Mi Cruel Amor

Una llamada fue suficiente para acabar con todo lo que era importante para mí, esas terribles palabras son las que rompieron todo mi mundo.

"Señora lamentamos informarle que su hijo está muerto, no pudimos hacer nada para salvarlo".

El accidente fue realmente grande y no se pudo hacer nada para cuando su hijo llegó al hospital ya había muerto.

Me informaron después de haber llegado al hospital tras recibir la noticia de que había habido un accidente en donde mi hijo había sido una de las víctimas.

Necesitamos que reconozca el cuerpo del niño para proceder con los requisitos legales y poder entregarle el cuerpo de su hijo.

El forense trataba de explicarme, sin embargo, yo no podía procesar lo que me estaban diciendo.

Lo único que se repetía en mi cabeza una y otra vez son las palabras de "su hijo está muerto".

No era posible, mi hijo no podía estar muerto, caminé guiada por el hombre que en mi vida había dado la peor noticia, lo seguí, ni siquiera pude saber o sentir como si fuera una polilla siguiendo la luz.

Me guio a un cuarto donde había una mesa y encima de ella había algo tapado con una sábana.

La misma persona que me había llevado se encargó de destapar el rostro del cuerpo que yacía encima de la mesa.

Ahí estaba, el rostro pequeño y dulce de un inocente sin ningún signo de vida.

Pero al mismo tiempo parecía que solamente estaba dormido, parecía que en cualquier momento abriría sus ojos.

Me quedé ahí mirándolo sin poder creer que la pequeña persona que estaba acostada sin vida era la misma que apenas unas horas se había despedido de mi deseando un buen día.

En la morgue había varias habitaciones donde los familiares podrían reconocer a sus difuntos, por lo tanto, sin importar cuánto tiempo pasaba nadie me iba a sacar de ahí.

Pace un buen rato ahí tal vez cerca de una hora o tal vez más, sin embargo, el tiempo pasó relativamente lento para mí.

Porque lo que sentía, era un dolor que presionaba mi corazón al saber que mi hijo jamás volvería a abrir sus ojos.

Y todo lo que pensaba era en como un niño inocente podría morir sin poder ver el mundo.

De repente oí las palabras " A ese niño le quitaron el corazón para ponérselo a otro" .

Estas palabras llaman mi atención de alguna forma mi mente se despejó de la bruma de dolor que sentía.

Por qué lo hicieron dijo otra persona.

Le ordenó su propio padre para salvar a su otro hijo dijo la otra.

Justo ahora están terminando la operación de trasplante de corazón.

Así y como se llama el hombre capaz de hacer tal aberración.

Alejandro Rivera.

Que es en serio, no creo,

Y por que no puedes creerlo.

Alejandro Rivera es mi ídolo así que no puedo creer que haya sido capaz de hacer tal cosa, pues créelo lo hizo dijo otra persona.

Estás personas que habían estado hablando indiscriminadamente pensando que estaban solos.

No imaginaron que alguien escuchara habían sido los que había participado en el proceso de sustracción del corazón, lo había hecho porque les ofrecieron una gran suma, además jamás imaginaron que yo escucharía y de no ser que estába enterada del estado de salud del otro hijo de mi esposo tal vez solo sería una simple charla.

Jamás pensaron que alguien las estaba escuchando y que ese alguien era la madre del niño al que habían asesinado.

Andrea quito la sábana del cuerpo de su hijo y vio una sutura que se extendía en medio de su pecho no lo pensó mucho busco algo con lo que pudiera cortar las suturas ya al encontrarlo sin pensarlo abrió el pecho de su hijo y metió las manos tratando de encontrar algo.

Pero el pecho de su hijo estaba vacío cuando procese lo que habían dicho esas personas no lo podía creer.

Pero a la vista de que el corazón de su pequeño hijo no estaba ahí, ahora sabía lo cruel que ese hombre podía ser.

Ese hombre era un monstruo pero de que se asombra, si él jamás aceptó su paternidad, el niño llevaba sus apellidos pero jamás lo trató como su propio hijo.

Sin embargo lo trataba como si no fuera su hijo, pero aún así como pudo hacerle daño a un ser inocente.

Es algo que no puedo ni quiero entender, las personas que estaban hablando se fueron alejando poco a poco hasta que sus voces solo fueron un murmullo al viento.

El doctor que me había guiado hasta aquí regresó y cuando entro lo que traía en sus manos cayó al piso no creyendo lo que veían sus ojos.

Doctor: Un bisturí estaba en las manos de esa mujer y el niño en la mesa tenía el pecho abierto.

Pero qué demonios es lo que está haciendo grito totalmente sobresaltado.

Andrea: Giro su rostro y con una voz que no reconoció como suya de tanto reprimir el gritó te quería salir, paso en su garganta, preguntó.

Dónde está el corazón de mi bebé?.

El doctor se sorprendió por la pregunta pero tomó un registro de algún lado y procedió a revisarlo

Aquí está la orden de donación de órganos.

Su hijo tuvo una muerte cerebral por lo tanto ya no se pudo hacer nada.

Quién autorizó esa orden pregunto.

O aquí está, lo hizo usted mire aquí está su firma.

Si era mi firma pero ya jamás había firmado, sin embargo, cuando vi las letras escritas se dio cuenta que la firma podía ser suya aunque jamás haya tocado el documento.

La orden había sido falsificada y al parecer a Alejandro no le importaba que se diera cuenta que él lo había hecho puesto que la letra era suya.

El hombre que ha amado hasta ahora, mató a su propio hijo para salvar al bastardo de otra.

Acaso es esto una broma, porque sí lo es, es la más bizarra que jamás había escuchado.

Y fue ese, el momento exacto en que todo el amor que alguna vez pudo tener hacia ese hombre se convirtió en un odio tan grande que no cambia en su pecho.

Y ahí frente a su hijo se prometió que jamás lo perdonaría y que lo haría vivir en el mismo infierno en el que ahora ella ya estaba.

Una sonrisa tétrica salió de ella prepárate Alejandro Rivera.

No sabes lo que a ti y a esa zorra les espera.

Incluso ese niño también tendrá su parte solo por tener el corazón de mi hijo no le quitaré la vida porque esa no le pertenece pero tendrá que pagar el precio de una o de otra forma, lo juro...