En Medio De Todo

Un día más en la uni.

Es casi la hora de salir al almuerzo, estoy en los últimos minutos de mi clase, en examen ni más ni menos. Me levanto tranquilamente y camino hacia el escritorio, pongo sobre éste mi examen. Le sonrío al profesor y regreso a mi lugar.

Una voz chillona se escucha en medio del silencio.

-Te crees la muy muy. ¿No? Como siempre terminas primero que todos, los exámenes, tal vez es porque cuando te acercas siempre le sonríes a los profesores, si eso debe. ¿O, no se? _ Se pone el lapiz en los labios_

-A eso se debe tus notas altas.

-Suficiente señorita, _ Amonesta el profesor, la chica continua resolviendo el examen. _

Giro levemente el rostro y la veo directamente, le lanzo una mirada fría y de desprecio, ella termina por apartar la mirada de mi.

Regreso a mi lugar tomo mi mochila y salgo no tengo tiempo de lidear con tontas y eso creen haya ellas.

Mientras atravieso los pasillos voy pensando en lo único que me trae felicidad que es jugar en el equipo de voleibol no sé por qué pero con eso se me olvida todo.

Mis compañeras son amigas entre sí, aunque yo no, pero cómo es un equipo fluimos en el juego.

Ya pasan de las 6:00 de la tarde la cancha de voleibol estamos celebrando hemos ganado ganado el torneo interno, en la Universidad de Santa Catalina .

Tenemos mucho público, compañeros estudiantes en las diferentes especialidades se han reunido para ver este interesante partido.

Ya nos han entregado trofeo y nos tomaron unas fotos para el periódico Universitario.

Nos reunimos junto con nuestro entrenador.

- Ha sido un juego espectacular niñas. Las felicito cada una de ustedes dio todo y se reflejó en el triunfo.

_El entrenador Ferreira nos reparte nuestros nuevos uniformes, con un apretón de manos.

-Así es chicas_ Alma agrega con un tono de voz muy cálido_ Me siento muy orgullosa por nuestro triunfo. Vamos!!

Estira en su mano y dan el grito de guerra al unísono. -Viking warriors!!

Como de costumbre unimos nuestras manos al centro y las alzamos, con gritos eufóricos, más bien por parte de ellas yo como siempre me mantengo el silencio.

-Espero y celebren mucho niñas, disfruten su fin de semana, nos vemos el lunes. Recuerden que es obligatoria una hora de gimnasio toda la semana y tenemos 2 horas de entrenamiento.-

Comenta el entrenador Ferreira mientras con sus aplausos no celebra, agrega nuevamente.

-Esto es solo el principio, el primer paso el torneo interno Universitario, de ahí al estatal vamos mis Guerreras Vikingas!!

Todas gritan.

El entrenador toma su maleta, acomoda su sudadera y balones dentro . Añade con firmeza.

-Marla, deberías ir con ellas a divertirte, relájate-. Se retira de la cancha diciendo adiós con las manos sin voltear a vernos.

-Deberías ir con nosotros. Nos invitaron los de informática a una fiesta, sabes que los deportistas tenemos pase libre. _ Alma afirma mirándome a los ojos mientras guardamos nuestros uniformes en las mochilas con el logo del equipo, una guerrera vikinga.

- Diviértete con nosotras, mi novio es el que da la fiesta, será en su casa, conocerás a alguien. _Comenta con su dulce voz Gaby_ -Gracias pero tengo cosas que hacer, sin levantar la vista acomodo mi balón favorito en el último hueco de la mochila. Comienzo a quitarme mis muñequeras y rodilleras, me pongo un jumper café a cuadros que tiene un cierre por delante subo mis calcetas, acomodo mis lentes.

- Te ves mejor sin lentes. ¿Por qué no usas unos de contacto? Comenta Karina sonriendo mientras ajusta sus de su calzado deportivo

No es la primera que me lo dice pero igual ignoro el comentario poniendo mi mochila, le sonrío.

-Gracias. Me divertí mucho. Estoy feliz de nuestro triunfo, llegaremos a los estatales, estoy segura! Digo adiós agitando ambas manos.

-Para qué le insisten saben que no irá. Responde Maggie mientras se pone brillo en los labios sentado en la pequeña banca donde estás con Blanca.

- Bye .

Dicen todas, a paso lento, estoy cansada, extiendo hacia atrás mi mano y saco el termo de mi mochila con agua bien fría, tomo unos tragos y lo coloco ahí de nuevo.

Mi grupo de fans me rodea.

-Vaya juego!! Eres una rematadora espectacular.

Comenta Roberto mientras camina a mi lado derecho, en mí otro costado David y Alfredo se van empujando.

- Eres la mejor. ¿Por qué no eres tú la capitana?

Comenta David tomándome la muñeca, lo veo alzando la ceja con la mirada en su agarre.

- Lo siento se me olvida que no te gusta que te toquen.

Levanta las manos.

-Si le saliera el láser de sus ojos Ya no tendrías manos. Alfredo agrega sonríendo ruidosamente. acomodá su mochila.

¿Comerías con nosotros? Roberto pregunta con mirada de cachorro.

-No.

Contestó firme.

- Vamos a la fiesta Marla, con los informáticos.

Se escucha la voz chillona de Alfredo mientras juega con sus dedos.

-No .

Contesto sin inmutarme.

-Serías nuestros pase y en esa carrera están todas las chicas más bonitas.

Los ojos le brillan a David mientras habla.

-No .

Contesto, con mas firmeza.

— Seguro nos divertiremos mucho.

Lo pienso por un segundo, solo así me los quitaré de encima, me digo para mis adentros.

Roberto juguetea entrelazando los dedos, creo que es un tic nervioso. Los observo de lado son chicos raros, pero lindos más bien agradables, hasta que se me pegan como un chicle pero son los que más tolero; creo que me divierten.

Roberto es un tipo alto blanco pelo lacio castaño, con ojos grises, su cuerpo es escuálido. Su mochila siempre campanea sus espaldas es muy expresivo con todo su cuerpo, en especial con las manos; de hecho estas platican por sí solas. Como mérito personal es un excelente dibujante. Tiene su propio cómic en línea, aunque esconde su nombre bajó un seudónimo, en este, relata lo sucedido en las clases es muy ocurrente divertido.Tiene muchos seguidores en su fan page.

Creo que será calvo sus prominentes entradas en el pelo lo proyectan. Eso sí es muy limpio sus zapatos siempre bien lustrado, raramente viste ropa deportiva.

David es un físicoculturista, luce gracioso ya que es un chico bajo de estatura con rostro angelical de ojos verdes y Rubio. Siempre camina como si llevase bajo el brazo enorme sandías. Él es el más sobre protector conmigo, es hijo único y siempre ha deseado una hermana. Sus camisetas son la prenda básica en él .

Él que sí es indispensable en el grupo es Alfredo; un chico alto complexión regular, piel apiñonada, ojos verdes. Su pelo rizado castaño claro. Siempre hace un chiste de todo, va de traje y portafolio, todo el tiempo se la pasa acomodando su ropa.

No son los más guapos, pero sí son los más fieles a sus ideales y confiables.

-Entonces ¿Nos invitas?

Me sacan de mis pensamientos.

La voz chillona de David. Últimamente he notado que la utiliza cuando quiere pedir algo.

-Eres nuestro pase, sin ti no nos dejarán entrar a menos que paguemos, sabes que somos estudiantes y no tenemos dinero. suspira con estas palabras.

Los analizo y finalmente me causan ternura.

-Bien.

Contesto riendo.

— Yo no me quedaré.

- Excelente.

Roberto agrega cargando mi maleta.

-Vamos en mi carro.

Señala dónde está su auto: un coche viejo color plata, muy limpio. Me abre la puerta del copiloto como todo un caballero. Los otros dos suben rápidamente en la parte trasera, él enseguida se da la vuelta para conducir hasta la casa donde será la fiesta.

Ya ha empezado.

Hay autos estacionados a lo largo de la calle por ambos lados, encontramos estacionamiento hasta la cuadra siguiente. Bajamos y acciona la alarma de su auto con orgullo. Suena chistoso, como ring tone de un celular de marca reconocida. Se bajan los seguros automáticamente.

-Perdón Marla, deseas dejar tu mochila. Recita David con fineza.

-No.

Declaro jugueteando con mi mochila.

-Vamos!! Entremos.

Nuevamente observo a estos chicos, mientras nos dan el acceso, logran relajarme.

A nuestro paso encontramos chicos divirtiéndose a su modo: Varias parejas están muy concentradas comiéndose a besos.

Nos dirigimos a la parte trasera donde se escucha la música. En la piscina ya hay varios chicos y chicas con diminutos trajes de baño jugueteando.

Gaby me descubre y nos recibe -Qué bien que viniste diviértanse por ahí están los bocadillos y bebidas.

señala la mesa a un costado está un DJ que ameniza la fiesta.

El equipo de voleibol varonil se enfrenta los de fut en un concurso de vencidas en las mesas del fondo, algunas chicas animan a sus favoritos lanzando ruidosos gritos.

Con voz casi inaudible, me dice al oído David.

- Gracias, sin ti no nos hubieran dejado pasar.

Me da un sándwich con una soda.

-De nada pero me voy, tengo que trabajar.

-Quédate un rato!! Comentan al unísono Alfredo y Roberto.

-No.

Mi voz autoritaria lo asusta.

El capitán del equipo de fútbol toma el micrófono y comienza a cantar un reggaetón conocido, la multitud lo corea, se dirige a mí intenta que yo cante acercandome el micrófono. Solo lo veo con desgano e intento nuevamente alejarme, pero él me toma de la mano y me canta el oído mientras me baila pegando su delicioso cuerpo a mí. Lo observo cruzando los brazos, sonríe, me da un beso en la mejilla y continúa cantando.

Las chicas populares lo rodean, peleán por el micrófono.

Dirijo mi pasos a la salida. En serio me puso de malas este tipo.

Soy interceptada nuevamente a medio camino, por el equipo de voleibol masculino, el capitán me sube a su hombros, me echan una porra con sus voces masculinas, se escuchan como los cantantes de opera amateurs. Se une el capitán del fútbol. Se llama Marcel y dice a su al micrófono con su voz varonil.

-La estrella del equipo.

Pide un aplauso que me hace reír, sí para qué negarlo fui la que más dio puntos en el equipo.

Es hora de que tome un momento para relajarme.

Mis compañeras del equipo se unen al festejo y me pasean por todo el jardín.

- Suficiente!!

Grito, con un movimiento rápido me bajo de los hombros del chico.

-Gracias .

Salgo del alboroto.

Las populares gritan.

-Ya, ya ni que fuera para tanto.

Corina parlotea, más dos chicas que viste diminutos bikinis, cruzándose de brazos, ni más ni menos la diva del Campus. Camina hacia mi, valanceando sus definidas caderas, al estar cerca me empuja hacia la piscina.

Lástima yo soy más fuerte y hábil que ella, la esquivo, aún asi me jala del brazo al ir cayendo.

Solamente cierro los ojos maldiciendo, en mi mochila está mi laptop, también mi celular. Estiro las manos en el aire intentando recuperar mi balance. David y Roberto me toman de las manos, evitando mi caída . Solo Corina cae al agua y todos ríen por la escena.

- Gracias, chicos me salvaron.

Acomodo mi ropa y lentes me dirijo a la salida indignada.

Mis tres mosqueteros salen conmigo.

-Lo sentimos.

Canturreando a coro y sonrío comentando.

- ¿Qué, siempre se ponen de acuerdo para hablar?

Les sonrío con dulzura de verdad.

- Me salvaron de una buena. No se preocupen, si deciden quedarse, pueden hacerlo.

— No, nos vamos.

De nuevo hablan al mismo tiempo y se ríen por igual.

-Te llevamos al trabajo.

Hablan de nuevo al unísono riendo ahora un tono más alto.

Subimos al auto, ensendiendo la música.

-Por eso evitó a todos.

Declaro enfadada.

Si no fuese por esos tres seguiría yo tan tranquila.

Los observo de reojo ajustando los lentes.

Mi vida es así: Clases, gimnasio, entrenamiento trabajo.

Los fines de semana me relajo, hago limpieza y lavo ropa.

La casa que me dejaron mis padres es muy amplia, como casi no estoy, solo polvo y pequeños detalles que quedan listos después de realizar estas labores con ayuda de la música a todo volumen, me gusta así.

Al final, como siempre estoy sola y en espera de terminar mi carrera , que mis padres regresen.

Proyectando mi vida a futuro subo las escaleras después de cenar .

Estoy lista para dormir.

Mañana será día de clases .