La intención de proponerle matrimonio a su amante se convirtió en una pesadilla cuando Raymond fue acusado de asesinato. Resultó que su amante y su romance lo habían convertido en el chivo expiatorio.
Justo cuando Raymond estaba a punto de recibir la pena de muerte, un misterioso sistema acude a su rescate. Raymond se ve obligado a cambiar su identidad para evitar a la policía, mientras planea vengarse de quienes destruyeron su vida.
Para cumplir con us deseo de venganza, Raymond, con la ayuda del sistema, se embarca en una misión para ayudar a mujeres hermosas a través de su servicio como hombre pagado. Este viaje lo convierte en un hombre guapo, fuerte y rico, rodeado de muchas mujeres. Pero ¿será esta venganza suficiente para curar las heridas de su corazón?
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Capítulo 11
"Jajaja... parece que este tipo está buscando la muerte. ¡Cómo se atreve a desafiarnos!", dijo un hombre vestido de azul con una risa seca. Miró a Raymond con burla.
Los otros dos hombres también se echaron a reír. Tal vez porque esta noche se divertirían un poco con Raymond, como un calentamiento para estirar sus músculos antes de disfrutar del cuerpo de Rebecca en la cama.
Raymond no tenía otra opción. Si retrocedía, perdía, y si avanzaba, también. Por eso, Raymond eligió avanzar. Al menos todavía tenía la esperanza de sobrevivir, aunque con su nueva identidad.
"¡Suéltenla a Rebecca!", exclamó Raymond, tratando de demostrar que no les tenía miedo en absoluto.
El hombre vestido de negro se rio a carcajadas, como si se estuviera burlando de Raymond. "¡Cómo te atreves a desafiarnos! Está bien si eso es lo que quieres, pero no nos culpes si te convertimos en papilla".
"¡Vamos a probarlo! ¡No les tengo miedo en absoluto!", desafió Raymond. La clave principal de la valentía era tener confianza en uno mismo.
Los tres hombres intercambiaron una señal con un guiño, indicando que estaban a punto de atacar a Raymond al mismo tiempo.
"¡Ataquen!", gritó el hombre vestido de rojo, dando la orden.
Los tres hombres corrieron inmediatamente hacia Raymond.
Raymond no sabía cuán fuerte era la fuerza que había comprado al sistema, pero tenía que probarla. Aunque, en realidad, se sentía nervioso. Pero tenía que ocultar su miedo.
"¡Hiaaa!"
Raymond bloqueó rápidamente la mano de uno de ellos que estaba a punto de golpearlo en la cara. Luego golpeó al hombre con fuerza en el estómago.
¡Pum!
¡Whoosh!
El hombre al que Raymond había golpeado salió volando una distancia considerable, hasta que su cuerpo aterrizó en la copa de un cocotero.
"¡Aaaarrrghh!", gritó el hombre histéricamente porque no podía bajar del cocotero, que era muy alto.
"¡Ayuda!"
"¡Ayúdenme! ¡No puedo bajar!"
Los otros dos hombres se quedaron boquiabiertos. No solo ellos, sino también Raymond. No esperaba que su golpe fuera tan poderoso.
"¡Guau!", exclamó Raymond mientras miraba sus propias palmas con asombro.
Los dos hombres restantes atacaron de nuevo inmediatamente. Lanzaron golpes a Raymond.
Con un movimiento rápido, Raymond esquivó sus golpes y dio un paso atrás. Luego golpeó a ambos con fuerza, uno tras otro.
¡Pum!
¡Pum!
¡Whoosh!
¡Whoosh!
Uno de ellos salió volando hacia una plantación junto a la carretera, donde aparentemente había una pareja teniendo relaciones sexuales. Sus gritos se escucharon con claridad.
"¡Aaaaahhhh...!"
Mientras que el otro, su cuerpo salió volando y aterrizó dentro de un camión de basura que pasaba.
¡Woooosh!
Raymond no podía creer lo que había hecho, así que volvió a mirar sus palmas con asombro.
"¡Resulta que el poder del súper golpe es realmente increíble!", exclamó Raymond. Sintió que no había sido un desperdicio comprar esos 100 millones de fuerza, aunque no fuera de forma permanente.
[¡Ding!]
[Como ha completado la misión del sistema, recibirá una bonificación de 300.000.000.]
Raymond se quedó atónito por la bonificación que había recibido.
[Nombre real: Raymond Sanjaya
Alias: Bara
Edad: 27 años
Altura: 185 cm
Peso: 70 kg
Atractivo: 100
Encanto: 100
Fuerza: 0
Habilidades: 0
Armas: 0
Energía: 100
Saldo: 300.000.000
Ingresos del negocio de servicios: 110.000.000
Deuda: 1.000.000.000
Nivel: 0]
[Tienes que practicar la lucha para poder ser un hombre fuerte.]
Raymond sintió que la opinión del sistema era muy acertada, tenía que ser fuerte. Y para eso, tenía que saber luchar.
Sin embargo, en este momento lo más importante era Rebecca. Tenía que ayudarla. Debía de tener un problema muy grave para que el sistema la hubiera elegido.
Raymond corrió hacia el coche donde estaba Rebecca. Al parecer, seguía inconsciente.
"Rebecca, ¡despierta!", Raymond intentó despertar a Rebecca sacudiéndola.
"¡Rebecca!"
Pero parecía que Rebecca estaba completamente inconsciente. Era difícil despertarla. Así que, a regañadientes, Raymond cargó a Rebecca y la sacó del coche.
...****************...
Raymond no sabía dónde vivía Rebecca, y ella no podía hablar en absoluto. Al preguntarle al sistema, este último de repente se volvió loco. Así que no tuvo más remedio que llevar a Rebecca a su casa.
Sin embargo, a Raymond le empezaron a doler los oídos mientras cargaba a Rebecca a la espalda. Ella se puso a cantar con su voz chillona: "¿A dónde, a dónde, a dónde? ¿Dónde debo buscar? Mi amado no sé dónde está. Hace mucho que no viene a casa".
"Hhh... No me extraña que no sea cantante", murmuró Raymond en voz baja. Porque, de hecho, Rebecca era una actriz que a menudo interpretaba papeles principales en varias películas del país. No era cantante. Así que Raymond comprendió por qué la voz de Rebecca era tan desafinada al cantar y le hacía daño en los oídos.
Pero... ahora Rebecca estaba de nuevo en sus trece, tal vez pensando que Raymond era Bayu, así que de repente le agarró el pelo con fuerza.
"¡Maldito seas! ¡Nunca más volveré contigo!"
"¡Aaarrrghh... aaarrrghh...!", Raymond gimió de dolor mientras Rebecca seguía tirándole del pelo con fuerza.
...****************...
"Hhh... ¡Qué molestia!", se quejó Raymond cuando consiguió acostar a Rebecca en la cama. Rebecca le había dejado el pelo hecho un desastre.
Cómo no iba a estar molesto, la había ayudado y ella le había tirado del pelo, haciéndole daño de cabeza. Tanto es así que había olvidado que una vez fue fan de la famosa actriz.
Sin embargo, sin querer, Raymond vio dos botones desabrochados en la camisa de Rebecca, dejando al descubierto su escote. Era una visión tentadora.
Glup...
Raymond tragó saliva, con la nuez de Adán subiendo y bajando al ver tal espectáculo. Rápidamente apartó la mirada. No podía dejarse tentar.
[¡Ding!]
[El sistema ha obtenido con éxito los datos del primer objetivo.]
[Nombre: Rebecca
Edad: 25 años
Profesión: Artista
Altura: 172
Peso: 50
Belleza: 85
Talla de sujetador: 40B.]
El rostro de Raymond se sonrojó al escuchar el informe del sistema sobre los datos de Rebecca, como si el sistema supiera lo que estaba mirando, aunque en realidad lo había visto sin querer.
"¿P-por qué tiene que haber una talla de sujetador?", preguntó Raymond en voz baja al sistema, haciendo que su mente divagara.
[¿No es eso importante para los hombres, señor?]
Raymond no respondió, sintiéndose descubierto. Decidió irse de la habitación. Tenía miedo de hacer algo mal. A menos que fuera de mutuo acuerdo, seguro que lo haría con gusto. ¿Qué hombre no querría acostarse con una actriz guapa como Rebecca? Era solo una fantasía para Raymond.
Sin embargo, Raymond se detuvo al ver que Rebecca se despertaba repentinamente con náuseas.
"¡Ugh!"
"¡Ugh!"
Rebecca vomitó, ensuciando su ropa.
Después de vomitar, Rebecca volvió a dormirse. Estaba completamente borracha.
Raymond suspiró. Rebecca lo estaba volviendo loco. "Hhh... ¿por qué tiene que vomitar?".
Raymond parecía indeciso. La ropa de Rebecca estaba mojada y sucia; si no se la cambiaba, seguro que cogería un resfriado. Pero si lo hacía, significaría que vería su cuerpo. Hay que entender que Raymond era virgen e inocente, por lo que era natural que se sintiera indeciso en una situación como esta.
Así que no sabía si debía cambiarle la ropa a Rebecca o no.
