Almas Rebeldes: La Cazadora Y El Mago.

(Punto de vista de Mia)

Mi hija a estado deprimida durante días y no sé que hacer... Intenté hablar con Kim sobre el asunto pero se niega a aceptar algo así.

"Aarón es un humano, Mi hija es de una raza distinta y enemiga, no es correcto" ¿A quién le importa lo que es correcto? Nosotros no deberíamos estar en guerra con nadie por que no es correcto ni alojarnos en un casi desierto por que no es correcto.

Es cierto que los humanos han sido realmente crueles con nuestra raza al expulsarnos a estos lugares pero quiero juzgar a Aarón y a su raza por separado.

Odio ver a mi hija así y lo que es peor, Alma habló con ella y sorpresivamente Tae mejoró mucho su humor incluso comenzó a hacer sus tareas nuevamente haciendo que Kim se despreocupara de sus problemas.

Mi intuición me dice que ella no está haciendo nada bueno con Tae, aunque ella no pueda verlo creo que Alma es una doble cara... Una envidiosa y orgullosa demonio.

No es bueno me da una terrible sensación.

Pero eso duró realmente poco al día siguiente continuaba deprimida, tal vez peor que antes como si le hubiesen arrebatado la felicidad.

Pero tengo un plan para este día que la hará feliz.

. . .

A la mañana siguiente tan solo despertarme noto que mi esposo ya no está a mi lado, él tiene un asunto importante con los demás guerreros, al parecer la inusual cantidad de lobos llama su atención y es necesario actuar por que de otro modo estaríamos en peligro.

Ellos lo resolverán.

Esto es perfecto.

Me cambio y llevo mi bidente conmigo ya que saldremos de la seguridad de la casa.

Tomo algo de comida para el camino y me hidrato por si las dudas, nunca se sabe que podría pasar... Debería llevar una cantimplora de cuero.

Voy con una sonrisa a la habitación de Tae.

—Tae... ¿Puedo pasar?—. Pregunto debidamente.

No es que no pueda hacerlo sino que prefiero respetar su privacidad... Pero no consigo respuesta alguna.

Al no recibir respuesta la lógica me dice que esta dormida lo cual me permite irrumpir sin cuidado.

—Tae... ¿Tae?—. Mientras la busco en la habitación.

Ella no está por ningún lado ¿Acaso acompañó a Kim? No lo creo... Oh, ella escapó.

Se me adelantó, quería ayudarla en esto pero parece que no confía en mi eso me duele.

—¡Oh no Kim, los lobos del laberinto, la hora! ¡Tae!—. Comienzo a desesperarme.

Puede toparse con Kim, es temprano para que sea seguro los lobos del laberinto aman la oscuridad esto no está nada bien.

Sin pensarlo me voy a su búsqueda.

Al salir veo una silueta de una chica con un tridente en sus manos con un libro, pero no puedo distinguirla bien... Creo que es Alma.

¿A dónde va a estas horas?

La seguiré, tal vez tenga algo que ver con la desaparición de Tae.

Aun que nunca he sido una experta en el sigilo hago lo posible para seguirla sin perderla de vista.

Muchas veces parece notar mi presencia y comienza a buscarme, mi corazón late fuertemente no puedo dejar que me vea o no me guiará con Tae.

Accidental mente el suelo hace ruido por mis pisadas, seguramente debido a una rama seca.

Alma comienza a correr despavorida, maldición se me escapa.

¿Qué hago, qué hago?... Nada se me ocurre.

—Soy mala para estas cosas—. Murmuro deprimida para mi misma.

Pero recuerdo como Kim me decía como seguir el rastro, somos cazadores después de todo.

Utilizo las enseñanzas de mi esposo, marcas, pisadas, huellas, su olor y sus cabellos... Aunque pueden ser de cualquiera todos tenemos casi el mismo tipo.

Todo me indica que es en esa cueva de allí.

¿Si me acerco demasiado me notarán? ¿Está bien si lo hacen? Quiero decir, bueno en algún momento tendrán que notarme quiero que mi hija sepa que estoy de su lado.

—¿Eh? ¿Hija?—. Me sorprendo de lo que ven mis ojos.

Mi hija Tae parece estar haciendo lo mismo que yo, rastreando ¿De quién lo aprendió? Kim ¿También le enseñaste a rastrear a nuestra hija?... Muy bien hecho esposo ahora te amo más.

Bueno dejaré el halago mental hacia mi esposo y me centrare en esto, estoy seguro de que Alma también esta dentro de la cueva, Tae entra en ella y ya no puedo verla.

vaya, creo que juzgué mal a Alma creía que tenía algo malo planeado pero pensar que la ayudaría incluso antes que yo... Eres una buena amiga, cuando nos visites de vuelta te daré una comida especial.

—Bueno... Es momento de ir también—. murmuro para mi misma nuevamente.

Pero tan pronto salgo de mi escondite y acercarme un poco puedo ver a Tae correr sin control abandonando la cueva desesperadamente.

—¿Esas son... Lágrimas?—.

Me sorprende notarlo pero creo haber visto su brillo, no creo que se trate de un lobo del laberinto.

Aarón es el siguiente en salir de allí parece correr a buscarla pero Alma no se lo permite abrazándolo por la espalda.

¡¿QUE DEMONIOS ESTA PASANDO AQUI?!

¿Tuvieron una pelea? No es eso esta claro que fue Alma, ella es tan posesiva que incluso... aagg, iré a buscar a mi hija espero ella esté bien.

Luego pensaremos en algo, mamá irá a buscarte hija no te preocupes.

. . .

Ahora me encuentro buscándola rastreándola a ella, hoy si que pongo en juego mis habilidades de rastreo.

Por lo que he visto Aarón no siente amor hacia Alma es solo su egoísmo hablando por ella, Aarón no caería en eso.

Pero es mejor escuchar a mi hija y no sacar conclusiones apresuradas.

Luego de un tiempo buscándola logro encontrarla sobre una enorme duna de tierra y arena, debe de estar muy deprimida como para estar en lo alto... Pero el sol ya está de su lado no debe de ser peligroso a estas horas.

Puedo escuchar sus llantos a lo lejos eso toca mi corazón quiero abrazar a mi hija, pero debo mostrar madurez ante ella.

Muy bien, iré con ella.