"Me cruce por su camino una vez... Solo una vez. ¿Suerte, casualidad o destino?. No lo sé. Pero desde que eso ocurrió conocí al hombre que cambio mí vida..."
Renzo Leone (27 años) es un poderoso mafioso de Grecia: Inteligente, despiadado, sin corazón y frío asesino, todo eso se oculta detrás su fachada de ángel hermoso. No dudo el matar a sus enemigos con sus manos. Inmensamente temido en el mundo de la mafia y aún peor que no portaba debilidades por dónde atacar, logro poner su apellido por encima de todo el mundo tanto así que cualquiera temblaba la oírlo.
Melina Brown (20 años) una dulce joven introvertida de EE.UU que vive bajo la maldad de su mamá, quien la odia por ser hija de una infidelidad de su parte hacia su marido. Con la culpabilidad de haber arruinado la vida y el matrimonio de su madre, jamás presto atención al hecho que estaba siendo vigilada sino hasta muy tarde. Su verdadero padre hará su aparición cuando intenta rehacer su vida.
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11. BELIATH
• AEROPUERTO INTERNACIONAL LIBERTAD
DE NEWARK•
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Unas horas después de que su sobrino Aleskei, hijo adoptivo de su hermano Vladimir llegará al país, llega a Nueva York, Beliath Ivanov.
–. Drug, nakonets (Amigo, al fin) –lo abrazo calurosamente.
–. Ya smog sbezhat' ot brata (Pude escapar de mí hermano) –dice aliviado–. Rossiya seychas v besporyadke (Rusia es un desastre ahora).
Luego de ser derrocado de su puesto como jefe de la mafia por una rebelión de su celoso hermano menor, Beliath se vio obligado a esconderse hasta poder escapar de Rusia.
Llego a Estados Unidos en busca de paz y de la hija que tanto busca.
–. Tassia. ¿Priyekhali blagopoluchno? (Tassia. ¿Llego bien?) –pregunto con preocupación.
–. Vasha doch' blagopoluchno pribyla (Su hija ha llegado bien) –le sonríe.
Beliath camino junto a Erkan, su mejor amigo desde la infancia y fiel compañero.
Terminaron en un café, bebiendo como si fueran personas normales y sin nada a qué temer.
–. Estados Unidos es un país inquieto –dice Erkan–. Jamás se aburrirá aquí.
–. Puedo verlo, amigo mío –dijo mirando por la ventana–. ¿Algo sobre ella?.
–. Escucha, Beliath, secuestraron a tu hija –le dice.
Este lo miro con pánico y miedo. ¿Quien la secuestro? ¿Donde estaba?.
–. ¿Cómo que la secuestraron? –pregunto preso del miedo–. ¿Quien se atrevería...?.
–. No te preocupes, amigo –lo tranquilizó–. Fue rescatada y de eso te quería hablar.
–. ¿Quien la rescató...? –pregunto confundido–. Escúchame antes de todo, Aleskei, el maldito bastardo adoptivo de mí hermano vino aquí para matar a mí descendencia, ya mato a mí hijo en Rusia y ahora irá por mis hijas.
–. No podrá tocarla o eso creo –suspira–. Creemos que tiene una relación bastante estrecha con Renzo Leone, quien también está en el país.
–. ¿Leone? –se sorprendió–. ¿El griego? ¿Por qué crees eso, amigo?.
–. Él fue quien la rescató... Además se los ha visto juntos los últimos días –me dijo–. Si es que son pareja ella estará muy protegida, viendo el poder de Leone.
–. Jamás lo habría imaginado –dice perdido.
–. Bueno... –dice–. Su hija es una chica muy hermosa y Leone es un joven muy apuesto viniendo al caso... Sería algo normal.
–. ¿Tienes alguna foto de ella? –pregunto emocionado–. La última que vi fue de cuando era niña.
–. Si, claro –saca una foto de su maletín–. Aquí está...
Beliath miro la foto de su hija, la vio tan parecida a su otra hija Tassia.
–. Es hermosa –dijo con emoción–. Cuánto ha crecido.
–. Lo es, felicidades –le sonríe–. Es una joven muy hermosa.
Pasaron el resto de la tarde hablando sobre ella y los últimos acontecimientos de su vida.
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• CLUB NOCTURNO BLACK MOON •
RENZO.
–. Aleskei Ivanov aquí... –digo mirando a Silas–. Todos venimos aquí últimamente.
–. Que curioso –dice Mitchel–. ¿Por qué? ¿Todas las dinastías de la mafia terminan aquí?.
–. ¿La tercera Guerra Mundial? –dice Silas–. No lo sé, pero seguro es por algo.
–. Los Ivanov son peligrosos –Mitchel suspira–. En especial Aleskei.
–. Quiero saber todos sus pasos –digo–. Algo me dice que no está aquí por unas simples vacaciones.
Me giro hacia mis hombres que nos esperan en la puerta.
–. Steilte kapoion na ton parakolouthisei (Envíen a alguien a vigilarlo) –les ordenó
–. Málista Kyrie (Si, señor) –dicen.
Suspiro pesadamente. Por algo tuvieron que venir, al igual que yo jamás salen de tu país a menos que algo importante los impulse a hacerlo.
–. Desde el derrocamiento de Beliath Ivanov toda Rusia está consumida –dice Mitchel–. Vladimir Ivanov no está siendo completamente capaz de dirigirla... Ahora todos son asesinos allá.
–. Le explotar sus malas decisiones en la cara –digo y lo miro–. ¿Tienen alguna información sobre Beliath?.
–. No –Silas niega–. O lo mataron o escapo. ¿Quien sabe?.
–. Muchos se deben arrepentir de haber sido cómplices de la rebelión –Mitchel mira a la mesa–. Vladimir es sanguinario y no sabe dirigir con la cabeza, sino con las armas.
–. Pero ahora hay una sola pregunta que hacerse ahora –los miro–. ¿Aleskei es igual a él?.
–. Hay que tener cuidado, mucho cuidado –dice Silas–. Tiene poder de sobra para que iniciemos una guerra si eso quiere... Estaríamos cabeza a cabeza en la victoria.
–. Vamos a mantenernos al margen de esto... –digo–. Si lo que viene hacer nos involucra, entonces reaccionaremos. Pero ahora solo en lo que venimos a hacer.
–. De acuerdo, es una buena elección –dice Mitchel.
¿Que viniste hacer aquí Ivanov? ¿Que te hizo abandonar Rusia para venir aquí?.
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Salimos del bar y nos dirigimos a la mansión, ya no hay nadie, se ve tan vacía aunque hubo perdonar por muy poco tiempo me hizo ver qué tan solo estoy aquí.
Miro hacia la ventana del jardín, suspiro pensando en Melina... Estuve tan cerca de ella, use todo mí autocontrol para no hacerla mía en mí cama. ¿Que me está pasando?. Desde que ella apareció me está dando vuelta la vida.
–. Renzo –me dice Edna.
–. Mmmhh... ¿Que paso? –me giro hacia ella–. Perdón no te estaba escuchando, Edna.
–. No pasa nada, cariño –me sonríe–. ¿Pensabas en ella? ¿La señora Melina?.
–. No, no –intento negar–. Estaba pensando en... ¿Que estoy haciendo? –murmuro mirando hacia el piso.
Edna se acerca a mí, desde que soy joven ella ha sido como una figura materna.
–. Un corazón enamorado –dice–. Hace que tu mente se nuble.
–. No puedo tener la mente nublada –niego–. Además no estoy enamorado, ya te lo digo.
–. To mikro mou me mia epimoni kardia (Mí pequeño de corazón terco) –dice–. Nadie puede evitarlo, quizás ella llegó para traerte luz a ese oscuro corazón –toca mí mejilla–. Mira como te brillan los ojos al solo mencionarla.
–. Apenas la conozco, Edna –le digo.
–. El amor se basa en tiempo, hijo –me dice sonriente–. Sino en lo que sientes aquí –pone su mano en mí corazón–. Solo piénsalo, es una buena joven y está tan necesitada de amor como tu.
Así se va dejándome solo.
Tiene razón en dos cosas. La primera: Quizás si estoy necesitado de amor, ya que solo hay oscuridad en mí desde que murió Florencia. Y la segunda: Desde que conocí a Melina, no puedo dejar de pensar un solo instante en ella.
