Cautiva por la Mafia.

Matteo.

Es tarde, salgo de la discoteca, hoy estoy agotado, solo quiero ir a casa a darme una ducha 🛁 e irme a la cama 🛌 He dejado a Luca y Ravi que se encarguen de todo, llego a casa y abro la puerta del dormitorio despacio, quizás Stella esté dispuesta a pegarme pero no, la veo durmiendo 😴, voy directo al baño y me doy una ducha 🚿 rápidamente, cojo un bóxer y me lo pongo, no duermo con ropa y no es ahora cuando voy a empezar, la veo tumbada acurrucada, debe tener frío, cojo la manta y la tapo buona notte (buenas noches) mia moglie (mi mujer) la besa en la frente y me tumbo a dormir que estoy cansado, el sueño llega rápido.

Otro día.

Stella.

Me despierto y miro a la ventana y veo que ya es de día, de repente me viene a la mente todo lo que pasé ayer con ese cabrón, recuerdo que estoy en su habitación en su cama 🛌 y lo siguiente que recuerdo es que hay alguien en la cama conmigo,Miro a un lado y veo al miserable durmiendo 😴 me encojo y me pongo la mano en el cuello recordando el mordisco que me dio, si pudiera lo mataría pero seguro que me matarían en cuanto se enteraran sus guardias de seguridad, lo miro, como un hombre tan guapo es capaz de tanta maldad y crueldad, como puede apoderarse así de la vida de las personas.

Matteo: Vas a seguir mirándome así, si sigues te juro que no me resistiré.

Me acuso a mí mismo.

Stella: No estaba mirando.

Matteo: Puedes decir que soy guapa, lo sé.

Matteo.

Stella: Tú... tú eres muy arrogante.

Matteo: Lo sé, puedo serlo.

Se levanta y está solo en calzoncillos, cuando lo veo así, cubro mis ojos.

Stella: Tú... ¿no tienes ropa?

Matteo: Sí, pero me gusta dormir así, puedes acostumbrarte o incluso dormir desnuda, es mejor.

Aún con las manos en los ojos.

Stella: Eres un pervertido.

Matteo.

Stella despierta y me mira, esa mujer no me mira de esa manera sin que yo pierda el mínimo control que me queda, ella es muy enérgica por las mañanas, y eso es bueno para mí. Me resulta gracioso cuando me levanto y ella me ve en calzoncillos y se tapa los ojos avergonzada. Dónde estabas que no te encontré antes, pareces una chica indefensa pero te conviertes en una fiera en un instante.

Stella: Eres un pervertido.

Me divierte. Subo a la cama y me arrastro hacia ella, llego muy cerca de su oído y ella sigue con los ojos tapados.

Matteo: No has visto nada, iré a ducharme.

Le beso la frente y salgo de la cama en dirección al baño.

Stella.

Me estremezco cuando siento que se sube a la cama sobre mí, siento su presencia, su olor a whisky con menta, su respiración. Se acerca a mi oído y me dice: "No has visto nada". No vi y no quiero ver. Tengo que salir de aquí, huir de él. Me sorprendo cuando me besa la frente y se va. Oigo la puerta del baño cerrarse. ¿Qué fue eso?, me pregunto confundida. Necesito encontrar una forma de salir de aquí, la señora Frantesca debe estar preocupada de que no haya regresado anoche y mis padres... ¿habrá hecho algo con ellos? En eso, él sale del baño envuelto en una toalla y, Dios mío, si no fuera todo lo que he oído que es, no lo pensaría dos veces: es un hombre guapo de mierda.

Matteo: Ve a ducharte para desayunar ☕.

Stella: No tengo ropa aquí y no sé dónde está mi bolso.

Matteo: ¿No eres curiosa en absoluto? Hay varias prendas femeninas en el armario.

Stella: No voy a usar la ropa de otra mujer.

Matteo: No hay otra mujer, esas prendas son tuyas, las mandé traer. Son nuevas, si no te gustan, cámbialas.

Stella: Pero, ¿cómo sabías mi talla?

Matteo: Stella, creo que aún no te has dado cuenta, sé todo de ti, desde el día que naciste hasta ayer cuando entraste a esta casa. Sé incluso que tuviste un novio en la secundaria y terminaron porque él se fue a estudiar fuera. Ahora ve a tomar tu ducha y te espero abajo para el desayuno.

Él se dirige al armario y antes de que pueda pensar en regresar, me apresuro hacia el baño y cierro la puerta con llave. Dios mío, estoy en un gran problema.

Tomo mi ducha y me envuelvo en una toalla. Abro la puerta despacio y miro, creo que él ya no está aquí. Salgo de puntillas y gracias a Dios no está. Voy al armario y al abrir los cajones veo varias prendas íntimas, algunas demasiado sexys, ni muerta usaría eso. También hay unas muy bonitas y de buen gusto. Miro las prendas, todas elegantes, deben haber costado mucho dinero, ni quiero pensar en cómo él consigue todo esto. Me visto y estoy lista para salir por esa puerta 🚪.

Stella.

Abro la puerta y miro a mi alrededor, hay un pasillo enorme con varias puertas, esta es la última, con tantas habitaciones él tenía que ponerme en la suya, bajo las escaleras y me encuentro con una sala enorme y veo a una señora acercándose hacia mí.

Señora: Buenos días, señora, me llamo Ana y soy la gobernanta del señor Ferrari, le gustaría acompañarme a la mesa, el señor la espera para el desayuno ☕.

Stella: Gracias, pero no es necesario que me llame señora, solo Stella, por favor.

Ana: Sí, sígame.

Sigo a la señora a través de la sala y entro en otra habitación con una mesa de desayuno maravillosa.

Matteo: ¿Tienes hambre, mia ragazza (mi niña)?

La señora tira de una silla y me siento, realmente tengo hambre, salí del café ayer sin comer nada y él me encerró en esa maldita habitación.

Matteo: Come lo que quieras.

Stella: Me gustaría saber dónde está mi bolso.

Matteo: Está en la sala, pero tu celular está confiscado por ahora.

Stella: No puedes hacer eso, lo necesito.

Matteo: ¿Para qué? ¿Para llamar a tus padres? No te preocupes, están bien.

Stella: ¿Qué les hiciste?

Matteo: Están bien, ahora come.

Stella: Necesito avisar a la señora Frantesca, debe estar preocupada por mí.

Matteo: No te preocupes, Luca ya fue allá y trajo tus cosas, le di una buena compensación por cuidar de ti, no te preocupes, ya está informada y también está invitada a nuestra boda.

Stella: ¡No me voy a casar contigo!

Matteo: Si quieres volver a ver a tu familia, lo harás.

Stella: Eres un monstruo.

Matteo: Gracias por el cumplido, ahora come, o te obligaré a comer.

Hijo de puta, cojo un pastel y un café ☕.

Matteo: Muy bien, come y luego discutiremos los detalles de la boda.