Continuación de la historia "Una vida llena de misterios y fantasías".
Feng Bao-Liang una pequeña princesa fue bendecida por un misterioso ser sobrenatural que los hombres apodaron el "Gran Dios Fénix". Y así un pequeño pueblo se convirtió en un gran imperio, abasteciendo a los ciudadanos de toda la fertilidad de la tierra.
pero...¿Por qué? nadie lo sabía...
Cuando la princesa nació, el gran fénix se presentó y la nombró como tesoro imperial.
El tiempo pasó y la princesa creció junto a su hermano mayor.
Todo parecía ir de maravilla hasta que la guerra se desató; entonces las cosas cambiaron...la vida de la pequeña princesa cambió completamente.
Ahora ella debe proteger a su imperio, buscar el porqué ese fénix la cuida y le enseña a controlar su maná espiritual sin pedir nada a cambio...¿Logrará Bao-Liang encontrar respuestas antes de lo inevitable? Porque después de todo un destino cruel le espera..
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Capítulo 1: Así lo cuentan las leyendas...
Así lo cuentan las leyendas, cuando el mundo había sido invadido y sumido por las guerras interminables, la codicia, la ambición y la hambruna; un grupo de hombres se levantaron entre esa oscuridad pidiendo justicia, paz y libertad para sus familias. Desertaron ante los imperios y se refugiaron en un lugar lejano comprometidos a vivir en paz.
Ajenos a lo que sucedía en el exterior empezaron a construir lo que sería su nuevo hogar, tomaron como líder al hombre que arriesgó su vida por ir en contra de la corona para sacarlos de ese lugar sombrío.
Pronto con el trabajo en equipo lograron construir su aldea, un lugar apartado, pero seguro entre las montañas en donde la tierra era fértil y el agua abundante.
En aquella pequeña aldea la alegría y la paz comenzó a verse en los rostros de los niños y padres que con entusiasmo cada día trabajaban la tierra para cultivar su alimentos, las madres felices realizaban su quehacer. Por fin estaban en un ambiente libre de hostilidad y golpes. El primer invierno fue difícil, los alimentos se escasearon y otros se echaron a perder lo que dificultó la supervivencia, pero aún así se mantuvieron unidos y la primavera próxima llegó a la aldea, otros refugiados de la guerra y así el pequeño lugar poco a poco empezaba a crecer aunque el asunto de los alimentos escaseados en los inviernos seguía sin resolverse y cada vez era una cuestión de vida o muerte.
Un día como cualquiera en la aldea apareció un hombre de mayor edad, apodándose a si mismo como el guardián del fénix. Aquel hombre pasó algunos años con ellos enseñándoles como conservar alimentos y no volver a sufrir por ello, además de instales a aprender a leer y escribir. Con el tiempo las historias que el anciano les contaba sobre un poderoso Dios tomando forma de fénix empezó a causar efecto en todos, quienes comenzaron a creer y tener fé en ese ser divino.
Los días con la ayuda y acompañamiento del anciano, la vida parecía cobrar un objetivo tanto para los aldeanos como para el líder: Mantener a todos protegidos, a salvo y felices. Un mundo sin guerras, sin hambre y sin esclavitud.
El tiempo voló y un día el anciano se despidió y siguió su camino, los aldeanos agradecidos con él lo despidieron entre lágrimas y risas. La primavera siguiente lo esperaron en la misma cascada en donde lo habían conocido por primera vez, estaban ansiosos por verlo nuevamente sin embargo el hombre no apareció, hicieron lo mismo en la siguiente primavera y al menos por 5 años.... pero nada, el anciano había desaparecido por completo, como si se hubiera esfumado y la esperanza de volver a verlo se mantuvo. Levantaron un pequeño altar para el Dios fénix en donde todos las noches oraban por la salud y bienestar del hombre que los ayudó en sus momentos difíciles. No olvidaron sus enseñanzas y una más en concreto: "Ustedes han sido elegidos por nuestra señora".
No obstante unos años más tarde un grupo de soldados errantes y desertores encontraron en su huida hacia las montañas la aldea, aún con sus armas decidieron acedear el pueblo y obligar a los pueblerinos seguir sus órdenes. Y así como lo habían planeado lo hicieron, frente a los ojos del líder capturado comenzaron a asesinar a hombres sin compasión alguna. Frente a esta nueva realidad el líder de la aldea no supo que hacer más que pedir que oraran al Dios fénix. Las plegarias de los aldeanos comenzaron a resonar y los soldados simplemente reían a carcajadas pensando que eran estúpidos por creer en una superstición.
De un momento a otro el cielo se oscureció y rayos de luz carmesí aparecieron entre las oscuras nubes. Los soldados algo temerosos pero intentando hacer creer que no temían a nada comenzaron a matar a los niños sin piedad.
Un canto poderoso pareció emerger entre el cielo y la tierra dejando conmocionados a los hombres y dando esperanza a los aldeanos.
Un revoloteo se escuchó y pronto unas grandes alas aparecieron dejando ver a un animal tan majestuoso que irradiaba poder y autoridad al mismo tiempo. Los soldados dejaron caer sus armas del miedo y se quedaron congelados en su lugar, el mundo pareció detenerse en ese momento.
Aquella bella y poderosa ave, era la que tantas veces habían escuchado del anciano y en ese momento cobraba vida frente a sus ojos. Sus plumas de un color rojo brillante, una larga cola y una cresta que adornaba su cabeza haciendo lo ver como un verdadero ser divino, aquel era el poderoso Dios tomando forma de un fénix.
La ave agitó levemente sus alas y destellos de energía volaron en dirección a los hombres y niños sin vida devolviendoles la vitalidad. Una espada apareció y atacó al soldado que mantenía fugitivo al líder quien por fin fue liberado. Todos los aldeanos se arrodillaron y mostraron respeto ante el ave y este habló con una voz profunda: "No olviden su objetivo principal, sean humildes y amables con los forasteros, pero si ellos se atreven a atacar...no muestren compasión"
La espada cortó el cuello del soldado y los otros reaccionaron huyendo despavoridos. Antes de perseguirlos, el fénix dejó un mensaje más: "Son el pueblo, el reino e imperio elegido; un día el tesoro del fénix nacerá en su nación bajo el nombre de princesa, vivan una buena vida y no olviden la paz en ese entonces.
El gran ave desapareció entre las nubes dejando desconcertados a los aldeanos y con dudas de lo que significaba aquello.
Por otro lado, los soldados fueron sometidos a una prueba. Morir saltando por el acantilado o tener el honor de morir bajo la espada del ser inmortal, algunos eligieron acabar con su vida y otros se lanzaron acabando así con el peligro que se atrevió a lastimar a la aldea bendecida.
Desde entonces los aldeanos vivieron enseñando y recordando a sus hijos o nietos lo que había sucedido en ese entonces, todo quedó como una leyenda recordada por las generaciones nuevas. Y tal como lo había predicho aquel Dios, pasaron de ser aldea, a reino y en un momento llegaron a imperio. Los hijos de los primeros líderes de la aldea siguieron gobernando. Los estados respetaban al imperio y a la dinastía Feng que estaba en el trono, la población no sufría de hambre ni de pobreza, todo parecía en paz. Grandes y chicos, tenían derecho a la escuela, a una buena vida, un trabajo estable y un hogar digno. Todos contribuían al crecimiento del imperio.
La noticia de un imperio lleno de oro, alimento y armas llegó a oídos de otros imperios, cegados por la codicia decidieron atacar y dividir en partes iguales aquella población porque no importaba que estado fuera habían abundancia de todo.
La llegada de un emperador al imperio Feng fue bien recibido, este iba con excusa de firmar un tratado de libre comercio entre ambos imperios. Pocos meses pasaron para que los demás hombres atacaran con su ejército las fronteras del imperio Feng. Estos respondieron con otro ataque ya que el emperador Feng no pensaba dejar que aquellos forasteros invadieran su imperio y lastimaran a inocentes.
Una gran batalla se libró siendo los forasteros con más soldados, pero esto no impidió que el ejército bajo el distintivo nombre de Fènghuáng Wèi (guardia fénix) tomara la ventaja, teniendo soldados de elite con gran potencial, fuerza y agilidad en el campo de batalla además de la fé que tenían sobre al Dios fénix. Los ejércitos forasteros fueron testigos de como el fuego arrasaba con sus soldados y la sombra de una gran ave sobre el cielo apoyando al ejército del imperio Feng, al finalizar el día fueron derrotados y los vencedores entraron a los imperios extranjeros sin lastimar a ningún inocente, los cansilleres y ministros se rindieron.
El imperio Feng creció aún más y la paz siguió reinando al igual que la justicia.
La descendencia de los Feng siguió creciendo y manteniendose en el poder, rigiendo con rectitud, justicia y siempre recordando la paz para los estados.
Pasado los años cuando un hijo de la familia Feng subió al trono, tomó como esposa a una gran general de su ejército. Poco tiempo después la emperatriz dio a luz su primer hijo, este fue anunciado como el heredero directo al trono. Dos años más tarde nació una princesa, en ese momento el canto poderoso del fénix volvió a escucharse después de años, el ave declaró a la princesa como el "tesoro imperial" una pequeña que traería consigo protección, paz y abundancia al imperio después de una guerra que se acercaba.