11 Gabriel y Rafael

(5 Años después)

*Dos ángeles arriba de una azotea.*

-Que has averiguado asta el momento.

-Nada.

-No puedo creerlo ya llevamos cinco años en la tierra pero por alguna razón no podemos encontrar evidencia alguna de lo que esos demonios están tramando.

-Esto es un poco raro, ¿No te parece Gabriel?

-Ya lo creo Rafael, no queda más remedio que mezclarnos con los humanos.

-Sabes que los del alto mando nos reprenderán por eso.

-Tal vez tengas razón Gabriel, pero no tenemos otra forma de averiguar que es lo que está pasando en el inframundo.

-Mira Rafael, en esa escuela, aquella chica.

-Tienes razón es una de las que están poseídas.

Esta decidido Gabriel, iremos a esa escuela para obtener la información que hemos estado buscando, toma tu forma humana, estaremos ahí por un largo tiempo.

-De acuerdo Rafael.

*Ambos Ángeles tomaron la apariencia de dos hermanos gemelos de no más de 16 años, Cabello corto y rubio, ojos color azul claro, piel clara y el uniforme de la escuela a la que irían.

………………………

(Inframundo)

-Michelle.

*Entro Maximino corriendo a la oficina de Michelle.

-¿Qué puede ser tan importante que ni siquiera te tomaste la molestia de tocar la puerta.

*Arreglado unos papeles en el escritorio.*

-Es que está mañana nos llegó el reporte de que varios demonios han estado saliendo de está dimensión.

-¿Pero como es eso posible?

*Sin quitar los ojos de los papeles.*

-Al parecer los humanos últimamente están realizando un ritual, en el cual llaman al monstruo de debajo la cama.

-Hay veces que me pregunto por qué son tan tontos los humanos.

Y como es que varios lo estén haciendo al mismo tiempo.

-Desde que se hicieron populares las redes sociales, un sin número de rituales están siendo viralizados.

*Gesto de cansancio.*

-Los humanos solo están creando su propia destrucción.

*Michelle se quitó los lentes y masajeó ligeramente sus ojos, recargada en el respaldo de su silla.

-¿Y quien o quienes están detrás de todo esto?

-Al parecer uno de los demonios del infierno.

-Ya veo, entonces ese es problema de mi suegro no mío.

-Señora Michelle, el señor Satanás te lo encomendó a ti.

-Cielos, yo que apenas estaba decidiendo tener unas vacaciones.

*Gritos por el pasillo.*

-¡Mamá! Demian dice que soy muy torpe.

-¡Mamá! No es cierto, Richard es el que me está molestando.

*Richard y Demian entraron corriendo a la oficina de Michelle mientras que se empujaban entre ambos.

*Sorprendido.*

-¡Pero que grandes están!

-Si, Lucio me explico que entre más aprenden más crecen, pero que aún así es extraño, Lucio dice que él tardo más en llegar a la pubertad, y ellos en tan solo cinco años ya lo lograron, aunque se estancaron hay desde hace un año.

-Se nota que son tus hijos, realmente fueron muy inteligentes en aprender desde lo básico asta lo más difícil.

-Si, son muy inteligentes.

*Grito.*

-Ya basta, su abuelo está en problemas y ustedes me ayudarán a solucionar esto.

*Sorprendidos.*

-¿De verdad, Nosotros?

*Dijeron los dos al unísono.

Luego de que Michelle les dijera sobre lo que tenían que hacer, los dos aceptaron .

-Pero recuerden chicos, deben de trabajar en equipo, de acuerdo.

-Si madre.

-Si mamá.

-Eso son mis muchachos.

Entonces estense atentos y en cuanto escuchen este ritual, por favor atrapen al demonio que invoquen.

-Si Madre.

*Dijeron los dos al unísono.

…………………………….

(Escuela, preparatoria, Alarcón)

-Buenos días jóvenes, el día de hoy se integran dos nuevos estudiantes, ellos al igual que Ana y Sol, son gemelos, espero que se puedan llevar bien, y que los apoyen en cualquier cosa que ellos no entiendan.

-Si maestras.

*Dijeron todos los alumnos al mimo tiempo.

Y pronto comenzaron con los comentarios.

-De verdad que son muy apuestos.

-Si, lo dos son realmente atractivos.

-Me pregunto en donde se sentarán.

-No lo se, pero espero que sea a nuestro lado.

-Ya basta señoritas.

-Si maestra.

-Bueno chicos se pueden presentar ahora.

-Mi nombre es Rafael, espero llevarme bien con ustedes.

-Mi nombre es Gabriel, espero que nos llevemos bien.

-Bueno, pasen y tomen asiento, para comenzar con la clase.

*Gabriel y Rafael tomaron asiento los dos juntos en la última fila de asientos, junto al pasillo de la escuela, justo detrás de Ana.

-Pero como puede ser que se sentarán detrás de esa rara.

-A la hora de la merienda nos tenemos que cobrar eso.

-Si, seguro que utilizo alguno de sus conjuros para que ellos dos se sentarán allí.

*Cómo siempre debe de haber alguien a quien le hacen la vida imposible en la escuela y esa era Ana, desde el último año de secundaria ella y Sol se fueron separando, tanto que ya ni siquiera se dirigen la palabra en la escuela, ya que Sol se lleva con los más populares en la escuela, y cuando trata de defender a Ana, todos la rechazan, así que decio molestarla junto con los demás.

Aunque en realidad ella no era la única alejada del grupo, había otra chica más llamada Jazmín, la cual desde hace tiempo se comenzaba a comportar de forma extraña, ignoraba a todos a su alrededor y comenzó a esparcir algunos de los rituales por la escuela, algunos eran comunes como “María sangrienta” y “Baby blue”.

Pero había uno que despertaba el interés de todos y ese era el de “El monstruo de debajo la cama”. Todos sentían gran curiosidad por ese que algunos decidieron hacerlo.

Entre ellos el grupo de amigos de sol.

……………………

(Hora del almuerzo)

-Entonces que dices Sol, lo hacemos en tu casa, sabemos que tu padre no estará por trabajo.

-Si eso es verdad, pero si se entera de esto, seguro que me castiga por el resto de mi vida, el es muy estricto a todo lo que tenga que ver con esto.

-Si tu no le dices no tiene por qué enterarse.

-Pero mi hermana.

-¡Hay! Que tiene que ver tu hermana, es más podemos utilizar su sangre.

-¿Sangre? ¿Para que?

-Según lo que se dice aquí, es que es un mostrou que solo se aparece a almas inocentes, en pocas palabras solo niños, así que se necesita la sangre de una virgen y tú hermana es la candidata perfecta.

-No, no estoy segura de eso.

Porque no, mejor utilizamos la mía.

*Todas rieron.

-¿De que se ríe?

-No te hagas, la última vez, despues del partido, te vimos con Lisandro atrás del gimnasio.

-Pero no hicimos nada.

-¡Ajá, si! Todas sabemos que chica que lleva para allá, chica que se tira.

-Ya les dije que no paso nada.

-Bueno como sea.

Entonces, ¿Lo hacemos en tu casa?

*Sol lo pensó por un rato.

-De acuerdo, le pediré el permiso a mi padre y les aviso.