Mi Adorado Tormento

_¿Ya Se enteraron? La niña de papi y mami, quien tiene los mejores autos, los bolsos más caros, ahora no tiene nada._

Hablo arrogantemente una chica que estaba en el grupo de chicos molesta do.

_¿No te casarías con ella, Grey?_

El chico siguió su camino sin decir nada, tenía cosas más importantes por qué preocuparse, que escuchar a sus amigos, bromear.

_ Qué te pasa, su esposa seré yo._

Lise hablo molesta, tomó el brazo y se fueron, dejando a una chica acorralada en los casilleros de la universidad, abrazada de su bolso, con sus lágrimas, bajar por sus mejillas, como se lo habían dicho esos chicos, su padre había perdido todo, ya no tendría nada de lo que le sobraba, lo que nadie sabía, era que ella odiaba esa vida, por esa razón, las personas solo la querían por el dinero, ahora que no tenía nada, no valía nada. Sumergida en sus pensamientos se fue a casa, sin desearlo, pero no tenía de otra, era mejor que estar en medio de todos, escuchando como hablaban de ellos, de lo que pasaría con ellos, desde ese momento.

Al llegar a casa, solamente se escuchaban los gritos de sus padres, su madre le reclamaba no poder hacer nada bien, mientras su padre le decía que fue víctima de una estafa, todo eso le afectaba a la chica.

_¿No, no lo acepto, que van a decir mis amistades? No me quedaré aquí, siendo la burla de todos._

_¿Qué tratas decir, Marie.?_

Lucio desconocía a su esposa.

_Quiero el divorcio, lució, no seré más la esposa de alguien que no me dará nada._

Sus palabras fueron crueles, Eso era algo devastador para la chica, se sentía tan mal, se fue a su habitación y sentada sobre sus pies, lloraba como nunca lo había hecho, se metió a bañarse y sus lágrimas seguían, esa noche no ceno, no quería bajar y ver a sus padres discutir.

Al día siguiente se levantó y le pareció raro no escuchar nada, los empleados ya no estaban, al no querer ver a sus padres discutir, se fue a la universidad, pero fue peor, las bromas pesadas, los comentarios feos y un sin fin de cosas, hicieron que la chica no entrara, se fue nuevamente a casa y nuevamente estaba la casa sola.

_¡Mama!, ¡Papá!?_

Lety subió a la habitación de su padre y estaba tirado en el suelo.

_¡Papa!, ¡Papá!_

Leticia logró que despertara y eso la hizo respirar, pensó lo peor, pero solo estaba ebrio.

_ Tu madre me dejó, se fue, vendió sus cosas... No tenemos nada._

_No importa, papá, saldremos adelante juntos, te lo prometo._

El hombre se quedó en silencio, no podía mentirle a su hija, él ya no tenía fuerzas para continuar.

Una semana después

_Lety, prométeme, que nunca serás una mujer ambiciosa, que no amaras el dinero por encima de tu familia._

Hablo lució con tanta dificultad.

_Papá, solo Te prometo que seré una mujer Fuerte._

La cena terminó con una sonrisa de ambos, Lety asistía a sus clases, a pesar de todo lo que decían de ella, de recibir bullying, no se daba por vencida, pero todo cambió cuando recibió una llamada.

Sus cosas quedaron en el piso del pasillo, sus fuerzas no eran suficientes para correr y llegar al hospital donde estaba su padre muriendo.

_ Lo siento mucho, su padre murió..._ Esas palabras hicieron eco en su cabeza, El médico le mostró a la chica el tumor que tenía su padre, nunca le dijo nada a su hija, no quería preocuparla, sin pensar el daño que le estaba haciendo, sin pensar que la dejaría sola, solo tenía 18 años, justo la llamaron para decirle que debía sacar sus cosas de la mansión, sin tener un poco de esperanza, sin tener un motivo para seguir, sin saber cómo comunicarse con su madre, solo vagaba por las calles, sin rumbo, sin deseos de seguir viviendo en un mundo tan cruel, donde los que decían ser tus amigos, no lo eran.

Estaba por cruzar la calle, cuando fue alada por alguien, pero la chica estaba tan agotada, que se desmayó en los brazos del hombre que la salvo de ser atropellada.

_ Prepara todo, me la llevaré al extranjero._

_ Pero señor..._

El hombre le dio una mala mirada y el joven acepto hacer lo que su jefe le pedía.

_ Lo siento mucho, niña._

El hombre la observaba, sentía mucha tristeza por ella, se sentía culpable de algo que el no planeo, solo tenía la esperanza de poder remediar un poco el daño.

Al día siguiente, lety despertó un poco desorientada, hasta que un chico, vestido de traje y lentes, entró a la habitación de hospital donde se encontraba.

_ Buenos días, señorita, todo está listo para el funeral de su padre, también le entrego estos documentos._

Lety tomo la carpeta, saco su contenido y se sorprendió al ver su pasaporte, termino de revisar y era una oportunidad para estudiar diseño y modelaje en el extranjero, ese era su sueño, estaba un poco sorprendida y asustada a la vez.

_¿Quién es usted?_

_Soy el secretario de quien le está dando esta oportunidad, acepte, le aseguro que no tiene mala intención._ El joven salió y dejó a la chica sola, no sin antes, encender la televisión para que viera que no tenía nada que hacer en ese lugar, donde no tenía nada de ayuda y su madre no se atrevía aparecer para ayudarla.

Días después, en cualquier parte de Europa, Lety ya empezaba sus estudios, al principio sentía miedo, de que alguien le dijera algo, pero era como si no la conocían, literalmente, era una desconocida y eso la hizo sentir segura, se daba ánimos a sí mismo, daba su mejor esfuerzo, dispuesta a crecer y pagarle el favor a ese hombre misterioso, sin olvidar las palabras del secretario.

Flash

_ No se sienta en deuda nunca, tal vez algún día usted pueda ayudarlo._

_ Como lo haría, si no sé quién es._

_ Si él lo necesitará, yo mismo la buscaría._

El secretario habló con una sonrisa, solo lo decía para animarla, pero no creía que ella creciera tanto, como para ayudar a su jefe, pero lo que no sabía, era que esas palabras animaban a la chica a ser la mejor cada día, no se molestó en buscar amigos, en salir a divertirse, solo en estudiar y mejorar cada mínimo detalle, confiando en que algún día, sería una mujer empoderada, capaz de tener y obtener lo que quiera sin necesitar de nadie.

Fin del flash