Ingrid fue menospreciada por sus padres por ser mujer, es obligada a casarse con el Duque Ibars con el cual tendrá un hijo, al descubrir el gaño de este decide separarse y vivir con quien fue su primer amor, sin saber que caería en una trampa, tras ser asesinada junto a su hijo tiene la oportunidad de volver 3 años atrás de los sucesos que llevan a su muerte ¿logrará cambiar su destino?
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Plan
Ingrid es hija del Barón Amaro Funes y su esposa Elizabeth, al ser un matrimonio por conveniencia el nacimiento de Ingrid fue una decepción para su padre por ser mujer y no tener un primogénito varón que pueda asumir y heredar su título, por lo cual, siguieron intentando tener un hijo sin lograrlo durante años, cuando Elizabeth por fin puedo quedar embarazada nuevamente y dio a luz un varón su atención se centró en Arián, mientras que Amaro aunque invirtió en la educación de Ingrid siempre la menosprecio solo esperaba que cumpla 16 años para que pueda hacer su debut dentro de la sociedad y conseguirle un buen pretendiente.
- Quiero que este día Ingrid impresione a la sociedad y que consiga un pretendiente hoy ¿lo entiendes verdad? – cuestiona Amaro.
- Lo entiendo, estuve averiguando y los príncipes ya se encuentran comprometidos, pero… - Elizabeth es interrumpida.
- No quiero que se entrometa en el compromiso de los príncipes.
- Podría tener uno de los estatus más altos.
- No piensas en los rumores que habrá y como mi apellido será manchado, dirán que es una cualquiera que se metió en medio de una relación, nadie la respetara porque las prometidas son princesas de reinos poderosos.
- No lo había pensado.
- Lo sé, nunca piensas – Elizabeth se molesta por el comentario.
- Entonces el duque seria la opción.
- Dicen que es un muchacho complicado, tal vez pueda manipularlo como sus padres han muerto me podría servir, hazlo. Ten cuidado porque si llegan a descubrir que le darás un afrodisíaco no dudare en hacerte responsable de los hechos.
- Si lo llegan a descubrir diremos que fue Ingrid la que planeo todo.
- No, mi hija podría servirme para hacer un buen negocio, en cambio tú ni para darme hijos sirves. Ahora retírate y asegúrate de que Ingrid este vestida de forma apropiada para la ocasión, no quiero ni un error, entre todas las debutantes de hoy ella debe ser el centro de atención.
Elizabeth se retiró de inmediato del despacho molesta por los comentarios que hizo su esposo, tenía que ir hablar con Ingrid por lo que fue a su habitación donde ingreso sin tocar la puerta y la encontró leyendo.
- No entiendo porque pierdes el tiempo de esa manera – Ingrid al escuchar a su madre enseguida se pone de pie y le hace una reverencia -, para lo único que una mujer sirve es para ser madre, recuerda que tu opinión no importa, solo debes hacer lo que tu esposo te pida, si por lo menos fueras más bella no tendría que hacer nada, pero tu cabello blanco tan común y ordinario como el de tu padre, si por lo menos hubieras sacado algo de mí, como mi Arián que tiene el cabello rosa como el mío destaca entre la multitud – Elizabeth se topa el cabello -, te traerán el vestido que escogí en un momento junto a todos los accesorios correspondientes, hoy conseguirás un esposo, no cualquier esposo un buen candidato, por lo menos debes ser una buena transacción, no quiero que causes inconvenientes.
- Haré todo lo que me pida madre – Ingrid agacha la cabeza.
- Es tu obligación, haz todo lo que te digan las criadas.
- Si madre – Elizabeth se va de la habitación sin mencionar nada más.
Al atardecer Ingrid estaba lista para ir al palacio hacer su debut, toda la familia Funes iría en el mismo carruaje para aparentar que eran una familia unida y feliz, al llegar y ser anunciados Elizabeth ingresa junto a su hijo al salón, mientras que Ingrid es acompañada de su padre, enseguida llama la atención de varios nobles quienes deciden esperar la llegada del resto de debutantes, ya que, para ellos Ingrid podía ser hermosa; sin embargo, era la hija de un Barón y el estatus es importante.
Durante la celebración Elizabeth estaba atenta de las acciones de su hija, vio que podía desenvolverse con facilidad en el evento, además de que aparentemente estableció una buena conversación con las señoritas de su edad, en cuanto se percató de la presencia del Duque Dariel la aparto del grupo en el que se encontraba para buscar una oportunidad de acercarlos.
- Primo – el príncipe heredero Nicolás se acerca abrazar a Dariel -, pensé que esta clase de eventos te aburrían.
- No son de mi interés y deberías comportarte adecuadamente – responde Dariel.
- Pensé que estabas buscando una señorita para comprometerte.
- Mis tíos me obligaron a venir, quieren que me case y no este solo.
- Mis padres a veces son muy abrumadores, sabes que desean que no estés solo desde la muerte de tus padres.
- Claro y una de estas damas debe ser la adecuada - responde con sarcasmo.
- Míralas, no quieres que sus padres puedan aprovecharse de tu posición verdad, entonces tengo a la candidata perfecta, una señorita hermosa que ha sido elogiada en este debut.
- Te recuerdo que estas comprometido.
- Estar comprometido no me convierte en ciego, es la hija del Barón Funes y justo viene hacia nosotros con su madre, sonríe – Dariel ve como se acerca Ingrid junto a su madre mantiene su rostro serio -, así ninguna mujer querrá conocerte.
- Elizabeth: príncipe, duque – hace una reverencia junto a Ingrid -, es un honor para nosotras verlos, vinimos a ofrecerles unas bebidas – hace una seña para que el sirviente se acerque con las bebidas.
- Dariel: lo siento, tendré que rechazar su ofrecimiento, no estoy acostumbrado a este tipo de bebidas.
- Ingrid: duque – sonríe -, hoy estoy haciendo mi debut y tal vez sea la única oportunidad que tenga de compartir una bebida con usted, para mi seria grato que bebamos, aunque sea un sorbo pequeño como festejo de este día que no se volverá a repetir.
- Dariel: señorita – es interrumpido.
- Nicolás: entonces brindaremos por su debut – toma una copa y se la da a Dariel, quien la toma de mala gana.
- Ingrid: gracias príncipe, usted es la luz del imperio – sonríe y agarran sus copas.
- Nicolás: que este día sea el comienzo de una vida feliz y prospera para la señorita - toman las bebidas, Dariel tomo un sorbo y devuelve la copa.
- Dariel: permiso tenemos asuntos que tratar – se retira junto a Nicolás.
- Elizabeth: ahora hay que esperar.
- Ingrid: madre.
- Elizabeth: no te separes de mi lado y sigue sonriendo.
Desde ese momento Elizabeth y Amaro están pendientes del Duque percatándose de que se acerca un grupo de hombres a él y Nicolás seguramente para hablar de negocios luego de unos minutos Dariel se retira del lugar y Elizabeth va tras él junto a su hija de forma discreta.
- Madre – menciona con dificultad Ingrid -, me siento mal, tengo mucho calor.
- No te preocupes, pronto te encontraras bien – la toma de la mano y la jala.
Al seguir al Duque, Elizabeth se percata de que entra a una habitación, enseguida mete a su hija al mismo lugar y se queda unos minutos vigilando que nadie los moleste, después vuelve al salón junto a su esposo.
- Todo va de acuerdo al plan… - interroga Amaro.
- Si – Elizabeth sonríe -, esperemos un poco más.