Novela romántica basada en una historia de superación.
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CAPITULO 1
Nací en una familia normal, no rica, pero si acomodada, desde niña tuve gustos muy peculiares, por los cuales tenía problemas con mi madre, ya que esta le encantaba vestirme de princesa y para mí era un fastidio estar siempre de rosa, me gustaba más el azul o el negro y por eso siempre peleábamos, cuando tenía 15 años paso algo que terminó de dañar nuestra relación, en la celebración de navidad, yo me encontraba en la cocina, mi abuelo entro y empezó a tocarme, luego quiso meter sus manos en mi ropa para tocar mis partes íntimas, me toco por todo el cuerpo con sus sucias manos.
Me paralice por el miedo, él me decía que me relajara, pero tenía tanto miedo que era imposible, gracias a dios alguien entro a la cocina, él se inventó que estaba con dolor de estómago intentaba tranquilizarme, mi tía no dijo nada, solo tomo lo que había ido a buscar., yo aproveché para salir corriendo de la cocina eso fue muy traumático para mí, desde ese día me mantuve alejada del, luego el intento disculparse, según él estaba pasado de copas, la verdad no le creí nada, para mí ya no era nadie y lo quería a mil metros de distancia.
Después de días me anime a contarle lo que me paso a mi mamá, pero ella como era de esperarse no me creyó nada, es más me pego una bofetada por mentirosa, me dolió mucho, pero más me dolió que no confiara en mí, decidí irme de la casa, ella no se opuso es más creo que estaba feliz, según ella volvería con el rabo entre las patas, eso me grito cuando salí de casa.
Ese día empezó a cambiar mi vida, me toco hacerme cargo de mi misma con solo 15 años y unos ahorros que no me durarían mucho, lo primero que hice fue buscar donde dormir, una amiga me recomendó una posada barata., Llegue a una casa antigua cerca al centro de la ciudad, eso me serviría para poder buscar trabajo, la dueña era una señora muy amable que solo dejaba quedar mujeres, mujeres que en su mayoría eran prostitutas, la dueña les ayudaba con sus hijos y cuando llegaban golpeadas se encargaba de curar sus heridas sin hacer preguntas, me ofreció trabajo con ella para cuidar a los niños, la paga era buena y lo mejor sería que no tenía que dejar la escuela.
No puedo mentir los primeros días me costó un poco acoplarme ya que en el día tenia clases y ayudaba con el aseo de la casa y en la noche cuidaba de dos niños, que eran una lata para dormir, pero eran lindos niños, estando en ese lugar mis gustos se fueron incrementando con el tiempo pude darme cuenta que me gustaban las mujeres, comencé a sentir cosas por una de las chicas.
Ella era Sofía, la más joven de todas, tenía 18 años, cabello castaño, ojos miel y un cuerpo de infarto, tenía años de estar en el medio, intente que me contara por qué una mujer tan hermosa termino en esa vida, pero no me quiso contar se puso nerviosa, parecía muy asustada, desde ese día no volvimos hablar cada vez que lo intentaba me evadía, me dolió mucho porque me gusta más de lo que estaba dispuesta a admitir, esa fue mi primera decepción amorosa ya que después de días de intentar hablar con ella por fin pude hacerlo.
Después de disculparme ella me conto parte de su vida, me dijo que su padrastro la vendió a un bar a los 15 años, cuando cumplió la mayoría de edad salió del bar, pero no encontró otro medio de vida y siguió en las calles y fue así como termino en la casa de doña Ramona, la dueña de la posada que ayudaba mujeres como ella.
Desde ese día nos volvimos más unidas, yo la convencí para que volviera a estudiar, al principio no quería, pero al final me hizo caso y entro a validar en las tardes, una noche me arriesgue a contarle mis sentimientos, ya no podía ocultar lo que ella despertaba en mí, su cercanía me estaba afectando, con solo tenerla al lado quería besarla, muy a mí pesar pues intente ocultarlo de ella lo que más pude, pero una noche algo paso entre nosotras.
Ella llego tomada de trabajar en la madrugada, yo salía de la habitación de una de las chicas, al llegar a la puerta de mi habitación ella me detuvo y pidió que la acompañara que no se sentía bien, no pude negarme, al estar en la misma habitación a solas me puse muy nerviosa, mis manos sudaban y no podía mirarla, ella se empezó a desvestir., Yo no encontraba para donde mirar y ella lo noto, era como si disfrutara verme nerviosa, sus ojos me miraban fijamente.
- LAIA mírame, sé que tú quieres lo mismo que yo, déjame enseñarte.
- Sofia estás tomada, es mejor que me vaya, vete a dormir nos vemos mañana.
Intente salir, pero ella tomo mi mano.
- No te vayas, sé que te gusto, déjame darte lo que quieres. Me beso de pronto.
El beso fue lento, yo lo hacía de forma torpe ya que era mi primera vez, ella me fue guiando y poco a poco el beso fue subiendo de tono, nos dejamos llevar y para cuando quise darme cuenta estábamos desnudas en la cama, para mí el momento fue mágico, sus besos por todo mi cuerpo me tenían en las nubes, la mire a los ojos y me sonrió, yo estaba feliz y fue lo mejor que pude experimentar, ella estaba disfrutando tanto como yo, yo aumente el roce de nuestros cuerpos y aumentando el movimiento al cáncamos el cielo.
Después de esa noche las cosas entre las dos fueron mejores, empezamos un noviazgo secreto, intente negarme yo quería que todos supieran que teníamos algo, pero ella me pidió que no debido a la vida que ella tenía y que por el momento no podía dejar, con el pasar de los días la relación se fue enfriando un poco, ella siempre estaba ocupada, según me decía entre el trabajo en las noches y las clases en la tarde no tenía tiempo para mí.
Yo quería entenderla, sabia lo difícil que era su vida por eso me ofrecí ayudarle con sus gastos, de esta forma ella no tenía que trabajar mucho y podríamos salir de vez en cuando, yo al cuidar niños de noche y ayudar en el aseo mis gastos eran mínimos y tenía dinero para ayudarla.
Ella no quería aceptar, pero termino cediendo, empecé a pagar la renta de su habitación, pero la señora RAMONA no estaba de acuerdo, me dijo que ella me estaba utilizando, le explique de nuestra relación secreta a lo que ella me respondió que saldría lastimada, pero no le hice caso a sus palabras, en ese momento estaba completamente enamorada.
Cuando cumplimos 6 meses de relación decidí darle una sorpresa, gaste mis ahorros en un regalo para ella, le compre un vestido, zapatos y su pastel favorito, limpie su habitación para recibirla, le pedí a la señora RAMONA que me ayudara con unos aperitivos, quería que todo fuera prefecto.
Con toda la emoción del mundo me fui a cambiar a mi habitación, me había comprado un conjunto del mismo color de su vestido, regrese a su habitación para esperarla, pero al llegar a su puerta me lleve la peor decepción.