Mi Cielo... Mi Infierno

Wellia Zanetti:

Miré mi móvil que no había timbrado, en mi mente solo estaba pensando en que hoy tenía que ser la mejor en la presentación con el listón, tenía todo para ganar y demostrarle a mi hombre perfecto que todo lo que hemos pasado juntos es lo único que hace que me motive para ser la mejor cada día.

Dejé el móvil mirando hacia el espejo, tenía un poco de tiempo para terminar. Sostuve la brochita de ojos terminando de maquillarme, era como saber que la emoción estaba por empezar, la promesa de que si ganaba, mi primera vez sería lo entregaría a mi enamorado.

La puerta se abrió, giré un poco el cuerpo viendo un enorme arreglo floral, me levanté de la silla casi de un brinco, llegué hasta donde estaba el entrenador con una gran sonrisa mientras negaba con la cabeza.

Entrenador: Wellia, Wellia, no deberías de andar enamoradiza, sabes que esta competencia, te dará el salto a la fama.

Me acerqué hacia las rosas, inhalando su aroma. Lo miré sonriendo de saber que por algún lado tendría una dedicatoria. Rodó los ojos metiendo su mano en un lado del arreglo floral entregándomelo.

Entrenador: Wellia, no quiero que te distraigas, además tu madre no estará muy contenta en saber que su hija ya tiene novio.

Wellia: Vamos, vamos… nadie tiene por que saberlo, cuando cumpla la mayoría de edad ya lo podré hacer público.

Entrenador: Más a mi favor. Tu hermana y tu madre te han dado la confianza, no la pierdas por un hombre… que…

Respiré tratando de tranquilizarme, mi entrenador nunca había estado de acuerdo cuando Máximo me iba a visitar en los entrenamientos y menos que siempre quería estar al pendiente de mi en todo momento.

Reposé mi mano en la cintura.

Wellia: Lo siento Francis, que Willow no te preste atención, no te da derecho en querer hacer que tenga que obedecer mi hermana ni a mi madre.

Negó con la cabeza, reposó su cuerpo en el marco de la puerta cruzando sus brazos.

Entrenador: No es por eso Wellia, eres menor de edad, y soy tu entrenador, bien que puedo ir con tu madre y hacerle saber que te ves a escondidas con un hombre que casi te dobla o te triplica la edad.

Me di la media vuelta pasando de sus palabras en verdad que hoy no era el día para escuchar sermones y menos de mi entrenador que se supone que debe apoyarme en todo momento. Me senté en la silla tomando la pequeña tarjeta, la abrí sacando el mensaje que solo en ver la perfecta letra me daba la impresión que como siempre me dijo Máximo, todo un hombre de negocios, con un impresionante historial. Dejé un beso en la tarjeta, la aparté mirando hacia mi entrenador. Le hice seña que me dejara sola.

Entrenador: Tienes 20 min para calentar.

Asentí con la cabeza, me puse de pie cuando él estaba por salir, me apresuré tomando su mano, él miró hacia el agarre.

Wellia: Por favor Francis, no le digas nada a Willow ni mi madre. Faltan 3 meses para mi mayoría de edad. Seré quien se los diga a mi manera.

Entrenador: Es mayor que tú. Ese hombre es…

Puse mi dedo índice sobre sus labios, junté mis manos en forma de súplica haciendo un buen puchero, no quería que me arruinara la noche.

Entrenador: De acuerdo, pero piensa siempre las cosas antes de acceder a ese hombre.

Me puse de puntillas dando un beso en su mejilla, él sonrió negando con la cabeza, pasó su mano sobre mi mejilla mirando con mucho cariño.

Entrenador: Te conozco desde los 3 años, he visto tu evolución y como has madurado conforme pasa el tiempo. Esta noche lo tienes todo para ganar y ser la acreedora de esa plaza para ser la numero uno en gimnasia artística. El listón es tu fuerte.

Mordí mi labio inferior, di unos cuantos brinquitos de la emoción, claro que sabía que esa plaza era mía, tanto esfuerzo de mi hermana y mi madre juntas para que mi sueño se cumpla por fin.

Wellia: No te voy a defraudar.

Entrenador: Hazlo por tu madre y tu hermana.

Wellia: el… amm. El palco principal, ya ¿está ocupado?

Rodó los ojos negando con la cabeza, sostuvo la perilla de la puerta mirándome casi molesto por saber que lo había pedido para mi novio Máximo y sus escoltas que siempre lo acompañaban donde fueran.

Entrenador: Si, ya está ocupado. Pero si no querías que tu madre ni Willow se enteren ¿para que lo invitaste?

Wellia: él tiene derecho de ver mis triunfos, conozco los de él. Una pareja que se ama, se cuidan mutuamente, se apoyan.

Entrenador: Wellia, no te hagas ilusiones, ese hombre debe estar con familia, casado, que sé yo.

Negué con la cabeza pasando de sus palabras, me di la media vuelta volviendo al tocador, dejé la tarjeta mirando hacia él.

Wellia: Es soltero.

Entrenador: De seguro eso te ha hecho creer.

Wellia: No, he ido a su casa, es grande y enorme, es como la que tenía mi padre antes de fallecer. Así que no hay nada que me oculte.

Asintió con la cabeza cerrando la puerta. Rodé los ojos, no me agradaba mucho que Francis me dijera cosas malas siempre de Máximo, él era todo para mi, no me importaba si sus negocios no eran lo que todo mundo espera, pero es algo que me hizo saber desde un principio y lo apoyé.

Miré hacia la tarjeta tomándola, la volteé empezando a leer.

“Te deseo lo mejor mi hermosa, hoy quiero que te luzcas para mi… Espero mi premio, ese único premio que puedes ser tú”

Movía mis piernas de tanta felicidad, como siempre tan lindo y tan único, claro que tenía que ganar y que valga la pena este esfuerzo que tengo para demostrarle que no hay mejor que yo en su vida. Soy la única que lo puede hacer feliz, tanto como él a mí.

Mi móvil empezó a sonar. Lo tomé dejando un beso en la pantalla, tomé la llamada.

Llamada:

- Máximo.

- Hola hermosa, ¿estas lista?

- Por supuesto. Más que lista.

- Quiero que me demuestres lo digna que eres en esta vida, claro que siempre y cuando ganes, te sabré premiar.

- Lo sé. No pienso perder, te lo voy a dedicar siempre a ti, todos mis triunfos te los debo a ti. Por cierto mi madre y mi hermana están.

- No Wellia, te dije que no es el momento, eres menor de edad y tu madre nunca aprobaría tener una relación con alguien ya formado. Sabes que la pérdida de mi esposa me dolió mucho, tengo dos hijas por quien ver. Tú madre nunca aceptaría que uno de los jefes de la mafia tenga por novia a su hija.

- Lo sé Máximo, sé que cuando asesinaron a tu esposa, tu mundo cambió tanto que vives para tus dos hijas y para mi. ¿cierto?

- Así es. Ahora tú eres mi cielo atrayendo las nubes de mis sueños. Te estaré mirando.

Mordí mi labio inferior, había terminado la llamada. Me puse de pie guardando la tarjeta en uno de los cajones del tocador no quería que nadie supiera nada de lo que me escribe Máximo.

Wellia: Lo amo lo amo. Soy su cielo que atrae la nube de sus sueños.

“PRIMERA LLAMADA… PRIMERA LLAMADA A LAS COMPETIDORAS”

Acomodé mi leotardo, sostuve mi listón que hacía a juego, me miré en el espejo, me había quedado perfecto, el regalo que Máximo me había dado para este día. Tenía mucho por demostrar, tanto que dejaría atrás a cada una de las concursantes.

Abrí la puerta viendo a todas que iban de un lado y del otro, mi entrenador estaba con otra chica del equipo, claro que ellas forman un equipo mientras las principales su participación son individuales.

Navin: Wellia… tú irás de segundo frente a la Polaca.

Miré hacia mi entrenador, él daba las instrucciones a todas que estarían participando en todo el evento.

Entrenador: Salgan con la mejor actitud.

Todas: Si entrenador.

Cada una iba tomando su instrumento, cuando sentí que me sostuvieron del brazo, el entrenador me jalaba de una manera un poco brusco apartándome hacia otro lado…

Entrenador: Wellia, cuando me dijiste que si estaba ocupado el palco principal, pensé que hablabas de tu familia, Willow, tu madre.

Wellia: Y Darío el novio de Willow, ¿eso que?

Me empujó un poco hacia una parte donde se podía ver el palco principal, sonreía al ver a Máximo que como siempre andaba muy bien acompañado de sus hombres, se veía tan varonil, tan guapo.

Entrenador: Pusiste a ese hombre en vez que a tu familia.

Wellia: Mi madre estaría en casa, Willow trabajando, ¿Qué querías que hiciera? NO ME CONFIRMARON…

Mantenía la mirada en Francis, negó con la cabeza levantando la mirada captando que todos nos miraban de una manera entendiendo que no debía haberlo hecho. Me zafé de su agarre, noté que Máximo se había dado cuenta de la manera que me estaba tratando, hizo señal a uno de sus hombres apuntando hacia donde me encontraba.

Entrenador: ¿Qué es lo que haces Wellia?

Wellia: No deberías meterte en lo que no te importa, mi novio vio como me estás tratando. Lo vas a pagar muy caro…

Me solté de su agarre, no tenía por que tratarme de esta manera, el hombre llegó hacia donde estaba.

Hombre: Señorita.

Wellia: Tengo una competencia.

Pasé del saludo de su hombre desafiando a mi entrenador. Que no vuelva a poner una sola mano encima en mi, por que no vivirá para contarlo.

“SEGUNDA LLAMADA… SEGUNDA LLAMADA PARA LAS COMPETIDORAS”

Me fui con las demás de mis compañeras, no le quitaba la mirada al hombre que estaba junto a Francis, parecía que no lo dejaría que se nos acercara, caminaba pero el hombre le impedía el paso. ¿ahora que se sentía?

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Wellia Zanetti