso decidió irse- le respondo.

-Esa mujer es malvada, gracias a Dios usted no se casó con ella- dice Katherine sonrojada- lo siento señor.

-ja, ja, ja, tienes razón, sabes no me había dado cuenta antes, pero tienes una cara muy hermosa- le digo acercándome a ella.

Katherine se asusta por la cercanía de José Luis, y se aleja.

-Discúlpame si te incomode, solo que has trabajado tantos años para mí y la verdad no te conozco- le digo.

-Pues señor, no hay mucho que contar, ya conoce a mi familia, mi padre murió cuando era una niña, trabajo desde los 16 años para ayudar a mamá y estoy terminando mi maestría en las noches- responde Katherine.

-Eres una mujer excepcional, y tienes novio- pregunta José Luis

-No, la verdad no tengo tiempo para eso- responde Katherine muy sonrojada.

José Luis se acerca a Katherine y acaricia su rostro, ella cierra los ojos al sentir su contacto, estaba a punto de besarla cuando escucharon los gritos de Sofía.

-Mamá, mamá donde estás, mamita te necesito, ven por favor-

-Que pasa mi niña- pregunta Katherine al entrar a la habitación.

Yo me acerco y toco su frente, estaba muy caliente y aún dormía, al parecer solo delira.

-José Luis la niña tiene fiebre- dice Katherine preocupada- Tiene un termómetro para tomarle la temperatura- pregunta

-No, no tengo, pero espera ya llamo a una farmacia para que traigan uno- respondo- mientras tanto que hago.

-tráigame unas toallas y agua tibia, también agua fría, necesito bajarle la fiebre- dice Katherine

-Mamita, mamita, estás aquí conmigo, te extraño mucho, papá no me quiere mamita- dice Sofía

-Tranquila mi niña, estoy aquí, y no digas eso, papá te adora, tranquila mi amor- dice Katherine acariciando a Sofía.

-Que pasa, que dice la niña- pregunto al entrar a la habitación con las cosas.

-Tranquilo solo llama a su mamá, ven ayúdame a bajarle la fiebre- dice Katherine tratando de tranquilizarme.

Yo ayudé a Katherine a bajarle la fiebre a Sofía, ella no es mamá, pero tiene el don de proteger a los niños y sabe exactamente que hacer ante toda situación, es realmente una mujer excepcional, ambos nos quedamos con Sofía en la habitación, no sé cómo ni en qué momento, pero los tres nos quedamos profundamente dormidos en esa pequeña cama.

-Despierten, ya es de día- dice Sofía.

-Papi despierta, despierta tengo hambre- replica Sofía tocándome el rostro

Katherine despierta y saluda a la niña, revisa su temperatura y se da cuenta de que la fiebre no regreso.

- Ven pequeña, vamos a la cocina, deja que papá

duerma otro rato si- dice Katherine.

-Está bien vamos, me haces leche con chocolate - pregunta Sofía.

-Claro pequeña traviesa- le responde Katherine

Al llegar a la cocina Katherine le preparo la leche a Sofía y empezó a preparar el desayuno, también aprovecho para hablar con la niña.

-Oye Sofí, quiero que me prometas algo, prométeme que jamás te volverás a escapar como lo hiciste ayer, es un trato- pregunta Katherine.

-Te lo prometo Katherine, solo que no quería seguir siendo una molestia para papá- dice Sofía.

-Porque dices eso pequeña- pregunta Katherine.

-Sabes que escuche esa mujer diciendo que yo había arruinado la vida de mi padre y que ahora no tenía nada por mi culpa, y pensé que lo mejor era irme, también siento que papá no me quiere y eso me pone triste- dice Sofía con una lágrima en la mejilla.

-No vuelvas a decir eso hija- dice José Luis entrando a la cocina.

-Yo sé que no soy el mejor papa del mundo, pero te prometí que iba a aprender, y yo Sofía te quiero y te voy a querer por el resto de mi vida- dice José Luis limpiando las lágrimas de su hija.

De inmediato una sonrisa sale de los labios de la niña y abraza a su padre, Katherine mira la escena muy emocionada.

-Yo también te quiero papi- responde Sofía.

Ven vamos a desayunar, huele delicioso y está haciendo mucha hambre.