"Amaya Dalys, única hija y heredera del Ducado Dalys es caprichosa y casi toda la nobleza la odia por ser una megalómana justificada"
Esa es la conclusión a la que llega la nueva Amaya Dalys, sin embargo, esto no es lo que realmente le causa problemas. Si no su irrompible matrimonio con el Marqués Axel Hackett.
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EL OLVIDO DEL PALACIO FRÍO
Toc, toc.
Tocaron otra vez la vieja puerta de Caoba y la que habitaba esa única y desolada habitación preguntó.
«¿Quién es?»
«Soy Lani, su excelencia»
«Adelante»
La sirvienta Lani entró y encontró a la princesa metida dentro de la cama mirando la única ventana que tenía en su cuarto.
«¿Cómo están las cosas en el palacio Imperial?»
«Sus majestades parecen realmente preocupados por la desaparecida princesa de citrino, a diferencia de los ministros que están bastante contentos. Están empezando a aceptar sobornos sin que sus majestades se den cuenta»
«Sigue desaparecida, pero no muerta»
«... Si»
«¿Qué noticias hay del Marqués Hackett?»
«Lo siento señorita, el Marqués Axel Hackett tampoco hizo ninguna señal de su existencia»
«Si Axel Hackett la mató, entonces cumplió su función»
«Tambien»
Dijo Lani entregando a la princesa un sobre.
«Es una carta de su padre, el Emperador de Atrom»
«Ya veo. Déjalo en la mesa, lo leeré cuando pueda»
«Si, también tengo otra noticia majestad»
«¿Qué?»
«Su hermano, el Duque Ian Divanos ha solicitado verla, el primer príncipe Noah ha dado su consentimiento»
Las pupilas de la princesa se dilataron sorprendida.
«¿Mi hermano, vendrá?
«Asi es, el Duque llegará en unos días y por ello hay muchas sirvientas preparando sus nuevos aposentos»
Ella frunció el ceño.
«Claro, ahora que viene mi hermano me dan aposentos, ¿Quieren que finja que no me tuvieron aquí desde que me casé?...»
Mordió su labio inferior con rabia y su mente estuvo ocupada con la existencia de la megalómana Amaya Dalys.
«Y todo es culpa de esa mujer, ¿Cómo demonios pueden consentirla tanto? Cómo sea, mientras esté desaparecida, me puedo conformar con eso»
***
Después de algunas horas, Lani volvió al Palacio Imperial, dónde escuchaba los cuchicheos de sus compañeras como de costumbre.
Pero...
«¿De verdad?»
«Sus majestades salieron hace mucho tiempo, ya deberían haber llegado al Ducado Dalys»
«Me preguntó si la princesa Amaya salvó a un Dios en su vida pasada para que tuviera la suerte de que sus majestades la amen tanto»
«¿Pero es verdad, digo, eso de que volvió a aparecer?»
Las pupilas de Lani se dilataron tanto que parecían puntos en sus ojos.
«Si, es muy seguro, la princesa de citrino ha vuelto acompañada de su esposo»
«¿No la odiaba?, ¿Cómo pudieron escapar juntos?»
«Tienes razón ¿Qué habrá pasado?»
«Ademas dicen que el Marqués está loco por ella»
«¿Cómo pueden decirlo si apenas volvieron?»
«Si, es imposible que ocurra algo así»
«jeje, ¿Se imaginan si fuera verdad?, sería muy divertido»
«No lo creo, además de los Duques y sus majestades, ¿Hay alguien más que le agrade la princesa de citrino?»
Ellas seguían hablando, pero Lani había soltado su canasta y salió corriendo del Palacio Imperial regresando al Palacio frío tan rápido como pudo, sin saber que la sombra de alguien notó su extraño comportamiento.
Los fríos de Brenda la habían fichado de inmediato.
[~¿A dónde corres pequeña?~]
Siguió en silencio a la sirvienta y fue realmente sencillo ver en primera fila como entró a una habitación con la puerta de Caoba, con un casi paranoico...
«¡¡Princesa!!»
«¿Lani?, ¿Qué haces aquí?, ¿No te habías ido?»
«¡Si, lo hice!, pero escuché algo muy malo majestad»
«¿Qué cosa?»
«¡La princesa de citrino ha regresado, junto al Marqués Axel Hackett!»
«¡¡¡¿Qué has dicho?!!!»
La princesa se notaba evidentemente furiosa.
«¿Estás segura Lani?»
«Si, las escuché y dicen que es seguro que regresó. Qué sus majestades fueron a verla al Ducado Dalys»
Lani muy preocupada preguntó:
«¿Qué hacemos?, ¿Envíamos más soldados a matarla?»
«Ya no se puede, los soldados imperiales de seguro ya la están resguardando por todo lado y lugar posible. Además, el segundo príncipe ha enviado guardias a vigilarme, algo sospecha. Pero no tiene pruebas»
La sirvienta se veía inquieta y su princesa estaba igual mordiéndose su uña.
[¿No podía volver cuando llegará mi hermano?, ¿Qué se supone que haga ahora para poder hablar con Noah?, si Amaya aparece otra vez, Noah no me escuchará, seguirá mirándome como si yo tuviera la culpa de todo y dejará ir a la odiosa de Amaya Dalys]
Se agarró la cabeza enojada.
«¿Por qué tuvieron que entregarme al príncipe heredero?, realmente, te odio papá»
***
«¡Amaya!»
Gritaron en conjunto los principes ni bien llegaron al Ducado Dalys entrando al invernadero.
Abrazaron a su querida prima sin importarles nada, la miraron de todos los ángulos posibles e incluso la tocaron un poco verificando que no estaba herida.
«Amaya, ¿Estás bien?»
«¿Tienes frío?»
«¿Necesitas un día entero de spa?»
«Fue muy traumático ¿Verdad?, te compraré lo que me pidas»
Mientras los príncipes decían cosas similares a eso, el Emperador notoriamente aliviado apuntó el filo de su espada a Axel.
«Marques Axel Hackett, ¿Cómo te atreviste a llevarte a mi querida sobrina?»
Ambos príncipes parecían perros guardianes abrazando a Amaya que se sentía abrumada por tanto afecto y sobreprotección..
Axel miró a los ojos del Emperador y respondió:
«En primer lugar, usted fué el que obligó a casarme con su amada sobrina. Ya somos marido y mujer, por lo tanto creo yo, que podemos ir de viaje a dónde se nos pegue la gana»
«¡No, claro que no!, Amaya es lo más precioso que tiene la familia imperial-»
«Basta hermano»
Declaró el Duque y el Emperador miró a su hermano menor que tenía los ojos cerrados.
«Pero Felipe, él secuestró a nuestra Amaya»
«El tiene razón Benedic, lo obligaste a casarse con Amaya a pesar que se negó muchas veces. Se rindió y acepto al final de tanta resistencia. Ahora son esposos, y ya no es nuestra total responsabilidad proteger a Amaya»
«¡¿Qué tonterías estás diciendo?!»
Los príncipes apoyaron a su padre sin dejar de resguardar a su querida Amaya.
«Tio, no puedes estar hablando en serio, Amaya es muy delicada, ¿Qué pasaba si se enfermaba y moría?»
«Tio, es de la seguridad de Amaya de la que estamos hablando»
Felipe se inclinó ante los príncipes, lo que los dejó confundidos ya que a pesar que mostraban este tipo de respeto frente a la sociedad, cuando estaban a solas, incluso el Duque Dalys regañaba a sus sobrinos sin consecuencias.
«Sus majestades, el Marqués sólo complació a su esposa en querer escapar»
«¡!»
«¡!»
«¡!»
«Asi que les pido, por favor escuchar lo que tiene que decir Amaya. Por supuesto, al igual que ustedes no confío del todo en el Marqués, pero confío en mi hija»
Los dos príncipes miraron atrás buscando ver los ojos de Amaya, pero ella ya no estaba detrás de ellos.
Sólo pudieron enojarse al verla entre los brazos del odioso Marqués.
«¡Oye!»
«¡¿En qué momento te la llevaste?!»
Axel apretó con un poco más de fuerza la cintura y cabeza de su esposa para pegarla lo más posible a su cuerpo.
«Lo siento sus majestades. Sé que son familia, pero sostuvieron por mucho tiempo a mi esposa, haha~, ciertamente, eso no me gustó mucho»
Él besó el cuello de su esposa.
«~Me pusieron celoso~»
Ellos obviamente se enojaron.
«!!Quita tus manos de encima!!»
«Axel»
Habló por fin Amaya que se sentía avergonzada en este momento y ahora más que los príncipes y su esposo se miraban como perros gruñendose.
Amaya no sabía que pensar de Axel exactamente, así que se preguntó muy nerviosa.
[¿Eres un muy buen actor o es que se los estás diciendo de verdad?, es tan difícil saber... Si es una actuación, "Te quiero dar un Óscar, eres muy bueno" y si es verdad "¡¿Acaso realmente estás celoso por eso?!"]
